“Shaggy” detenido: intentó incursionar en Goicoechea y Tirrases con sangrienta disputa narco
Supuesto narco Michael Ricardo Quesada extendió sus operaciones hacia fuera de Tibás, donde entró en disputa con estructuras criminales rivales
Shaggy, como se le conoce al supuesto narcotraficante Michael Ricardo Quesada Meléndez, tiene su centro de operaciones en la ciudadela León XIII, en Tibás, y en comunidades aledañas donde domina los puntos de venta de droga.
Catorce de las intervenciones policiales se ejecutan justamente en esta comunidad. Este sujeto, quien fue detenido este martes en esa localidad tibaseña, fue el principal blanco de un gran operativo de 32 allanamientos que realizó la policía judicial para intentar desarticular la agrupación delictiva que dirige, relacionada con la venta de droga y el robo de cargamentos, conocidos como tumbonazos.
Al parecer, Quesada estaba oculto en una casa de seguridad y se desplazaba constantemente a otros puntos cercanos, como Barreal de Heredia.
Pero en años recientes habría intentado incursionar en otras regiones donde operan grupos criminales dirigidos por grandes cabecillas, de acuerdo con la Dirección del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Shaggy detenido este martes. OIJ
Quesada habría tratado de establecerse en dos puntos adicionales: en barrios del cantón de Goicoechea —donde ya existen estructuras asentadas— y también en Tirrases y otras comunidades de Curridabat, zonas altamente disputadas por varias organizaciones.
En esas inmediaciones han operado recientemente las estructuras de Edwin Jancarlo Vargas García, alias Sobrino; la banda conocida como Los Gary/Gery, dirigida por los hermanos Gary Alexander y Gery Alexander Campos Barrantes; así como la organización de Joe Jafet Sandí Vargas, alias Churro.
De acuerdo con Randall Zúñiga, director del OIJ (separado temporalmente del cargo), este es uno de los conflictos que más genera homicidios y ataques armados en la provincia. Así lo explicó en una entrevista el pasado 17 de setiembre.
"En la provincia de San José hay dos lugares de interés o de gran conflicto: uno es los barrios del sur y otro los barrios del norte. Cuando se habla de Gary/Gery o de Sobrino, se habla del conflicto en los barrios del norte, lo que es Tibás y Guadalupe.
Hay un fuerte conflicto entre dos organizaciones. Este sujeto "Sobrino" fue detenido por OIJ hace unos meses y evidentemente eso hace que grupos de Tibás quieran incorporarse o meterse en esa zona de Guadalupe donde tenían ellos un conflicto originario", explicó.
Quesada habría logrado establecer al menos una célula de su grupo criminal en Tirrases.
Uno por uno: Shaggy
Michael Ricardo se convirtió en uno de los generadores de violencia en San José, especialmente tras los asesinatos de su hijo y su hermano. Encabeza uno de los grupos más violentos del sector norte, donde su participación se intensificó tras esos dos ataques que marcaron su trayectoria criminal.
El 13 de febrero del 2022, su hijo de casi tres años fue asesinado en un ataque a balazos sobre la ruta 27, en Balsa de Atenas. La familia viajaba en un pick-up cuando pistoleros los interceptaron y abrieron fuego.
El menor murió en el sitio, mientras Quesada y su compañera sentimental resultaron heridos. Otros dos niños y una mujer sobrevivieron.
Casa de seguridad donde fue detenido Shaggy, en León XIII. CRH
Meses después, su medio hermano menor, Maikel Noel Camacho Meléndez, alias Mongo, murió junto a otras tres personas durante una balacera en una quinta en Turrubares. El ataque, ocurrido el 2 de diciembre del 2022, se produjo durante una actividad social. Entre los fallecidos había un hombre con tobillera electrónica.
Según el OIJ, estos hechos detonaron una escalada violenta entre Shaggy y grupos rivales. No era la primera vez que intentaban asesinarlo: en el 2020 sobrevivió a un atentado en el que murió un sobrino de su pareja.
Aunque ha sido vinculado con múltiples hechos violentos, el único antecedente judicial que registra es una condena de seis meses por portación ilegal de arma permitida.
Sobrino
Edwin Jancarlo de 32 años permanece en prisión preventiva. Vargas, de 31 años, es señalado por liderar una estructura de narcomenudeo con operaciones principales en Cinco Esquinas de Tibás, Guadalupe, Purral y parte de Coronado.
Su captura ocurrió a finales de enero mediante un operativo del OIJ que incluyó al comando élite, debido al nivel de peligrosidad atribuido al sospechoso. Durante la intervención, el imputado habría intentado evadir a las autoridades maniobrando el vehículo, lo que provocó una colisión y lesiones leves a los ocupantes.
Al momento del arresto, los agentes decomisaron ₡10 millones, dólares, euros, un arma de fuego, joyas y otros bienes. Las autoridades investigan si la organización de Vargas está vinculada con al menos ocho homicidios ejecutados por gatilleros al servicio de la banda.
También analizan posibles conexiones con otras muertes violentas. Desde el 2021, el OIJ le seguía la pista, pero Sobrino utilizaba estrategias para ocultarse, como alquilar viviendas temporalmente mediante Airbnb y movilizarse en vehículos poco llamativos.
