Impulsan atención domiciliaria para mayores de 85 años en siete zonas del país

El envejecimiento de la población costarricense y el aumento en la esperanza de vida llevaron a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a replantear la forma en que atiende a los adultos mayores.

Como parte de ese ajuste, la Junta Directiva avaló un nuevo proyecto de atención domiciliaria dirigido a personas de 85 años y más.

Se trata de la iniciativa denominada "Experiencia demostrativa de visita y atención domiciliaria a personas de 85 años y más en la zona azul", la cual ya cuenta con el contenido económico aprobado para su implementación.

En esta fase demostrativa, el plan se desarrollará en siete áreas de salud: Nicoya, Santa Cruz y Carrillo, en Guanacaste; Ciudad Quesada; Pérez Zeledón; San Rafael de Puntarenas y Limón.

En estas zonas se identificaron 48.942 personas de 65 años o más, de las cuales 6.103 tienen 85 años o más, población a la que estará dirigida esta primera etapa del proyecto.

La doctora Vilma García, del Programa de Normalización de la Atención a la Población Adulta Mayor de la Gerencia Médica, explicó ante la Junta Directiva que se conformarán ocho equipos de atención domiciliaria, integrados por un chofer, un médico general, un profesional en enfermería y un asistente técnico en atención primaria (atap).

Según detalló, cada equipo visitará en promedio entre seis y ocho personas por día y estará dedicado exclusivamente a la atención de personas de 85 años y más que participen en el programa.

A este esfuerzo se suman 18 plazas aprobadas para fortalecer la atención geriátrica en distintas unidades de la institución.

Alexander Sánchez, gerente médico, explicó que Costa Rica atraviesa una transición demográfica avanzada, con una reducción en la población joven y un crecimiento sostenido de las personas mayores de 65 años. Según proyecciones, para el año 2050 cerca del 25 % de la población del país corresponderá a personas adultas mayores.

Además, advirtió sobre el reto de la transición epidemiológica, caracterizada por un aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles, que afectan principalmente a este grupo etario.

El costo estimado del proyecto es de ¢749.882.861,99 por un periodo de un año. Una vez iniciado el plan, se espera contar con los primeros resultados seis meses después, y al cumplirse un año, se realizará una evaluación para valorar su eventual ampliación a otras áreas de salud del país.