Casos “Luceros”, “Guarumal” y “Curry”, premiados como las mejores investigaciones del OIJ en 2025
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) premió los tres trabajos policiales más destacados del 2025 ejecutados por agentes de diferentes secciones y delegaciones del país, durante una ceremonia realizada este lunes.
El primer lugar fue para el caso denominado Los Luceros, trabajado en conjunto por la Sección de Homicidios y la Sección Especializada en Violencia de Género, Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la policía judicial.
Este permitió traerse abajo una red de trata de mujeres, principalmente extranjeras, por parte de un grupo de hombres considerado la primera célula del Tren de Aragua, la poderosa megapandilla considerada la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo delictivo de ese país que logró afianzarse fuera de sus fronteras.
El segundo lugar fue para el caso Guarumal, que permitió desarticular a una importante organización criminal que traía grandes cantidades de estupefacientes desde puertos de Colombia hasta Costa Rica, mediante su ingreso por el Triángulo de Osa, en la Zona Sur del país.
La agrupación utilizaba casas de seguridad en distintas localidades y condominios de lujo para resguardar el producto ilegal.
El tercer lugar fue para el caso Curry: se trató de uno de los operativos más grandes del año, que permitió golpear a una estructura criminal señalada por una oleada de decenas de homicidios en la región del Caribe.
La organización era liderada por George Michael Paniagua Rivera, alias Curry, quien se había aliado con el jefe de sicarios de Limón, Tony Alexander Peña Russell, alias La T, para tratar de monopolizar la venta de drogas en Matina y eliminar mediante asesinatos a sus rivales.
Esto los puso en conflicto con el grupo de Jonathan Pérez Méndez, alias Tan, sujeto que a su vez mantiene vínculos cercanos con Alejandro Arias Monge, alias Diablo, el criminal más buscado del país.
La premiación fue conducida por el director a. i. del OIJ, Michael Soto, con la presencia del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre, así como de otros magistrados y autoridades judiciales.
Durante el evento también fueron destacados varios funcionarios por su labor en el cuerpo policial, así como proyectos desarrollados para mejorar la lucha policial.
Caso Los Luceros
El OIJ desarticuló en julio, una célula criminal conformada por una decena de suramericanos que operaba en Costa Rica una red de trata de personas y explotación sexual. El grupo se hacía llamar "Los Orientales", por la región de Venezuela de donde eran originarios.
La banda estaba integrada por nueve venezolanos, un ecuatoriano y una mujer nicaragüense. Varios de ellos fueron detenidos el 16 de julio, al figurar como sospechosos de someter a mujeres venezolanas a servicios sexuales forzados y de estar vinculados con un doble homicidio.
Esta es la primera vez que se confirmó en Costa Rica la operación de sujetos relacionados con el Tren de Aragua, la poderosa pandilla venezolana con presencia en Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Chile.
Su expansión se ha visto favorecida por el éxodo de migrantes venezolanos y el control que ejercía desde la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua, donde se gestaban y administraban células criminales en el extranjero.
Aunque Los Orientales fueron identificados como una célula que inicialmente respondía al Tren de Aragua, la investigación no encontró evidencia de una línea de mando directa con el máximo líder de esa pandilla, Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias "Niño Guerrero".
No obstante, para las autoridades costarricenses, impedir que estas células se consoliden es crucial para evitar que incursionen en otros delitos graves, como el narcotráfico y el tráfico de armas.
Según la investigación, las víctimas eran captadas en Venezuela con ofertas de empleo y una vida mejor. Una vez en Costa Rica, eran incomunicadas, despojadas de sus documentos y forzadas a mantener relaciones sexuales con hasta 100 hombres, bajo la amenaza de una supuesta deuda de entre $5.000 y $8.000 por su traslado y manutención. También eran sancionadas con multas para impedirles abandonar la organización.
Durante los allanamientos en San José, Alajuela y Puntarenas, el OIJ incautó vehículos, dinero en efectivo, armas, equipos electrónicos y teléfonos celulares. Se identificaron al menos 20 víctimas, tres de ellas ya con denuncia formal. Con esta operación, la Policía Judicial considera haber dado un golpe clave para frenar la expansión del Tren de Aragua en territorio costarricense.
Caso Guarumal
Esta investigación fue liderada en octubre pasado por la Sección Especializada de Crimen Organizado y permitió desarticular a una banda dedicada a importar droga desde Sudamérica, ingresándola al país por el Triángulo de Osa y almacenándola en suelo costarricense.
