Fentanilo: ¿Qué implica la orden de Trump que lo declara “arma de destrucción masiva”?
Si tiene solo unos segundos, lea estas líneas:
- Donald Trump declaró al fentanilo ilícito como "arma de destrucción masiva", un paso inédito que traslada la lucha antidrogas del ámbito sanitario al de la seguridad nacional y la militarización.
- La nueva clasificación habilita al Pentágono, a las agencias de inteligencia y a la Justicia a usar herramientas excepcionales, aunque expertos cuestionan su base legal y advierten que no aborda la raíz de la crisis de adicciones.
- La decisión tiene fuertes implicaciones internacionales: apunta a México y China, justifica sanciones y aranceles, y refuerza un enfoque exterior más agresivo contra el narcotráfico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva sin precedentes. El documento clasifica al fentanilo ilícito como un "arma de destrucción masiva" (ADM).
El anuncio se realizó en un acto en la Casa Blanca, durante una ceremonia de condecoración a militares por su labor en la frontera con México. Con esta decisión, la lucha contra el opioide sintético dejó de plantearse solo como una crisis de salud pública y pasó al terreno de la seguridad nacional, en un plano comparable al de la guerra química.
Trump defendió la medida como un paso adicional para proteger a la población del "flagelo del fentanilo mortal". El mandatario sostuvo que, si su impacto se midiera como una guerra, figuraría entre las más devastadoras. Afirmó que cientos de miles de personas mueren cada año por esta droga.
El significado político y la militarización de la lucha contra el fentanilo
La designación de una droga como ADM no tiene precedentes en el ámbito del narcotráfico. Su carga política resulta significativa. El mensaje legitima el uso de acciones de fuerza de alto nivel.
Al clasificar el fentanilo como ADM, Trump lo equiparó a un instrumento diseñado para causar la muerte mediante sustancias tóxicas, venenos o agentes biológicos y radiactivos. La orden ejecutiva afirma de forma explícita que "el fentanilo ilícito se asemeja más a un arma química que a un narcótico".
La medida se inscribe en una política antidrogas con un enfoque cada vez más militar. Tras su regreso al poder, Trump designó a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Esa decisión abrió la puerta a acciones militares directas.
La administración sostiene que adversarios de Estados Unidos participan en el tráfico de fentanilo con la intención de provocar un daño masivo a la población.
¿Qué permite la nueva clasificación del fentanilo?
La clasificación autoriza al Pentágono a brindar apoyo a las fuerzas policiales. También habilita a las agencias de inteligencia a utilizar herramientas reservadas para la lucha contra la proliferación de armas.
La orden instruyó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, en coordinación con la secretaria de Seguridad Nacional, a actualizar los protocolos de respuesta a incidentes químicos para incluir el fentanilo ilícito. El texto también ordenó al fiscal general impulsar cargos agravados y penas más severas contra los responsables del tráfico.
Varios especialistas cuestionaron, en medios estadounidenses, la base legal y el impacto práctico de la designación. Las ADM se definen, de forma histórica, como dispositivos creados para causar daños masivos e inmediatos. Algunos analistas dudan de que el fentanilo pueda utilizarse como un arma de ese tipo en ataques terroristas a gran escala.
Las críticas también surgen desde el ámbito sanitario. Diversos expertos señalan que las muertes por fentanilo se explican por la adicción generalizada a los opioides. No responden a un uso deliberado de la droga como arma.
Implicaciones internacionales
La clasificación como ADM puede generar tensiones diplomáticas. Trump ya acusó a adversarios de Estados Unidos de participar en el tráfico del opioide. La orden sostiene que la fabricación y distribución del fentanilo amenazan la seguridad nacional y alimentan la inestabilidad en el hemisferio y en las fronteras.
México figura como la principal vía de ingreso del fentanilo ilícito a territorio estadounidense. China aparece como el origen de muchos precursores químicos. La orden faculta al Departamento de Estado y al Departamento del Tesoro a actuar contra activos e instituciones financieras vinculadas a la producción y venta del opioide. Trump impuso aranceles a ambos países por lo que considera una cooperación insuficiente para frenar el flujo de la droga.
La decisión refuerza además un enfoque exterior más agresivo. El presidente amenazó en varias ocasiones con operaciones militares en México, Colombia y Venezuela para combatir el narcotráfico.
Desde setiembre, Estados Unidos ejecutó más de 20 ataques contra presuntas embarcaciones dedicadas al tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico.