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Mujer que denunció a Mauricio Batalla por abuso sexual: “Me pasó la lengua por la cara”

Expediente confirma que hechos ocurrieron en el bar que Batalla y su hermana tenían en San Pedro.

Por Carlos Castro | 26 de Mar. 2025 | 8:55 pm

La mujer que denunció ante la Fiscalía Adjunta de Género sufrir al menos tres episodios de abuso sexual por parte del exministro de Obras Públicas y Transportes, Mauricio Batalla Otárola, narró en su relato de hechos las presuntas acciones cometidas por el exfuncionario.

La víctima presentó la denuncia en el 2022, pero en noviembre del 2024 desistió de seguir con el proceso, luego de llegar a un acuerdo extrajudicial con Batalla de retirar la denuncia, a cambio de un pago de 3 millones de colones, según consta en el pacto de confidencialidad que firmaron ambos y al que este medio tuvo acceso.

Con ese documento, el exjerarca se libró de enfrentar un juicio por una acusación de tres delitos de abuso sexual, cuando ya todo estaba listo para que el Juzgado definiera si el caso llegaría a esa instancia de debate.

Por ese motivo, el Juzgado Penal de Goicoechea concluyó, mediante resolución del 11 de noviembre de 2024, que se ordenara sentencia de sobreseimiento definitivo en favor de Batalla, es decir, que se archivara la causa.

Esto no significa que el exministro fuera absuelto o declarado inocente, sino que, ante el desinterés de la víctima de continuar con el proceso, se debía concluir de esa forma.

El expediente judicial incluye el informe 951-SEVGTTP-DM-2022 que realizó la Sección Especializada Contra la Violencia de Género, Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), basado en el testimonio de la víctima y cuatro testigos que la denunciante presentó.

El texto expone los presuntos actos que habría cometido Batalla. Supuestamente, aprovechándose de que era jefe de la joven denunciante en los restaurantes de comida mexicana que tenía en San Pedro, la mujer relató que a principios de 2019, sin especificar la fecha, fue contratada en el negocio que tenían en sociedad el exministro y su hermana Viviana Batalla.

Tres días después de haber empezado a trabajar, la mujer conoció a Mauricio Batalla, quien en apariencia le pidió el número de teléfono para poder agregarla en un grupo de WhatsApp del trabajo. Sin embargo, supuestamente el exjerarca aprovechó para empezar a escribirle a nivel personal.

"Aproximadamente dos días después, Mauricio me escribió por medio de WhatsApp del número xxxx-xxxx a mi número (no recuerdo cuál era porque lo cambié). En ese mensaje me puso que yo era muy bonita. Yo no le contesté nada, traté de ignorarlo porque la esposa de él también era mi jefa", narró la joven.

No obstante, las cosas presuntamente escalaron a otro nivel cuando ella tenía varios días de trabajar y ver con frecuencia a su jefe, quien aparentemente empezó a cometer actos indebidos en el lugar de trabajo.

"Después de que Mauricio me envió ese mensaje, empezó a agarrar más confianza porque no me hablaba como un jefe a un empleado, sino como a un amigo más. Mauricio en varias ocasiones me pidió besos; yo lo quitaba y le decía que no quería. En muchas ocasiones se iba encima mío a darme el beso en la boca. Eso pasaba siempre en la barra del bar; yo siempre lo esquivaba y no lograba darme el beso. Eso pasó en todo el tiempo que trabajé ahí, durante aproximadamente un año y medio. Yo dejé de trabajar ahí en julio de 2020", relató.

Una semana después, el asunto llegó a otro nivel, cuando según el expediente, la víctima fue metida a la fuerza por Batalla en una bodega del restaurante, momento en que se dieron actos mucho más graves que los anteriores.

"(…) me tomó de la cara con una mano y me empezó a pasar la lengua por toda la cara, y con la otra mano me tocaba las nalgas, las piernas, la espalda. Esto lo hacía con la mano abierta, como acariciándome. Yo lo empujé y salí de la bodega, yo salí asustada. La bodega se ubicaba en la parte final del bar, frente a los baños, la puerta siempre permanecía entreabierta. Cuando eso pasó, estaba abierta; en ese momento solo estábamos nosotros y el de la cocina, que estaba fumando afuera del local. Pasó en horas de la tarde, ya estaba abierto el restaurante, pero no había clientes. Él después salió y se fue, en ningún momento me dijo nada", dice la declaración de la mujer.

Dos semanas después, presuntamente hubo otro incidente similar, justo el día en que se tenía prevista la inauguración del negocio en San Pedro. Según la ofendida, ese día Batalla tomó mucho licor y se embriagó. En medio de la algarabía del evento le pidió que fueran a bailar.

"(…) la esposa de Mauricio estaba en el restaurante con él. Yo no le respondía, y Mauricio se acercó a la barra, me tiró un billete de veinte mil colones, se me acercó y me dijo que le diera un beso, que cuando terminara el evento él me llevaría a mi casa. Cuando terminó el evento, se ofreció a llevarnos a mi hermana y a mí, pero yo le dije que no, y nos fuimos en Uber", añadió al relato.

Además de estos actos, supuestamente Batalla siguió insistente con la joven pidiéndole que le diera besos, que "estaba muy buena" y que se perdieran (irse del lugar solos). Incluso cuando la esposa estaba en el restaurante, él le seguía enviando mensajes diciéndole que se veía muy guapa.

