Puentes en rutas nacionales enfrentan deterioro: un 70% está en mal estado
Los puentes en las carreteras del país siguen obteniendo mala nota cuando se trata de la evaluación de su estado.
El más reciente informe del Programa Estado de la Nación (PEN) incluyó, una vez más, una revisión sobre las condiciones en las que se encuentran estas estructuras. El PEN se apoyó en datos del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica.
El estudio señala que estas estructuras son fundamentales para garantizar la conectividad territorial, la resiliencia
ante eventos climáticos extremos y la seguridad de las personas usuarias. Sin embargo, en muchos casos las circunstancias de infraestructura obstaculizan cumplir con esos objetivos.
Los datos incluidos en el informe señalan que el 70% de los puentes del país están en mal estado. Este conjunto se divide en tres categorías: el 42,2% está calificado como deficiente, un 24,8% está en condición alarmante y el grupo más preocupante lo compone el 2,7%, los cuales se catalogan en falla inminente.
Por otra parte, un 15,2% está en situación regular. Los puentes que están en buenas condiciones son apenas el 2,7%, unos en estado aceptable y otros satisfactorio.
"Los puentes en rutas nacionales enfrentan un serio deterioro, producto de años de desinversión en mantenimiento básico y reparaciones urgentes. Esta situación ha comenzado a provocar consecuencias tangibles", menciona el documento.
Entre estas consecuencias están riesgos latentes que podrían derivar en consecuencias para la continuidad del tránsito y la seguridad vial debido a cierres parciales o totales de puentes, con repercusiones en el ámbito económico.
Por ejemplo, un cierre de este tipo incrementa los costos operativos de los vehículos y el tiempo de traslado, lo cual incide negativamente en sectores como el comercio exterior y el turismo.
El PEN llama la atención en la necesidad de destinar recursos al mantenimiento preventivo para evitar cierres por reconstrucciones.
"Retrasar el mantenimiento de la infraestructura en general acrecienta los costos totales y el valor presente de los costos futuros. Restaurar caminos deteriorados puede costar entre tres y cinco veces más que realizar un mantenimiento oportuno", afirma el informe.
Los especialistas ponen como ejemplo el caso del puente del río Tempisque.
Puente del Tempisque
El PEN incluyó un análisis del Lanamme en el que comparó el costo de costo de reconstrucción del puente La Amistad, sobre el río Tempisque, versus los costos generados por el cierre.
Este puente reabrió en julio del 2024 luego de tres meses completamente cerrado por mejoras en la estructura.
Según las estimaciones, un cierre parcial de este puente durante 121 días implica para los usuarios un costo equivalente a 1,38 veces el valor de reposición. En el caso del cierre total ese costo se incrementa hasta las 15,78 veces.
Este cálculo contempla costos indirectos, como el aumento en tiempo de traslado de los usuarios y gastos operativos. La conclusión de este análisis es que el cierre de un puente ocasiona pérdidas valoradas en una mayor cifra que la inversión del puente como tal.
Otro puente vital que en este momento está recibiendo una intervención en el localizado sobre el río Tárcoles, en la ruta 34, conocida como Costanera.
Estas obras iniciaron en julio de este año y finalizarán en junio del 2026, lo que significa 11 meses de reparaciones. En este proceso se han llevado a cabo cierres parciales. Empresarios de la zona, una de las más turísticas del país, han expresado en varias ocasiones su preocupación por la afectación económica de esta intervención.
