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Costa Rica ya sufrió más de 3.000 homicidios bajo el mandato de Rodrigo Chaves

Por José Adelio Murillo | 23 de Dic. 2025 | 6:30 am

Desde que Rodrigo Alberto Chaves Robles asumió la Presidencia de la República, Costa Rica ha sufrido más de 3.000 asesinatos, en medio de la mayor crisis de inseguridad registrada en la historia del país.

Las estadísticas oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dan cuenta de las elevadas cifras de los últimos cuatro años: desde 2022, cada uno de los años siguientes se ha posicionado en el top 3 de los más sangrientos desde que existen datos.

Tan solo en su primer año como inquilino de Zapote, el 2022 rompió todos los récords y cerró con 661 crímenes. Contando únicamente desde el 8 de mayo —día en que asumió el actual Gobierno—, fueron 448 homicidios con él ya en el poder.

Ese año "batió el récord" de 2017, que hasta entonces se mantenía como el más crítico con 597 víctimas fatales. Al cierre de 2022, Chaves y su entonces ministro de Seguridad, Jorge Torres, fueron cuestionados por la prensa ante el incremento de muertes violentas.

Aunque el gobernante reconoció que eran demasiados casos para Costa Rica y que muchos eran evitables al responder a ajustes de cuentas, matizó la situación asegurando que ni él ni su jerarca estuvieron al inicio de 2022.

"Además, la mitad del periodo él (ministro) no estaba y yo dije 'los números suyos empiezan a contar el 1.° de enero (de 2023)'. Él sabe que tiene una responsabilidad en ese sentido", indicó en una conferencia.

 

Chaves pidió ser evaluado a partir de 2023, pero en ese segundo año los asesinatos se dispararon un 37 % y llegaron a 906, una cifra que superó cualquier predicción policial y que se mantiene todavía como el máximo pico de violencia criminal.

El 2024 tuvo una ligera baja, pero por grandes despliegues y megaoperativos del OIJ que lograron reducir a cero los homicidios en regiones como Batán de Matina, Alajuelita, Hatillo y partes de Limón durante semanas consecutivas.

Ese año cerró con 871 personas asesinadas, ubicándose como el segundo más sangriento jamás registrado. El panorama de 2025 tampoco ha sido alentador y las autoridades han advertido de un posible incremento que podría acercarse de nuevo a los nueve centenares.

De hecho, al 16 de diciembre se contabilizan 833 ejecuciones, con lo que este 2025 ya aseguró un lugar como el tercer año con mayor incidencia homicida. Aún faltan 21 días por registrar, por lo que no se descarta cerrar en una posición más alta en el triste ránking.

Con estos números, durante el mandato de Chaves Robles se acumulan al menos 3.058 asesinatos que han enlutado a miles de familias costarricenses desde aquel 8 de mayo.

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Autoridades judiciales en alerta

Michael Soto, director del OIJ, enfatizó que la labor de la policía judicial ha sido efectiva en identificar a los responsables y detenerlos, pero insistió en que el país necesita acciones para prevenir que los homicidios ocurran.

"Es bastante complejo, el análisis de cuál es la estrategia para abordar el fenómeno de los homicidios debe ser integral, eso hay que entenderlo. No es solo lo policial, es todas las áreas que le corresponden al Estado, pienso que ahí hay algo que hay que corregir. 

Ciertamente, el 2023 fue el año más violento de la historia y hubo un descontrol importante. Se ha venido haciendo contención importante, bajando a 870 y este año podríamos andar por ahí", puntualizó.

Soto considera que, para evitar regresar a los 900 homicidios, el trabajo policial ha sido "brutal" día y noche, con muchos allanamientos, decomisos y casos de alto impacto.

No obstante, persisten carencias de acciones claras para detener la incorporación de más personas a las estructuras criminales.

"Esperemos que ahora que estamos en proceso de elecciones, el próximo año se venga con una estrategia de una política integral en seguridad, que no necesariamente que no es solo seguridad pura y dura, sino también desarrollo humano, empleabilidad, cultura, deporte, hacer acupuntura social en los sectores urbano-marginales donde el crimen organizado está establecido. 

Creo que hay que verlo en esa dimensión", señaló el jefe policial.

