Comex y Cancillería chocan por futuro embajador ante OCDE
Ministro comentó días atrás que deberá analizar con el presidente la misión que se enviará a este organismo, con sede en Francia
(CRHoy.com).-Los ministerios de Comercio Exterior y de Relaciones Exteriores tienen una diferencia alrededor de la futura representación de Costa Rica ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez reaccionó a las declaraciones de su compañero de gabinete, el canciller Rodolfo Solano, en las que dijo a CRHoy.com que el gobierno deberá en próximos meses definir cual será su representación ante la OCDE, esto cuando finalmente el Congreso apruebe el protocolo de adhesión y se tenga que nombrar un embajador ante ese organismo, cuya sede está en París, Francia.
En sus declaraciones el canciller además dijo que la OCDE es un espacio de política exterior donde confluyen diversos temas. Afirmó que el nombramiento de su embajador y la representación que se designe ante esta organización deberá discutirla con el presidente Alvarado, esto no cayó bien en el Comex.
La ministra Jiménez refutó al canciller y le dijo que este organismo no es un espacio de política exterior, sino de su ministerio. Incluso le dijo que en su institución se ostenta esa representación, la cual la ejerce desde 2016 Manuel Tovar, nombrado como delegado de Costa Rica ante la OCDE por el gobierno de Luis Guillermo Solís.
"La Cancillería tiene bajo su ámbito de competencia materias sumamente importantes para el país en materia de política exterior. Sin embargo, la OCDE no es un espacio de política exterior. El Ministerio de Comercio Exterior no solo ostenta la representación legal ante la OCDE sino que tiene nombrado a un representante, el Señor Manuel Tovar, quien ha venido realizando sus funciones de manera disciplinada y profesional desde que la delegación oficial se creó en el 2015", dijo Jiménez.
Manuel Tovar fue nombrado en enero de 2016 por el gobierno de Solís como su delegado ante la OCDE, sin embargo, cuando el país finalmente logre su incorporación el gobierno deberá, como el resto de países miembros, nombrar un embajador, algo que le corresponde por mandato constitucional al presidente Alvarado.
A pesar que la ministra defiende que la OCDE no es un espacio de política exterior, si el representante de Costa Rica ante este organismo va ser un embajador, este deberá ser acreditado por la Cancillería, no por Comex.
A su vez, este futuro embajador deberá regirse por la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas -el instrumento internacional que regula las relaciones entre países- y por tanto estará adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores y deberá rendir informes a su jefe, que será el canciller.
Mientras tanto, en el Congreso diputados de distintas fracciones políticas exigieron al gobierno un nombramiento basado en experiencia comprobada y no uno a dedo o de tipo político.
Los legisladores, al igual que el canciller insistieron que quien vaya a ser nombrado deberá mostrar capacidad para que el país saque el mayor provecho de este organismo, cuya cuota de incorporación será de ¢1.500 millones