Abuela de Keibril creía que pancita de embarazo de su hija “era porque comía mucho”
Fabiola Amador, la abuela de Keibril y madre de la niña de 12 años que al parecer fue violada por Hugo Casasola, testificó durante este lunes en el juicio contra Hugo Casasola Salas, acusado de sustraer a la pequeña de 9 meses.
Relató que las primeras sospechas sobre la gestación se dieron porque una vecina hizo un comentario que le parecía que la menor tenía una "pancilla" de embarazada, a lo que Amador respondió que no era posible, porque ella era una niña.
Además, aseguró que ella respondió que la "pancilla" era porque la niña comía mucho, dado que tenía 12 años en ese momento. Según la mujer de 31 años, en primera instancia se creía que el embarazo era producto de una relación con otro niño de la escuela.
Yo le pregunté y le pregunté. Eso cayó en Semana Santa, porque me acuerdo muy bien. Yo iba a poner la denuncia el lunes, pero alguien se me adelantó a ponerme la denuncia, porque no sabía que había un PANI 24/7.
Eso pasó como un jueves y el PANI cayó un sábado. Llegaron a la casa con policías. Ellos hablaron con ella, se la llevaron aparte y no sé qué le preguntaron. Me preguntaron a mí y yo les dije lo que ella me dijo a mí, que era un chiquito de la escuela.
Amador aseguró que posterior a eso, siguiendo las instrucciones de los funcionarios, acudió a realizarle pruebas médicas a la menor y se enteraron de que tenía ya 6 meses de embarazo.
La misma vecina que tenía sospechas del embarazo de la niña, fue la que tuvo las primeras presunciones de que Casasola era el padre, una idea también rechazada por Amador, dado que asegura que el sujeto se comportaba cariñoso con todos sus hijos.
Sospechaba nada más, porque ella tampoco dijo nada como que supiera, solamente sospechaba. Nunca nadie me dijo si vieron a Hugo con mi hija.
La mujer reconoció que previo a que toda la situación se destapara, el PANI intervino en una ocasión, cuando le habían retirado los dos hijos que tenía en el momento. Fue en esa época cuando conoció a Casasola, ella trabajaba y empezó a salir con el sujeto, quien la llevaba a visitar a sus hijos.
Tiempo después, fue cuando el Patronato le entregó nuevamente los menores bajo las condiciones de que debía tener un domicilio fijo y estar trabajando.
