Papá del sospechoso de raptar a Keibril quedó libre pese a ser investigado por venta de drogas
Tras 6 meses con restricciones, quedó sin medidas cautelares
El adulto mayor de 71 años de apellidos Casasola Brenes, quien es el abuelo biológico de la pequeña Keibril y padre de Hugo Casasola (enjuiciado por el rapto de la menor), quedó en libertad. Así lo confirmó la Fiscalía de Cartago, ante la consulta de crhoy.com.
El sujeto fue detenido el pasado jueves 18 de abril de este año por sospechas de venta de droga. Durante el allanamiento, el Organismo de Investigación Judicial encontró indicios de crack y productos para embalar la droga dentro de su casa.
También decomisaron un revólver y ₡280 mil en efectivo. Casasola Brenes figura como sospechoso de vender estupefacientes. En aquel momento, la Fiscalía no solicitó prisión preventiva en contra del hombre, pero sí otras medidas cautelares.
En abril pasado, se le impusieron restricciones como presentarse a firmar una vez al mes, no podrá salir del país, ni tener contacto con consumidores de drogas y tampoco puede portar armas de fuego.
Las medidas fueron ordenadas por el Juzgado Penal de Cartago por un plazo de seis meses, por lo que vencieron la semana pasada. Este medio le consultó al Ministerio Público si solicitaron una extensión de las restricciones, a lo cual la Fiscalía Adjunta de Cartago respondió que actualmente no se cuentan con medidas cautelares en el proceso.
Además, señalaron que el caso se encuentra en la etapa final de investigación, por supuestos delitos de venta de droga y tenencia ilícita de arma permitida. El expediente es el 24-001364-0058-PE.
¿Narco familia?
Casasola Brenes es el progenitor de Hugo Casasola Salas, padre biológico acusado de raptar a la pequeña niña Keibril, quien desapareció en Cervantes de Cartago hace año y medio.
Agentes del OIJ realizaron la investigación luego de recibir reportes en marzo, sobre la supuesta venta de drogas desde dicha casa. Durante el allanamiento, la policía judicial encontró implementos para la preparación y embalaje crack.
Durante el juicio contra Hugo, en reiteradas ocasiones, los testigos y el mismo imputado en su declaración, ha dado a entender que de forma constante tenía que hacer "vueltas", es decir, "mandados" o diligencias a las que salía en carro, pero no detalló qué salía a hacer exactamente.
Además, cada vez que se refería a "esas vueltas" y a un bulto que tenía el día de la sustracción de la bebé, decía que "no venía al caso" indicar cuál era su contenido.
Cuando la fiscal del caso, Edith Morera, le preguntó si estaba involucrado con venta de droga, el sujeto decidió guardar cuando decidió someterse a un interrogatorio.
"Si quiere me lo contesta, si quiere no me lo contesta. ¿Esas vueltas o entregas a las que usted se refiere, están relacionadas con drogas?", consultó la fiscal del caso.
"Me abstengo de declarar", se limitó a replicar el sujeto.
Cabe señalar, que durante el juicio, Weimar Torres, uno de los principales investigadores del caso que testificó que cuando allanaron la casa de su padre, había un bulto sospechoso con un contenido no determinado.
"Casasola le manifestó a su madre que él la había cag… y que por ningún motivo le fueran a tocar un maletín que tenía ahí.
Posteriormente, se retiró del lugar y en apariencia se trasladó a casa del papá en Bajo Cervantes, con el fin en apariencia, de pedirle ayuda para recoger vehículo cuneteado", relató el investigador.
Justamente minutos después de la hora del rapto, el imputado se movilizó a hacer una de esas "vueltas a las que se refería", según la declaración.
Según Casasola, él se dedicaba a pintura y enderezado de carrocerías y mecánica menor de vehículos y supuestamente eso le generaba ingresos económicos suficientes para mantener el hogar en el cual convivía con Fabiola Amador, su pareja y abuela de Keibril, así como para pagar pensiones, aunque no detalló los gastos.
