OMS respalda estos fármacos para combatir la obesidad: ¿Qué dice Costa Rica?

Los fármacos GLP-1, utilizados inicialmente para tratar la diabetes y más recientemente para la pérdida de peso, podrían convertirse en una herramienta decisiva para combatir la obesidad, una afección que afecta a más de mil millones de personas en el mundo.
Así lo señaló este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS), al publicar sus primeras directrices sobre el uso de estos medicamentos en adultos con obesidad crónica.
Conocidos comercialmente como Ozempic, Wegovy o Mounjaro, los GLP-1 imitan la acción de una hormona vinculada a la secreción de insulina y a la sensación de saciedad mediante mecanismos cerebrales.
Su eficacia los ha posicionado como parte de un abordaje integral frente a una enfermedad que, según la OMS, provocó más de 3,7 millones de muertes en 2024 por condiciones asociadas.
"La obesidad es uno de los grandes desafíos de la salud mundial. Si bien los medicamentos por sí solos no resolverán esta crisis mundial de salud, los tratamientos con GLP-1 pueden ayudar a millones de personas a superar la obesidad y reducir los daños asociados", declaró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien destacó que las nuevas pautas reconocen la obesidad como una enfermedad crónica que puede ser tratada.
Nuevas directrices
Las nuevas directrices recomiendan utilizar terapias con GLP-1 en adultos, excepto mujeres embarazadas, para el "tratamiento a largo plazo de la obesidad". Sin embargo, la agencia advierte que aún se requieren más estudios sobre la seguridad y efectividad de estos medicamentos durante períodos prolongados.
La OMS recalcó que la medicación no revertirá por sí sola la tendencia creciente de obesidad, reconocida como una enfermedad compleja y uno de los principales motores de patologías no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Por ello, sugiere acompañar estos tratamientos con una dieta saludable, actividad física y políticas públicas que creen entornos más favorables para la salud.
"No se puede considerar estos fármacos como una solución mágica. Pero está claro que se van a convertir en una parte muy importante de un enfoque integrado contra la obesidad", explicó Jeremy Farrar, subdirector general de la OMS.
¿Qué dice Costa Rica?
El pasado 28 de octubre la Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario del Ministerio de Salud alertó a la población sobre la promoción, en redes sociales, de programas de "pérdida de peso" que incluyen la aplicación de medicamentos inyectables, los cuales pueden generar efectos adversos importantes y poner en riesgo la salud de las personas.
Según detalla la institución, estos programas incluyen medicamentos como semaglutida, tirzepatida, cagrilintida y liraglutida, entre otros, los cuales se utilizan para el tratamiento de diabetes mellitus tipo 2 y, en algunos casos, como coadyuvantes en el manejo del sobrepeso y la obesidad.
"Estos medicamentos deben ser prescritos únicamente por un profesional médico, previa valoración individual, ya que su administración sin supervisión puede generar efectos adversos importantes y poner en riesgo la salud del paciente", señaló el Ministerio de Salud.
Las autoridades recordaron que todo medicamento inyectable requiere condiciones específicas de almacenamiento y manipulación, según lo establecido por el fabricante, con el fin de garantizar su eficacia y seguridad.
Algunos de estos productos requieren cadena de frío controlada para conservar su calidad, por lo que desde su importación hasta su almacenamiento y distribución deben mantenerse bajo un estricto control de temperatura.
El Ministerio advirtió que el uso de estos fármacos con fines estéticos o sin la debida valoración médica constituye una práctica riesgosa, capaz de provocar alteraciones metabólicas, gastrointestinales o cardiovasculares, entre otras complicaciones.
Asimismo, indicó que algunos de estos medicamentos no cuentan con registro sanitario vigente en Costa Rica, por lo que su importación, venta, promoción o aplicación pueden ser ilegales y representar un riesgo para la salud.
La prescripción y aplicación de este tipo de tratamientos deben realizarse exclusivamente por médicos acreditados, posterior a una valoración clínica integral que garantice su uso seguro y apropiado.
Finalmente, el Ministerio recordó que todo paciente tiene derecho a conocer con exactitud qué medicamento se le aplica, incluyendo su nombre comercial, principio activo y número de registro sanitario vigente en el país. Ningún producto debe ser administrado sin la debida autorización emitida por la institución.
Un intento por cambiar la trayectoria
La OMS considera que estos medicamentos podrían incluso modificar la evolución de la obesidad a escala global.
Además del impacto sanitario, la organización alertó que el costo económico de la obesidad podría alcanzar los 3 billones de dólares anuales a finales de la presente década.
El elevado precio de los GLP-1 genera inquietud sobre su disponibilidad en países de bajos ingresos, donde, según la OMS, podrían salvar más vidas. Incluso pacientes con diabetes, el grupo para el que originalmente se desarrollaron estos medicamentos, han enfrentado escasez.
En septiembre pasado, la OMS incluyó los GLP-1 en su lista de medicamentos esenciales para fortalecer su acceso y pidió la producción de versiones genéricas asequibles destinadas especialmente a naciones en desarrollo.
*Con información de AFP.