El 21 de octubre se ejecutó un amplio despliegue entre el Valle Central y el sur costarricense para detener a varios sujetos —entre costarricenses y colombianos— que traían cocaína y marihuana desde el puerto del municipio de Turbo, en Antioquia (Colombia), para tenerla en Costa Rica y luego exportarla a Norteamérica.
Ese día, dentro de una vivienda en el residencial Bosques Doña Rosa, en una exclusiva zona de Cariari de Heredia —que funcionaba como una de las casas de seguridad donde la estructura ocultaba el producto ilícito—, se encontraron cerca de 200 kilogramos de droga: 194 paquetes de aparente cocaína, paquetes de marihuana y armas de fuego.
Dentro de la vivienda también se ubicó una bodega subterránea, que a simple vista tenía apariencia de ser usada para el almacenaje de alijos, protegida con una puerta de seguridad. Los perros especializados detectaron presencia de droga.
Uno de los cabecillas, Germán Bedoya Flores, fue capturado en un primer allanamiento en la urbanización El Portillo, en Turrúcares de Alajuela, en una vivienda de menor valor. Posteriormente fue trasladado a este segundo punto, donde se decomisó la droga.
Miembros de la estructura criminal tenían en su poder fusiles de asalto, marihuana y metanfetaminas, según el expediente judicial del caso. También producían las embarcaciones utilizadas.
Asimismo, se determinó que esta organización, desarticulada en Palmar Sur de Osa, invertía sus ganancias derivadas del tráfico de cocaína hacia Costa Rica en gasolineras y otros negocios en Colombia.
El caso fue nombrado así porque la agrupación utilizaba la zona de Guarumal para sacar la droga del manglar de Sierpe, hasta donde llegaban los bultos. Los líderes del grupo también compraron un viejo hotel en La Palma de Osa para transformarlo en un centro turístico, obras que estaban en curso al momento de los allanamientos.
Caso Curry
El 9 de julio, el OIJ de Batán ejecutó un amplio despliegue de 45 allanamientos para llevar ante la justicia a un grupo criminal que operaba en Matina de Limón y en varias cárceles del país, donde se inspeccionaron las celdas de alias Curry y Peña Russell, quienes presuntamente dirigían las operaciones desde prisión.
Al parecer, ambos se aliaron para conformar una coalición criminal que enfrentara en Matina al grupo liderado por alias Tan o Perro, otro cabecilla de la zona, entonces prófugo.
Tan mantiene, además, fuertes vínculos con alias Diablo, el criminal con dominio de múltiples actividades delictivas en Pococí y otros cantones del norte del país. Por él, el Gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de $500.000.
Durante la inspección penitenciaria, el OIJ encontró un teléfono celular en la celda de Curry. En el caso de Peña Russell, durante más de un año de estancia en prisión, se le han decomisado al menos cuatro teléfonos móviles, algunos con cargador, chip e incluso dos espigas, a pesar de estar ubicado en una zona de máxima seguridad.
Según las pesquisas, esta alianza criminal habría ordenado desde prisión la ejecución de al menos 15 personas, así como seis atentados más. Entre las víctimas figuran miembros de grupos rivales y también integrantes de su propia organización.
La investigación se remonta a inicios de 2023, producto de un triple homicidio ocurrido el 13 de abril de ese año en Venecia de Matina, motivado por disputas territoriales entre esta red y organizaciones rivales dedicadas a la distribución de crack, marihuana y cocaína.
Ese día, varios gatilleros llegaron hasta un establecimiento comercial y mataron a dos personas. Colateralmente, acabaron con la vida de un tercero, un inocente sin relación con actividades delictivas.
Además, se les atribuyen tres homicidios dobles (seis víctimas más). Uno ocurrió el 20 de octubre de 2023, cuando dos hombres fueron asesinados en el sector de Ramal 7, en Matina.
Otro se registró el 12 de febrero de 2024, también en Venecia de Matina, donde murieron un hombre y una mujer. Un tercer doble homicidio se registró el 14 de junio de 2024, cuando dos mujeres fueron asesinadas en un estudio de tatuajes en el sector de Cuba Creek.
En total, al menos cinco miembros de la banda de Curry fueron asesinados por integrantes de la misma estructura. A ellos se suma una víctima colateral, un femicidio y ocho integrantes del grupo rival.
Por otra parte, se vincula a esta organización con al menos seis tentativas de homicidio ocurridas durante el desarrollo de la investigación. Además, agentes del OIJ de Batán lograron frustrar un ataque que, presuntamente, estaba siendo planeado contra un funcionario judicial.

