Celulares aclararán si alguien fotografió en restaurante a agente Geiner Zamora para “marcarlo” y asesinarlo

La revisión de los teléfonos celulares y dispositivos que fueron incautados en los 14 allanamientos del pasado lunes será clave para ratificar que al menos dos personas colaboraron con los ejecutores del homicidio de Geiner Zamora Hidalgo.

El subjefe de la Delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Guápiles fue atacado a balazos dentro de un restaurante donde se encontraba la noche del 31 de enero del presente año y, producto de las graves heridas, falleció hospitalizado días después.

Previo al ingreso del gatillero, en apariencia dos personas estuvieron fotografiando al agente judicial para "marcarlo", como se denomina policialmente a la acción de los homicidas de hacer vigilancias previas y definirle al sicario cuál es la víctima y dónde está el objetivo.

De acuerdo con las grabaciones de cámaras de seguridad decomisadas hace meses y analizadas por la Oficina Especializada contra la Delincuencia Organizada (OECDO) del OIJ, se cree que dos personas se hicieron pasar por clientes del restaurante donde estaba Geiner.

También se presume que fingieron tomarse fotografías entre ellos para, en realidad, capturar la imagen de Zamora y así poder darle la referencia al ejecutor material del crimen instantes previos a que ocurriera.

Incluso, varias capturas fotográficas de las cámaras de seguridad fueron clave para identificar a las personas que habrían participado en un ardid para distraer y fotografiar al subjefe.

Michael Soto, director a. i. de la Policía Judicial, explicó que parte de los allanamientos que se ejecutaron a las personas que se estuvieron fotografiando tienne la intención de ratificar esta versión. A ellos no se les arrestó, a espera confirmación total de que así lo hicieran.

El contenido que se encuentre en los teléfonos y aparatos confiscados el lunes será concluyente para determinar si hubo algún tipo de colaboración criminal.

"Cuando nosotros analizamos el video del lugar de los hechos, de acuerdo a nuestra hipótesis hay dos personas a quienes se les allanó que podrían haber tomado una fotografía a otra persona o haciéndose una especie de selfie para tomarle una fotografía a Geiner y "marcarlo" para pasárselo al grupo. Esta es nuestra hipótesis. 

¿Cómo la vamos a poder fundamentar? Con el decomiso de los aparatos celulares que hicimos. Por eso no se detuvieron, porque nosotros analizamos la posición una y otra vez, y la posición determina eso. 

Además, tienen algún tipo de relación con algunos de los sujetos involucrados, pero no tenemos certeza al 100 % de que esto sea así. Vamos a ver si lo decomisado nos genera algún tipo de prueba", detalló Soto.

La policía judicial revisó grabaciones de más de 300 cámaras de seguridad de distintos locales comerciales y viviendas en el centro de Guápiles y zonas cercanas para identificar al gatillero de Geiner.

Se trató de un caso complejo que exigió analizar gran cantidad de material y organizar la información con precisión para evitar fallos en el expediente. El informe No 04-IP-SECDO-2025 elaborado por investigadores de la OECDO revela las aparentes colaboraciones.

El documento señala que un abogado de apellidos Jiménez Fernández se acercó al investigador para distraerlo, mientras otros dos sujetos lo vigilaban desde la barra del bar-restaurante.

Esto mismos sujetos le tomaron una fotografía y la enviaron al grupo criminal de Alejandro Arias Monge, alias Diablo que, según las investigaciones, serían los responsables del crimen. La intención de parte del operativo de inicio de semana pasa por encontrar dichas fotografías.

"Al ser las 20:26:01 horas se aprecia como Jorge Luis Jiménez Fernández se dispuso a movilizarse de la barra hacia donde Geiner Zamora, pero Luis Diego Retana Naranjo lo detuvo, le dijo algo al oído, luego Jorge Luis Jiménez Fernández se dirigió directamente hacia donde se ubicaba Geiner Zamora, al cual saludó y se mantuvo conversando con Geiner hasta las 20:34:38 horas, siendo que en este tiempo, se logró determinar cómo Luis Diego Retana Naranjo, se mantuvo observando directamente hacia donde se encontraban Geiner Zamora y Jiménez Fernández, inclusive al ser las 20:29:12 horas, este sujeto Retana Naranjo volteó su cuerpo, dándole la espalda al punto donde se encontraban Geiner Zamora y Jiménez Fernández inmediatamente colocó su teléfono celular a la altura de su pecho, alejado del mismo y con dirección a un costado de su cuerpo, coincidiendo con la posición en que se ubicaba Geiner Zamora, para realizar una captura desde la cámara frontal del dispositivo, lo que se conoce como selfie", cita el expediente judicial.

La policía denominó esta investigación como Operación Justicia, en referencia al objetivo de hacer justicia por la muerte de uno de sus compañeros, quien investigaba grupos criminales dedicados a la venta de droga, homicidios y delitos relacionados.

La revisión de estos videos fue clave para confirmar la relación entre el gatillero —un joven de 29 años llamado Josué Méndez Núñez, alias Gato— y un sujeto de apellidos Castro Moya, líder del grupo conocido como Cotoño.

Las cámaras no solo confirmaron que el grupo mantenía puntos de venta en varias localidades de Pococí y los movimientos de sus miembros, sino que también mostraron agresiones con armas, asaltos y otros delitos en los que habrían participado.

Gato, el supuesto autor intelectual del crimen, y el autor material de la orden permanecen en prisión desde inicios de año, tras ser detenidos por otros expedientes. El sicario quedó registrado en videos al ingresar al local comercial y disparar en reiteradas ocasiones contra el agente, quien tenía 15 años de servicio.

Tras el ataque, el subjefe del OIJ fue trasladado en condición delicada al hospital local y posteriormente a un centro médico en San José, donde murió días después.

El lunes 19 de mayo, con videos de cámaras de vigilancia, el OIJ reveló que dos sujetos habrían fotografiado a Zamora y luego compartido la imagen en un chat para facilitar su identificación al gatillero. Ambos estaban dentro del restaurante donde ocurrió el ataque armado.

Según la investigación, el sicario disparó varias veces con un arma de fuego que llevaba en su mano derecha. Se determinó que salió desde Toro Amarillo en una bicimoto y llegó así al sitio del crimen.

Posterior a los disparos, este hombre salió corriendo del sitio y, según lograron rastrearlo en videos de otros establecimientos, se deshizo de varias prendas para tratar de evadir a las autoridades.

Después del ataque, huyó hacia Los Lagos, en Guápiles, y se internó en un charral, donde dejó el vehículo y algunas prendas. Minutos más tarde, cámaras de seguridad lo captaron caminando con otra ropa cerca del estadio Ebal Rodríguez.

Según la investigación, desde julio del 2019 hasta noviembre del 2025, los sospechosos se habrían asociado y formado parte de una célula criminal del grupo de Alejandro Arias Monge, alias Diablo. En apariencia, se dedicaron a traficar drogas en la zona de Toro Amarillo y otros sectores de Pococí.