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Carlo Díaz, fiscal general de la República, reconoce lo crítica que es la situación, no solo por la cantidad de costarricenses que mueren en las calles, sino también por los efectos colaterales: saturación de causas judiciales y desgaste extremo de los cuerpos policiales.

"Es una cantidad considerable de homicidios por año. Este año llevamos cinco homicidios más con relación al mismo periodo que el año pasado, es una situación preocupante.

El OIJ y el Ministerio Público hace una labor encomiable para tratar de contener este fenómeno delictivo, pero los esfuerzos han sido infructuosos para poder disminuir considerablemente los mismos", indicó Díaz.

Además, señala al Poder Ejecutivo debido a que los recursos asignados no han sido suficientes para atender a todas las estructuras del crimen organizado que ya están mapeadas, lo que impacta la efectividad investigativa.

"La labor preventiva le corresponde a la Fuerza Pública. No quiero decir que ellos no hacen su trabajo, más bien hacen un gran esfuerzo también, pero están en la misma situación que nosotros.

Hay una falta de recursos considerable que todavía no les permite ejercer ese control territorial en las diferentes zonas que de alguna manera son las que más nos causan homicidios", detalló el jerarca del Ministerio Público.

Evade responsabilidad

Fiel a su estilo, durante su visita a El Salvador y un discurso con su homólogo Nayib Bukele, el mandatario costarricense volvió a evadir la responsabilidad de su Gobierno por la situación de inseguridad, culpando a las leyes, al Congreso y hasta al Poder Judicial por la realidad nacional.

"Cuando esto estuvo donde yo estoy con una minoría absoluta, llevaban 50 detenidos a la cárcel y salían 55. Bueno, a nosotros nos pasa lo mismo. A nosotros nos pasa que la fiscalía no acusa a un criminal, apuntando con un AK47 a oficiales, incluso del Poder Judicial que lo grabaron en cámara y el juez dijo: "No lo puedo meter a juicio porque yo no sé, no tengo prueba de que ese AK47 no es de juguete". 

Yo sueño con que nosotros cambiemos las estructuras, el funcionamiento y también a las personas que ocupan puestos en los Poderes de la República. No lo va a hacer Rodrigo Chaves, no me dio tiempo. No me dieron suficientes diputados", señaló Chaves.

Recientemente, el propio mandatario le bajó el tono a la crisis, asegurando que existe una "nebulosa mediática" en torno a lo que realmente ocurre.

"Siguen las voces que quieren engañarlo a usted sobre cuáles son las causas de los homicidios y el desastre de seguridad pública, que no es tan grande como también lo quieren poner, pero que es excesivo para una nación como la nuestra", y días después defendió lo que dijo.

Panorama actual

Las estadísticas del OIJ señalan que al 16 de diciembre —dato más reciente— 833 personas han sido asesinadas, cinco más que en el mismo periodo del año anterior, que cerraba con 821. Un 66 % de los crímenes responde a venganzas o ajustes de cuentas.

Otro 11 % fue producto de riñas o discusiones; un 8 % sigue en investigación; un 6 % ocurrió durante la comisión de otro delito. Además, se reportan 45 casos por violencia doméstica y 26 por otros móviles.

El descontrol y el tráfico de armas siguen inundando de sangre las calles: el 77,6 % de las víctimas fue ejecutado con arma de fuego. Un 11 % murió por arma blanca y el resto por otros métodos.

Los jóvenes son quienes más mueren en esta oleada delictiva: 36 % tenía entre 18 y 29 años; 31 % entre 30 y 39; 15 % entre 40 y 49; y 9 % entre 50 y 64.

Diez menores de 12 años también quedaron en la línea de fuego, así como 37 adolescentes y 19 adultos mayores. En 17 casos no se conoce la edad. También se contabilizan 81 inocentes: 61 hombres y 20 mujeres que murieron como víctimas colaterales.

San José es la capital geográfica y homicida: registra 281 casos, más de un tercio del total nacional, y es la única provincia con aumento respecto al año anterior.

Limón suma 166 muertes (una menos que en 2024); Puntarenas 116 (30 menos); Alajuela 96 (una menos); Guanacaste 74 (una más); Cartago 60 (11 menos); y Heredia 33 (cinco menos). Marzo (85 homicidios) y octubre (81) fueron los peores meses del año.

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