Murió Jim Lovell, el astronauta que comandó la misión Apolo 13
El legendario astronauta de la NASA Jim Lovell, comandante de la misión Apolo 13 y figura clave en uno de los episodios más dramáticos de la exploración espacial, murió a los 97 años en Lake Forest, Illinois. La agencia espacial estadounidense confirmó la noticia, aunque no reveló la causa del fallecimiento.
Lovell deja una huella profunda en la historia de la exploración humana. Oficial de la Marina de Estados Unidos y piloto de pruebas, fue seleccionado como astronauta en 1962, en plena carrera espacial entre Washington y Moscú. Su trayectoria incluyó cuatro misiones: Gemini 7, donde participó en el primer encuentro espacial de la historia; Gemini 12, que perfeccionó técnicas de actividades extravehiculares; Apolo 8, la primera misión tripulada en orbitar la Luna; y finalmente Apolo 13, que lo convertiría en símbolo de liderazgo y temple ante la adversidad.
El 11 de abril de 1970, Lovell despegó junto a John Swigert Jr. y Fred Haise Jr. con el objetivo de realizar el tercer alunizaje tripulado de la NASA. Sin embargo, a casi 320.000 kilómetros de la Tierra, la explosión de un tanque de oxígeno en el módulo de servicio dejó a la nave sin energía y con recursos vitales al límite. Fue entonces cuando Lovell transmitió a Houston la frase que se volvería icónica: "Houston, tenemos un problema".
Durante cuatro días, la tripulación y el equipo de control en Tierra improvisaron soluciones para racionar oxígeno, energía y agua, y trazaron un plan de emergencia que consistió en rodear la cara oculta de la Luna y aprovechar su gravedad para emprender el regreso. El rescate culminó con un amerizaje seguro en el océano Pacífico, considerado una de las mayores hazañas técnicas y humanas de la NASA.
La historia fue llevada al cine en 1995 en la película Apolo 13, protagonizada por Tom Hanks en el papel de Lovell. El propio astronauta hizo un breve cameo en el filme, interpretando al capitán del portaaviones que recibió a la tripulación.
Lovell se retiró de la NASA en 1973, pero siguió activo como conferencista y autor. En 1994 publicó Lost Moon, un libro de memorias sobre el Apolo 13, y en sus últimos años participó en actividades educativas y eventos con jóvenes interesados en la ciencia.