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Narcos locales de interés para la DEA y el FBI negociaron hasta 100 kilos de cocaína con agentes encubiertos

El OIJ y la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos encontraron una bodega con 145 kilos de cocaína y 280 frascos de ketamina en zona residencial de San Pablo de Heredia

Por Álvaro Sánchez y Carlos Castro | 30 de Oct. 2025 | 5:00 pm

Los agentes judiciales allanaron una casa en San Pablo de Heredia donde habían 145 kilos de cocaína y 280 frascos de ketamina.

Los grupos narco locales y con posibles conexiones internacionales que están operando en nuestro país y que resultan ser de interés para la Agencia Antidrogas (DEA) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), en los Estados Unidos, tienen la capacidad de mover hasta cien kilos de clorhidrato de cocaína por cada negociación.

Así lo considera el fiscal adjunto de Delincuencia Organizada, Mauricio Boraschi, quien reveló a CR Hoy que las cuatro operaciones que dirigió la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos dejaron como resultado el decomiso de 145 paquetes de cocaína, tres trozos de clorhidrato de cocaína, un paquete de marihuana comprimida, una bolsa de clorhidrato de cocaína y 28 frascos de ketamina.

El millonario cargamento estaba oculto en una vivienda en San Pablo de Heredia, la cual era custodiada por uno de los sospechosos, quien se fugó minutos antes de que llegaran los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Se trató de cuatro operaciones independientes del llamado Plan Escudo Internacional que nacieron de dos compras controladas en las cuales, agentes encubiertos, solicitaron a los miembros de la organización criminal, como mínimo, cien kilos de cocaína.

Nos interesan porque son organizaciones que ya tienen capacidad de venta de kilos. Aquí estamos hablando de que, en promedio, no quiero decir que es exacto, en ninguno de los dos casos, en promedio está en capacidad de vender 100 kilogramos o más.

Entonces ya tienen una dimensión de importancia no solo para lo que es el problema del tráfico nacional y lo que genera en el suelo nacional, sino que despierta interés también de autoridades internacionales donde podrían esos países operar como receptores de ese clorhidrato de cocaína. Por eso es que hacemos operaciones conjuntas y nosotros materializamos acá, con un interés particular de que eventualmente esos alijos de droga no salgan, en este caso, hacia Estados Unidos", explicó Boraschi.

Tras los allanamientos, ejecutados este jueves en San Pablo de Heredia y Paso Ancho, en la capital, se pretendía la captura de al menos dos sospechosos. Uno de esos quedó libre y solo se le decomisó el celular, otro más, que estaba en la bodega donde se encontró la droga, se fugó y hasta el momento no ha sido ubicado.

"El solo hecho de manifestar interés en el caso es porque eventualmente existe o puede existir o existió ya una ofensa contra la ley en los Estados Unidos", advirtió el jefe de la Fiscalía de Delincuencia Organizada.

El millonario cargamento de cocaína y ketamina estaba resguardado en un barrio residencial de San Pablo de Heredia, situación que no es nueva para las autoridades judiciales, ya que han detectado que utilizan casas en residenciales o condominios para tener cierto grado de seguridad y ventaja ante la policía.

"Ahí había una bodega de droga bastante importante y diversa. El lugar donde estaba ubicada esta casa es una zona residencial que no llama la atención. Se ha constituido en una situación, digamos, bastante normal. Hoy por hoy las organizaciones y los líderes de estas organizaciones estilan buscar residenciales, ojalá con seguridad, es decir, residenciales que tengan un nivel de acceso restringido para terceras personas e inclusive presentan una leve dificultad más para policía.

Buscan que a su vez estén protegidos por seguridad privada y tratan de hacerse pasar, digamos, por personas con capacidades adquisitivas paralelas a las del común de la gente que vive ahí. Es decir, ellos tratan de alguna manera de mimetizarse socialmente, aunque sabemos que eso es difícil de lograr. Muchos de ellos rápidamente son detectados por vecinos y empiezan los rumores y terminan muchos en denuncias anónimas porque rápidamente los perfilan por una serie de situaciones desde su mismo aspecto físico, el comportamiento, el tipo de carro, el tipo de gente que llega, a pesar de que ellos han tratado de hacerse pasar por gente de bien que vive un buen barrio", explicó Boraschi.

El sujeto de la imagen, de nacionalidad colombiana, se dio a la fuga tras el allanamiento en la bodega de droga, en San Pablo de Heredia.

Enorme cantidad de droga en el país

El fiscal adjunto de Delincuencia Organizada, Mauricio Boraschi, advirtió que la cantidad de droga que está entrando al país "es enorme" debido a que la producción ha crecido en un 300%, en Colombia en los últimos diez años, y los grupos narcotraficantes han logrado introducir grandes cantidades de esa mercancía ilegal a Costa Rica y Panamá, principalmente, para reexportar hacia Europa.

"Eso precisamente sabemos que es difícil de controlar, yo no voy a decir que es un asunto sencillo, pero es dónde el país tiene que hacer esfuerzos importantes para frenar estos flujos porque realmente una vez que esa droga toca suelo nacional empieza esta ola de muerte y destrucción que deja su paso, hasta que alguna de esa droga sale el país y otra se queda en el territorio nacional.

Costa Rica se ve que es convertida en un puente de reexportación a Europa y está entrando fácilmente, no solo a Costa Rica, esto le pasa a Panamá y también y también le pasa a Ecuador. Las organizaciones criminales están utilizando diversos puntos para sacar toda esa toda esa, es un tsunami de cocaína que se está produciendo en Colombia y que nos está ahogando prácticamente al resto de países cercanos con la intencionalidad de que sirvan de puente para hacer esas reexportaciones hacia los principales mercados del mundo", explicó Boraschi.

Para el fiscal Boraschi sigue siendo una preocupación la salida de cargamentos de droga hacia Europa, por los puertos del Caribe de nuestro país. Este jueves, precisamente, autoridades policiales de Bélgica decomisaron 2.5 toneladas de cocaína que iban ocultas dentro de un contenedor cargado con fruta, el cual había salido desde Costa Rica.

La incautación se realizó en el puerto de Amberes, uno de los destinos más utilizados por las organizaciones criminales que operan desde Costa Rica.

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