Director del OIJ: sicarios actúan drogados o alcoholizados en muchos casos

Sicarios
Más que inexperiencia con armas o poca pericia para actuar durante un ataque armado, muchos sicarios fallan al ejecutar sus emboscadas porque, en varias ocasiones, actúan bajo los efectos de drogas y alcohol. Esa condición abre el margen para terminar con la vida de víctimas inocentes.
La policía ha detenido a varios sujetos en flagrancia, es decir, los sorprendió cometiendo los hechos. Cuando llegan a la Fiscalía, las autoridades confirman su estado.
Según Michael Soto, director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), esa situación aumenta la probabilidad de que los gatilleros se equivoquen. Además, ya existen casos específicos donde la policía identificó que eso ocurrió en algunos homicidios que siguen bajo análisis.
"Cuando se detienen en flagrancias, el nivel de drogadicción es altísimo. Muchos de ellos también actúan alcoholizados o bajo efectos de sustancias ilícitas", explicó.
En los últimos tres años, según datos del OIJ, se contabilizan 199 víctimas inocentes en ataques armados dirigidos contra otra persona.
"Hemos tenido casos donde un sicario mata al otro, cuando van huyendo se estrellan, se nota que no tienen experiencia y no saben ni siquiera manipular armas. En la mayoría son torpes, descuidados, pierden el control. Se meten en el efecto de visión de túnel sin percatarse de que alrededor hay niños, adultos mayores y personas que no son objetivos, quienes terminan heridos o fallecidos", dijo Soto.
Solo en el 2025, a un mes de que finalice el año, el OIJ registra 75 víctimas colaterales, en su mayoría bajo estudio, por lo que la cifra podría variar.
"Hemos encontrado casos donde los sujetos tienen una habilidad importante, pero son muchos menos. Hay sujetos que saben disparar y se concentran en el objetivo, pero muchas veces disparan 30 veces y ahí entra el margen de error, es cuando pasan estas cosas con personas inocentes", mencionó Soto.
La mayoría de estos casos ocurrieron durante el mandato de Rodrigo Chaves Robles y bajo la gestión de sus ministros Jorge Torres Carrillo —quien dirigió la Seguridad Pública durante un año— y Mario Zamora Cordero, cuyo plan de acción de casi tres años tampoco logró apaciguar la ola de violencia.
Hasta el mediodía de este miércoles 3 de diciembre, la Policía Judicial contabilizaba 806 asesinatos. Las autoridades proyectan cerrar el año con 880 homicidios, cifras similares a las del 2023 y 2024.