"En ocasiones se emborrachaba y llegaba a buscarme para decirme cosas como ‘hoy está muy rica', ‘qué rico pasarle la lengua por todo el lado', que ahora me iría a dejar y que nos íbamos a perder. Yo nunca le decía nada, me iría a dejar porque me daba miedo de que la esposa se enterara y creyera que yo era la culpable", mencionó la mujer.

También recordó que un día uno de los cocineros del restaurante fue testigo de cómo Batalla le tocó las nalgas estando ella en la barra. El hombre, al parecer, se molestó mucho e incluso increpó a Batalla, pero ella lo detuvo por miedo a que los dos perdieran el trabajo.

La agraviada contó que cuando cerraron el restaurante de San Pedro, en julio de 2019, el exministro le pidió que lo acompañara al parqueo para que le ayudara a trasladar unas cosas del carro a la cocina, momento que supuestamente habría aprovechado para cometer otro de los abusos.

"(…) yo iba con Mauricio hacia el carro y él me dio una nalgada fuerte. Yo me volteé y le pegué un manotazo en la espalda y le dije ‘cálmese'. Después, en ocasiones, me enviaban a trabajar al restaurante de Terramall, y en ese restaurante, en una ocasión, me dijo que le pasara el datáfono que se encontraba debajo de un mueble. Yo me agaché para tomar el datáfono, y Mauricio me dijo de manera sarcástica ‘qué bien se agacha'. Eso pasó como en junio de 2020, como un mes antes de renunciar", detalló la mujer.

Después de esa acción, ella decidió renunciar ante el constante acoso que en apariencia recibía del denunciado y habló con Viviana Batalla, para contarle lo que pasaba. Ella supuestamente se había enterado recientemente de lo que estaba ocurriendo por medio de otra excompañera a la que la denunciante le contó los episodios de abuso.

Contó que la señora le brindó apoyo, pero aun así, por temor, la denunciante no quiso decirle nada de lo que estuvo sucediendo.

En el proceso judicial, el extitular de Transportes presentó a dos testigos para que respaldaran su posición de inocencia. Se trata de otra de sus hermanas y su esposa. Ambas coincidieron en que esto se dio como represalia por una pelea familiar y que, presuntamente, Viviana había enviado a la joven a poner la denuncia contra Mauricio como una venganza por problemas que tuvieron cuando fueron socios administradores del restaurante mexicano.

Ellos decidieron separarse del negocio semanas después de que supuestamente ocurrieran los hechos, y la defensa de Batalla es que su familiar utilizó a la joven como parte de una estrategia para dañar su reputación.

 

Pese a que se recogió este relato y la mujer había presentado a cuatro testigos el acuerdo extrajudicial evitó que el caso llegara a juicio, pues se firmó el 6 de noviembre de 2024, cinco días antes de la audiencia que se había programado para que el Juzgado decidiera si elevaba a juicio el caso.

Para entonces, Batalla ya era ministro del MOPT (fue designado en el cargo en marzo de 2024) y estaba cubierto por la inmunidad que le otorga la Constitución Política por formar parte de un supremo poder de la República.

El exjerarca primero asumió como director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) el 1 de agosto de 2023, y el 12 de marzo de 2024 fue nombrado como jerarca del MOPT, tras la destitución de Luis Amador Jiménez. Pese a que su condición cambió después de esa fecha, la causa se mantuvo en trámite por la vía ordinaria.

Publicó mensaje tras llamadas de CR Hoy

Intentamos contactar a Batalla, pero tras varias llamadas a su teléfono celular no atendió, ni respondió los mensajes enviados por WhatsApp, donde se le explicó el motivo por el cual se le estaba contactando.

Minutos después de esos mensajes, el exministro publicó un mensaje en su perfil de Facebook diciendo que renunciaba a sus aspiraciones políticas a raíz del contenido de ese expediente judicial.

Costarricenses

Me enteré que en las últimas horas se ha filtrado a la prensa, canalla, extractos de un expediente judicial de mi vida personal. No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que estas distracciones salieron del Poder Judicial.

Como no pudieron sacar absolutamente nada malo en mi gestión pública, tuvieron que rebuscar en mi vida pasada, donde enfrenté un proceso, sí, pero donde los tribunales me declararon inocente de todo cargo.

Quiero decirles que creo firmemente en el proyecto que inició Rodrigo Chaves y en su legado. Al igual que la mayoría de los costarricenses, estoy esperanzado en que las elecciones de 2026 traerán el cambio que Costa Rica necesita.

Entiendo la desesperación de este tipo de prensa, que tiene el afán de proteger a una casta política, recuperar su pauta y destruir, de la manera más ruin, a cualquiera que desee un cambio por una mejor Costa Rica.

No voy a permitir que el estado oscuro y profundo que capturó nuestras instituciones para mantener sus privilegios me utilice en un intento fallido para desprestigiar un movimiento que desea limpiar nuestra patria bendita.

Es por esta razón que, por el amor que le tengo a Costa Rica y a mi familia, he decidido apartarme de la vida política por el tiempo que Dios considere necesario.

Seguiré desde mi vida profesional, contribuyendo desde otra trinchera con esta patria.

No tengo ningún juicio pendiente, fui declarado inocente en el proceso que enfrenté en el pasado y mi función pública fue intachable.

Agradezco el apoyo que siempre recibí de la mayoría de los costarricenses que notaron en mí una persona dedicada a la eficacia, la eficiencia y la transparencia de la función pública.

Siempre seré un ciudadano comprometido con el bienestar de Costa Rica. Dios los bendiga.

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