El bloqueo yihadista que asfixia a Malí: 10 preguntas para entender la nueva crisis
Si tiene solo unos segundos, lea estas líneas:
- El grupo yihadista JNIM impone un bloqueo económico que asfixia a Malí y expone el colapso del Estado.
- La dependencia de la junta militar de Rusia y de Wagner/África Corps, sumada a décadas de gobernanza débil, tensiones étnicas y crisis climática, profundiza la inestabilidad y alimenta el avance de grupos armados.
- La población enfrenta desplazamientos masivos, hambre creciente y servicios colapsados, mientras la violencia se expande y el país queda atrapado en un deterioro regional difícil de contener.
Malí, en pleno corazón del Sahel, es hoy el epicentro del yihadismo internacional. La retirada de las fuerzas francesas y de la misión de paz de la ONU (Minusma) abrió un vacío de seguridad que los grupos armados aprovecharon.
El país enfrenta ahora una ofensiva agresiva de Jama'at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), filial de al-Qaeda, que impulsa una "guerra económica" para paralizar al Estado. Este escenario se agrava por fallas históricas de gobernanza y por la creciente dependencia de actores externos controvertidos, como Wagner/África Corps de Rusia.
1- ¿Cuál es la situación actual de Malí en el mapa mundial del terrorismo?
Malí figura entre los países más golpeados por el terrorismo. El Índice de Terrorismo Global lo ubica en el tercer lugar del mundo.
El Sahel concentra casi la mitad de las muertes registradas por terrorismo a nivel mundial y un cuarto de los ataques globales. Cinco de los diez países más afectados se encuentran en esta región.
2- ¿Quiénes son los actores yihadistas que sostienen la crisis?
Dos organizaciones dominan la violencia. JNIM, filial de al-Qaeda, nació en 2017 como una coalición de grupos salafistas y se consolidó como el actor más fuerte del país. Duplicó sus ataques en 2023 y expandió su influencia en Malí y Burkina Faso con el objetivo de imponer su modelo de gobernanza islámica.
IS-Sahel, rama del Estado Islámico, opera en la frontera entre Burkina Faso, Malí y Níger. Duplicó el territorio bajo su control desde agosto de 2023 y mantiene una disputa directa con JNIM. Ambos compiten por territorio y buscan instaurar un estado islamista.
3- ¿Quién lidera actualmente el gobierno de Malí?
Malí está bajo el mando de una junta militar que tomó el poder mediante dos golpes de Estado en 2020 y 2021. El coronel Assimi Goita asumió la jefatura de Estado tras el segundo golpe. Los militares justificaron su intervención por el avance de la insurgencia y por fallas de gobernanza y corrupción. La transición democrática quedó estancada, las elecciones previstas para 2022 y luego para 2024 no se realizaron y el gobierno enfrenta presión regional e internacional.
La constitución aprobada en junio de 2023 reforzó el poder presidencial y otorgó amnistía a los autores de golpes anteriores. La comunidad internacional critica a la junta porque prioriza la supervivencia del régimen frente a la protección civil o la estabilidad nacional. Esta debilidad política sirve a los yihadistas para reclutar y expandirse.
4- ¿En qué consiste el bloqueo económico impuesto por JNIM?
El bloqueo se basa en ataques sistemáticos contra los camiones cisterna que transportan combustible hacia Malí, un país sin salida al mar que depende casi por completo de las importaciones desde Costa de Marfil y Senegal. La escasez afecta el transporte, provoca filas en las gasolineras y genera una crisis eléctrica por la falta de diésel para los generadores que sostienen hospitales y servicios básicos.
Los precios de los alimentos se triplicaron por el aumento en los costos de transporte y por la caída en el flujo de mercancías. Escuelas y universidades cerraron por la imposibilidad de trasladar estudiantes y docentes. Aunque el objetivo inmediato es paralizar la economía, el bloqueo también exhibe la fragilidad del Estado y obliga al gobierno a adoptar una postura defensiva.
5- ¿Cómo financian sus operaciones los grupos armados?
JNIM obtiene recursos de secuestros y rescates, que representan una parte importante de su presupuesto. Malí también funciona como corredor para la cocaína que viaja desde Sudamérica hacia Europa. Los grupos cobran por protección, permisos o acompañamiento a las redes de contrabando.
La minería ilegal de oro también genera ingresos mediante extorsión o control de zonas productivas. El robo de ganado, cada vez más frecuente, completa este sistema de recursos.
6- ¿Qué efectos tuvo la salida de Francia y de la ONU?
La retirada de las misiones extranjeras aceleró el deterioro de la seguridad. Francia concluyó la Operación Barkhane en 2022 tras una década de despliegue. La fricción con la junta de Bamako provocó la salida de sus tropas y dejó zonas estratégicas sin contención.
En junio de 2023, el gobierno militar exigió el retiro inmediato de la misión Minusma como parte de una maniobra política que buscó apoyo interno y presentó falsamente a los cascos azules como una extensión del poder francés.
La misión actuaba como freno a la expansión del conflicto hacia los centros urbanos y su salida redujo el monitoreo de derechos humanos, la protección de civiles y la aplicación del Acuerdo de Paz de 2015.
7- ¿Qué papel juegan Rusia y el Grupo Wagner/África Corps?
La junta militar selló su alianza con Wagner a finales de 2021. Su presencia se caracteriza por violaciones de derechos humanos, ejecuciones extrajudiciales, saqueos y abusos en todo el país. El episodio más grave ocurrió en Moura, en 2022, cuando las fuerzas malienses, con apoyo de Wagner, ejecutaron a más de 300 civiles. El gobierno bloquea investigaciones sobre estas masacres y alimenta el resentimiento de comunidades marginadas, lo que beneficia el discurso de reclutamiento de JNIM, que se presenta como protector de la población.
La dependencia del apoyo ruso es costosa. Malí paga cerca de $10 millones al mes por estos servicios, lo que amplía la influencia de Moscú en la política interna.
8- ¿Cuáles son las raíces de la inestabilidad?
La crisis tiene un origen estructural. El Estado mantiene una presencia débil en zonas rurales donde el acceso a servicios básicos es limitado y la población vive con un fuerte sentimiento de abandono.
Las tensiones étnicas, agravadas por la disputa entre comunidades pastoras y agrícolas, crecen por la escasez de tierra y agua. El cambio climático añade presión y dispara estos conflictos.
La inestabilidad política y los golpes de Estado recientes debilitaron aún más a las instituciones y ampliaron el margen para la expansión yihadista.
9- ¿Cómo afecta la crisis a la población civil?
Las consecuencias humanitarias son severas. Más de 378.000 personas viven desplazadas y otras 318.000 buscaron refugio en países vecinos.
La inseguridad alimentaria avanza y cerca de 819.000 personas enfrentarán hambre aguda durante 2025. La niñez es uno de los grupos más afectados. Varias zonas del país permanecen fuera del alcance de organizaciones humanitarias por la inseguridad, lo que dificulta la entrega de asistencia.
10- ¿Existe riesgo real de que los yihadistas tomen Bamako?
Bamako es el centro político y económico del país. Su caída tendría efectos irreversibles. JNIM atacó la capital en otras ocasiones y ahora impulsa una estrategia que combina presión económica y descontento social. Su objetivo parece ser la caída de la junta militar y no un control directo de la ciudad, para lo cual no cuenta con capacidades administrativas o militares.
El gobierno asegura que la capital no está en riesgo y que mantiene el control del suministro de combustible. Sin embargo, el impacto del bloqueo daña su credibilidad y expone debilidades profundas.
