Temen que MOPT tome recursos de vía a San Carlos para otros proyectos
Cartera tendría interés en redirigir partida para construir aparcaderos en Alajuela y Cartago
(CRHoy.com). La Asociación Procarretera a San Carlos advirtió sobre el interés del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) de mover recursos del plan de construcción de la vía para desarrollar aparcaderos en estaciones del tren en Alajuela y Cartago.
Así lo denunció Rafael Solís, presidente de la organización comunal, ante la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Legislativa en una comparecencia sostenida este 23 de octubre.
El dirigente acusó una falta de coordinación de las autoridades de gobierno para reactivar el proyecto y alertó sobre expectativas falsas relacionadas con el cronograma de los trabajos.
Diego Vargas, diputado del Partido Liberal Progresista (PLP), dijo que el MOPT buscaría mover $25 millones que están destinados para el proyecto a la construcción de "parqueaderos" en Alajuela y Cartago. "Es un juego que él tiene esa potestad de hacer", expuso, con inquietud.
Por ejemplo, Solís indicó que no existen los insumos necesarios para abrir la fase de precalificación de oferentes interesados en retomar la construcción de la carretera. Incluso, recalcó atrasos en la revisión de los estudios previos que fueron contratados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la consultora IDOM.
"El gobierno ha mentido en las fechas. No las está cumpliendo. Dijeron hace 3 meses que el estudio de precalificación (de oferentes) iba a estar listo en 1 mes y que eso era muy rápido. Lo extraño es que dice eso y el estudio de IDOM lo tiene el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y no lo ha devuelto con las correcciones que se tienen que hacer. Para una precalificación de empresas necesitan los costos totales y en este momento, no los tienen", expuso el líder comunal.
Otra de las preocupaciones versa sobre los 22 kilómetros que ya están asfaltados en el tramo central (Sifón de San Ramón-La Abundancia de Ciudad Quesada), pues advirtieron deterioros que ya son visibles. Bajo la óptica de la agrupación, se debe efectuar un estudio del estado del asfalto para estimar los costos de inversión que se requieren para retomar las obras.
La nueva ruta a San Carlos contempla un trazado cercano a los 43 kilómetros y está compuesta por 3 trayectos: la punta norte (Florencia-Ciudad Quesada, 5.6 kilómetros y en operación desde 2018), tramo central (Ciudad Quesada-Sifón de San Ramón, 29.7 kilómetros y en construcción) y la punta sur (Sifón-San Miguel de Naranjo y Autopista Bernardo Soto, 7 kilómetros y aun sin iniciar).
El proyecto prevé 3 estaciones de peaje, algunas cobrarán en ambas direcciones, en la punta norte a 4.2 kilómetros de la rotonda de Florencia, en La Abundancia (donde se incorporarán los vehículos desde Ciudad Quesada) y otro más a 3 kilómetros de llegar al cruce de Alto Villegas, en San Ramón. El costo preliminar en peajes para recorrer la vía oscilaría entre los ₡1.200 y los ₡1.250
Pese a que fue una de las promesas de campaña del actual presidente de la República, Rodrigo Chaves, el proyecto integral correrá contra el tiempo para estar listo a más tardar mayo de 2026.
El cronograma más actualizado prevé que la contratación de la constructora que se encargará de finalizar la ruta se concretará a más tardar agosto de 2024. Mientras, las obras en el tramo central arrancarían en setiembre de 2024 y finalizarían en abril de 2026 (justo antes del cambio de gobierno).
En el caso de la punta sur, la construcción está prevista para arrancar en setiembre de 2024 y finalizar en abril de 2026. No obstante, la Asociación Procarretera a San Carlos no cree que con los avances registrados hasta esta fecha el proyecto esté listo en el plazo.
La recepción de la obra está proyectada para mayo de 2026. Sin embargo, en junio pasado, Efraím Zeledón Leiva, viceministro de Infraestructura, aseguró que preveían la finalización de la construcción para 2027.
El cumplimiento del cronograma estará sujeto a la gestión de expropiaciones. De momento, están pendientes de completar 38% de los trámites requeridos.
Si las expropiaciones no se obtienen a tiempo, el proyecto no podrá reanudarse, ni los contratistas podrán ingresar a las unidades funcionales en que se dividiría el proyecto.
Según los datos oficiales, se requieren aproximadamente ₡8.000 millones para completar todas las expropiaciones necesarias. Ya hubo un primer desembolso efectuado por el MOPT por el orden de ₡1.600 millones y se espera que, tras completar las primeras gestiones, se volvería a solicitar al Ministerio de Hacienda otro monto de ₡1.600 millones para continuar con los procesos.
La estrategia es la siguiente: tomar hasta $100 millones aportados por el BID para el proyecto de Barranca-Limonal y tapar el faltante de $140,6 millones que se requieren para retomar y finalizar la vía a San Carlos.
El directorio del BID avalaría en los próximos meses el crédito de $225 millones que se acordó en 2020, durante la Administración Alvarado Quesada (2018-2022), para las obras de la ruta hacia San Carlos.
Para aprobar el crédito, el banco tenía como condición que el gobierno costarricense garantizara la existencia de los $140,6 millones que hacen falta para finalizar los 2 tramos pendientes de la ruta: el central (Sifón de San Ramón-La Abundancia de Ciudad Quesada) y la punta sur (Sifón de San Ramón-San Miguel de Naranjo-Autopista Bernardo Soto).
En tanto, para finalizar la vía a la Zona Norte se requieren $340,6 millones, de los cuales el Estado debía aportar $140 millones. Los $200 millones restantes están acordados mediante un crédito con el BID.
El obstáculo estaba en que las arcas estatales no contaban con los recursos necesarios para asegurar el aporte que hace falta. Y, sin que el gobierno dijera de dónde obtendrá los $140 millones, el banco no aprobará la otra parte del financiamiento que ya está acordado.
El diseño original de la carretera procuraba que la vía fuera de 2 carriles, 1 por sentido. Sin embargo, en 2014, se aprobó la posibilidad para que el trazado pasara de 2 a 4 carriles.
El proyecto tiene 2 tramos pendientes: el central, que quedó con un avance superior al 70% en 2018, cuando la Administración Alvarado Quesada acordó finiquitar el contrato con la empresa constructora Sánchez Carvajal para reformular el proyecto, y la punta sur. El primero costaría $130 millones y el segundo $190 millones.

