Dinamarca insta a Trump a respetar su soberanía tras nombramiento de emisario para Groenlandia
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump afirma que "necesita" a esa isla estratégicamente situada y rica en recursos naturales para garantizar la seguridad de Estados Unidos, e incluso se ha negado a descartar el uso de la fuerza para hacerse con ella.
El presidente estadounidense anunció el domingo en la noche que designó al gobernador de Luisiana, el republicano Jeff Landry, como emisario especial de Estados Unidos para Groenlandia.
"Jeff comprende lo esencial que es Groenlandia para nuestra seguridad nacional y promoverá con firmeza los intereses de nuestro país en favor de la seguridad y la supervivencia de nuestros aliados y, de hecho, del mundo. ¡Felicitaciones, Jeff!", escribió en su red Truth Social.
El ministro de Relaciones Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, expresó que está "profundamente indignado" por el nombramiento, que calificó de "inaceptable", y dijo en una entrevista con la cadena local TV2 que la cancillería convocará al embajador de Estados Unidos en los próximos días "para obtener una explicación".
Landry agradeció a Trump en X por el "honor" y se declaró "voluntario para hacer que Groenlandia forme parte de Estados Unidos" y precisó que el nuevo cargo "no afecta en modo alguno" sus funciones como gobernador.
La mayoría de los 57.000 habitantes de Groenlandia quieren independizarse de Dinamarca, pero no desean formar parte de Estados Unidos, según una encuesta realizada en enero.
Los dirigentes tanto de Dinamarca como de Groenlandia han insistido repetidamente en que la isla ártica no está en venta y que ella misma decidirá su futuro.
"El nombramiento confirma el continuo interés de Estados Unidos en Groenlandia", dijo el lunes el ministro de Relaciones Exteriores danés en un comunicado enviado a la AFP.
"Insistimos en que todos, incluidos Estados Unidos, deben mostrar respeto por la integridad territorial del Reino de Dinamarca", añadió.
Groenlandia se encuentra estratégicamente situada entre Norteamérica y Europa, en un momento en que Estados Unidos, China y Rusia muestran un interés creciente por el Ártico, donde se han abierto rutas marítimas debido al cambio climático y abundan las tierras raras.