Su detención ocurrió en Granadilla de Curridabat, cerca del residencial donde vive el presidente Rodrigo Chaves. Junto a él fueron capturados dos hombres de apellidos Espinoza y Portuguez.
La causa, conocida como caso Granero, sigue avanzando. Un exadministrador de una de las propiedades de Vargas en Cutris declaró mediante un anticipo jurisdiccional de prueba, debido a riesgos para su seguridad.
Este finquero quedó implicado tras un allanamiento en abril, cuando el OIJ intervino una finca de varias hectáreas en Coopevega de San Carlos, presuntamente adquirida con dinero del narcotráfico. En el lugar había más de 90 cabezas de ganado, equinos, pavos reales, ponis y emús.
Aunque Vargas se encuentra en prisión preventiva desde enero por sospechas de narcotráfico y legitimación de capitales, las autoridades sospechan que mantiene operaciones desde La Reforma mediante celulares y comunicaciones cifradas.
Churro
Joe Jafet de 27 años y conocido como Churro, es uno de los cabecillas más violentos y escurridizos del sur de la capital. Continúa en fuga.
Opera principalmente en Dos Cercas de Desamparados y Tirrases, ha tejido alianzas con la organización criminal Los Gemelos, de Aserrí, para enfrentar a los grupos dominantes de la zona: Los Lara y Los Myrie.
Las disputas entre estas bandas han dejado cerca de 100 homicidios en los últimos años, en una escalada por el control de las plazas de venta de droga.
Sandí inició su trayectoria criminal como vendedor terminal en Tirrases de Curridabat bajo las órdenes de Luis Ángel Martínez Fajardo, alias Pollo, uno de los narcos más temidos de la década pasada quien está en la cárcel.
Tras la captura de Pollo, Churro fue ganando control territorial hasta convertirse en jefe de la zona. Pesa sobre él una orden de captura por homicidio y, según el OIJ, mantiene el mando de su estructura desde la clandestinidad, posiblemente viviendo fuera del área donde opera su red.
La coalición entre Churro y Los Gemelos ha permitido avances estratégicos en barrios como el Bajo Los Ledezma, zona históricamente conflictiva entre Pavas y La Uruca.
Tras la reciente desarticulación de la cúpula de Los Myrie por parte del OIJ, las autoridades anticipan que estas alianzas criminales intentarán apoderarse de los territorios que dejan vacantes sus rivales.
El asesinato de Kevin Leonardo Segura Quesada, alias Leo —uno de los líderes de Los Gemelos—, ocurrido el 9 de abril en Aserrí, abrió nuevas hipótesis sobre posibles traiciones internas.
Fuentes judiciales indicaron a CR Hoy que Churro podría estar vinculado al crimen, pues, aunque compartían enemigos comunes, estas organizaciones también han protagonizado rupturas violentas para reacomodar el poder.
La historia criminal de Churro está ligada a la de su progenitor, Esteban Sandí Miranda, alias Chino Sandí, asesinado en junio del 2021. Incluso existe la hipótesis de que el propio Joe Jafet ordenó la ejecución de su padre como demostración de poder y para ganarse el respeto de otras organizaciones narcotraficantes.
Los Gary/Gery
La banda narco conocida como Los Gary-Gery, que opera en Curridabat y Tres Ríos, actualmente enfrenta un segundo juicio por delitos de narcotráfico y ataques armados, luego de que el primer debate fuera anulado por exceder los plazos legales de suspensión.
En total, 31 sospechosos están siendo juzgados por integrar una estructura criminal dirigida por los hermanos Gary Alexander y Gery Alexander Campos Barrantes, presuntamente vinculada con homicidios, venta y transporte de drogas.
El primer juicio, iniciado en febrero, se vio afectado por constantes interrupciones, incapacidades médicas, recusaciones y enfrentamientos entre los imputados y los jueces.
Debido a estas obstrucciones, el proceso se mantuvo suspendido más de los 20 días permitidos en causas complejas, lo que llevó al Tribunal a declararlo nulo en junio para evitar futuras impugnaciones por violación al principio de continuidad.
En aquel debate, varios imputados estaban dispuestos a someterse a un proceso abreviado —mecanismo que permite aceptar los hechos a cambio de una pena menor—. Sin embargo, para el nuevo juicio, que comenzó el 14 de julio, tanto el Ministerio Público como los sospechosos descartaron negociar.
Entre las razones de los acusados figuran cambios en las condiciones penitenciarias, como la reducción de llamadas y visitas, así como la expectativa de obtener un resultado más favorable en juicio.
Al no alcanzarse ningún acuerdo, se inició formalmente el debate oral. Ya se leyó la acusación, se identificó a los imputados y se recibió la declaración de al menos dos testigos, aunque las audiencias volvieron a suspenderse temporalmente por la incapacidad de un abogado.
La defensa ha destacado que el nuevo Tribunal ha mostrado un manejo más ordenado y respetuoso, lo que ha permitido avanzar sin los incidentes del proceso anterior.
La acusación, sustentada en una investigación del OIJ iniciada en 2018, señala que Los Gary-Gery conformaban una estructura dedicada a adquirir, traficar, dosificar y comercializar drogas, con operaciones en La Unión de Cartago, San Pedro de Montes de Oca y Quepos. Solo nueve de los imputados cumplen prisión preventiva.