Nito: El influencer que presume y educa sobre nuestra belleza más salvaje
Es oriundo de San Vito, de una familia de 10 hermanos.

(CRHoy.com) A "Nito" no le interesaban los deportes, ni jugar con carritos. En su infancia, se entretenía con las hormigas, sin imaginarse que, un día, se convertiría en un influencer que educa sobre los animales y la naturaleza.
Su nombre es Dionisio Paniagua, pero desde pequeño lo llaman "Nito". Así es conocido en redes sociales y hasta en la calle, donde lo reconocen por su labor.
Yo pasaba horas jugando con las hormigas, moviendo colonias de un lugar a otro. A mí me agarraba la lluvia y mami me decía ‘anduvo todo el día con las hormigas'. Tuve unos papás increíbles, que nunca me quitaron eso, más bien me apoyaron, que amaban la naturaleza. Siempre quise ser biólogo, pero las oportunidades no se dieron, porque éramos una familia muy pobre, de 10 hermanos, en la zona rural. Cuando uno es muy pobre, siempre piensa que nació para ser pobre. Me críe como en un corral, donde veía a los demás al otro lado de la cerca, pero no podía cruzarla.
Pasaron los años y él entró a trabajar al hospital de San Vito, donde obtuvo la propiedad. Sin embargo, su amor por las hormigas siempre se mantuvo, incluso en los mismos Ebais donde lo mandaban.
"Yo decía ‘no quiero vivir toda la vida en este hospital', aunque era algo bonito, donde podía ayudar a los demás, no era lo que quería para el resto de mi vida. En el turno de 10:00 p.m. a 6:00 a.m. encontré un anuncio del CUNA (Colegio Universitario de Alajuela), sobre la carrera de Turismo. Sentí algo en el corazón como de ‘estudie eso'. Ya tenía 30 años, pero yo dije ‘nunca es tarde para ser lo que uno quiere'. Llamé a la universidad y todo lo que la profe me dijo de las giras de campo, para mí era como darle de comer a un hambriento", expresó.
Él sacó un permiso en el hospital y se decidió a estudiar para guía. Luego, regresó y lo llamaron para trabajar en un colegio, dando clases. Sin embargo, estuvo 4 meses y se dio cuenta de que eso no era lo que quería.
La vida le fue abriendo las puertas y lo llamaron del hotel Lapa Ríos, con estándares muy altos, lo que le permitió ganar mucha experiencia, durante 7 años.
"Yo ganaba muy bien en comparación a mi familia y yo vivía ayudando a mis hermanos en toda la parte económica. Tenía tantas oportunidades en Turismo, que quería vincular a mi familia, en San Vito. Se me vino a la idea comenzar un tour operador, donde yo podía meter a mis hermanos. Así nació Surcos Tour", destacó.
La idea no fue la mejor, porque no llegaban clientes. En vez de ganancias, tuvieron pérdidas y para todos fue un fracaso.
"Yo me sentí mal de haber llevado a mis hermanos al fracaso, pero de todos modos no perdimos mucho, porque nadie tenía trabajo", reconoció.
Empezó a hacer trabajos en Osa y con ayuda de una amiga italiana, contrataron más guías y a involucrar más a sus hermanas y varios miembros de la familia.
"Hoy tenemos el negocio familiar que yo soñé en ese tiempo. Mi hermana Margarita es la presidenta de la cámara de turismo, mi hermana Estela se volvió una profesional en la parte administrativa, mi sobrino Kevin es el asistente de Contaduría. Este año se gradúan 4 de la familia como guías. Trabajamos con muchas muchachas que son amas de casa, que no tenían trabajo. No somos millonarios, pero por lo menos podemos aportar a nuestras familias", agregó con orgullo.
La pandemia y el TikTok
Durante la pandemia, leyó algo sobre Donald Trump, donde hablaba sobre TikTok y le llamó la atención. Buscó la aplicación y la descargó.
"Como cerraron los parques y el sector turismo prácticamente desapareció, yo me estaba volviendo loco porque no tenía nada que hacer. Fui guardando los mejores videos de Corcovado, los más bonitos. Subí uno donde yo estaba acostado sobre un tronco y dos dantas me pasaron nadando por debajo, la gente comenzó a comentar: ‘¡Qué lindo, gracias!' Subí otro de un puma y empecé a subir los mejores videos", recordó.
Este vecino de la Zona Sur reconoce que, durante el confinamiento, él conocía muchos rincones del país y se escapaba a las playas solitarias, donde no llegaba nadie. Fue así como comenzó a compartir más material, pensando en la gente que vivía en la ciudad y que estaba encerrada.
"Yo pensé ‘tal vez la gente no puede ir a los lugares, pero yo se los puedo llevar a través de los videos'. Empecé a ver que en TikTok ganaba seguidores mucho más rápido que en cualquiera otra red social, sin tener que pagar ni invertir nada. Al principio no tenía ni idea de cómo hacer videos, pero cuando uno empieza a hacer algo, se vuelve un experto", citó.
Poco a poco, al ver el interés de la gente, empezó a compartir más contenido sobre animales, la importancia de la conservación y la convivencia respetuosa.
"Empecé a meterle a los videos mensajes sobre concientización, para educar a la gente. A veces la gente le tiene tanto miedo a las serpientes, a las ranas, que hacen cosas indebidas, le echan veneno o las matan. Yo quería informar, alfabetizar en ese tema. Le fui dando al contenido una dirección más enfocada en la conservación del medio ambiente", afirmó.
Los seguidores siguieron creciendo y Nito a ganar popularidad, a tal punto que lo reconocen en la calle y lo han contratado para crear contenido a marcas.
Siempre he sido de un perfil muy bajo, muy tímido y me pareció muy raro que alguien quisiera hacerse una foto conmigo, pero me paran en la calle ‘¿usted es el tiktoker?'. ¡Para algo soy bueno! A veces uno tiene talentos que no sabe que están ahí y al no valorarse uno mismo, no permite que esos dones afloren. TikTok se convirtió en una herramienta para mejorar mi autoestima y me ha ayudado muchísimo a quererme como persona, a saber que tengo un plan en este mundo, un propósito y que, si soy bueno para algo… ¿por qué no compartirlo con el mundo? Los taxistas me pitan, ya me acostumbré a saludar a desconocidos.
Con 50 años, Nito se siente feliz y realizado con su trabajo, que le ha permitido viajar por alrededor del mundo, conocer y aprender sobre las diferentes especies.
"Ha sido muy bonito sentir el cariño y el aprecio que la gente tiene por uno, saber que ese contenido está llegándole a adultos, niños y bebés, porque muchos papás para entretener a los chiquitos (…) En esto he conocido gente increíble, amistades que me han cambiado la vida. Yo he viajado gratis, donde solo he tenido que pagar el tiquete aéreo. Es la gracia de Dios en uno, que se encariñan tanto con uno que le quieren regalar de todo", indicó Nito, quien acaba de llegar de Brasil y ya está preparando sus próximos viajes a la Antártida y a Estados Unidos, para cerrar el año.