Muchos hogares “ya no son pobres” por unos cuantos colones
Diferencias que no superan los ¢2.000 ubicaron a personas por encima de la pobreza
Yogebeth Camacho, una mujer de 26 años de edad casada y madre de dos niños, forma parte de uno de los muchos hogares de Costa Rica a los que ya no se les considera “pobres” por una diferencia de unos pocos cuantos colones.
Aunque los ingresos de su familia ni siquiera alcanzan los ¢300.000 al mes, el Estado recalificó su condición socioeconómica, la pasó de “pobreza básica” a “vulnerabilidad a ser pobre” y ya no es elegible para una beca del programa “Avancemos”, la cual era por un monto de ¢18.000 por mes, que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) le otorgó por siete meses para su hija Isabella, de 8 años, quien está por iniciar tercer grado de la escuela, para ayudarla a financiar sus estudios.
“Hace algún tiempo me cambiaron el estado, de condición de pobreza a estado de vulnerabilidad. Me habían cambiado el estado, ya no salgo en los niveles de pobreza que tienen para poder ayudar, saqué cita y me la negaron, ni siquiera me dan chance para ir, uno no es prioridad”, relató a este medio.
Cuando se percató del cambio en su condición, ingresó al sistema del IMAS para sacar una cita y conocer las razones por las cuales ya no se le otorga la ayuda, se la negaron automáticamente y se le indicó que ya no era prioridad, comentó esta mujer de Aguas Zarcas de San Carlos.
Meses atrás, cuando se le aprobó la beca del programa “Avancemos” para su hija, su esposo, el único ingreso del hogar, trabajaba en una fábrica donde ganaba a lo mucho unos ¢70.000 por semana. Ahora labora en otro lugar, “un poquito mejor”, pero igual hay que pagar la luz, el agua y la alimentación de los cuatro, entre otros gastos.
“La beca ahora me hubiera servido para comprarle las cosas de la escuela a mi hija, yo la invierto en ella, no en mí”, lamentó Yogebeth.
La presidenta del IMAS Yorleny León reconoció que una persona puede salir del rango de pobreza por diferencias de muy poco dinero. Sobre el tema, la jerarca lo amplió en una entrevista que saldrá publicada mañana miércoles.
Baja en indicadores
La recalificación que afectó a Yogebeth ocurrió meses después de que la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) mostró en octubre anterior que el porcentaje de hogares en pobreza en Costa Rica disminuyó a 18% ese año, en comparación con 2023.
La reducción fue de 3,8 puntos porcentuales (p.p.) con respecto a 2023, cuando se estimó en 21,8%. El porcentaje de 2024 equivale a 327.081 hogares en situación de pobreza, 63.428 menos que en 2023, según el INEC.
La Enaho también determinó que el porcentaje de hogares en pobreza extrema fue de 4,8% en 2024, lo que representa una disminución de 1,5 p.p. con respecto al año anterior, cuando se estimó en 6,3%. En términos absolutos, estos hogares pasaron de 112.916 en 2023 a 86.748 el año pasado.
Por zona de residencia, la Enaho mostró una disminución en el porcentaje de hogares en pobreza. En la zona rural, bajó de 26,4% en 2023 a 22,1% en 2024, una disminución de 4,3 p.p. En la zona urbana, el porcentaje de hogares pobres pasó de 21,1% en 2023 a 16,4% en 2024, lo que representa una reducción de 3,7 p.p.
Con respecto a la pobreza extrema, se encontraron variaciones en ambas zonas de residencia. El porcentaje de hogares en pobreza extrema en la zona urbana fue de 4,0% en 2024. En 2023 fue de 5,4%. En la zona rural fue de 6,7% en 2024 y de 8,6 % en 2023.
[leer-mas url="https://www.crhoy.com/economia/inec-hogares-en-pobreza-disminuyeron-a-18-en-2024/" caption="INEC: Hogares en pobreza disminuyeron a 18% en 2024″][/leer-mas]
De la euforia a la realidad
Los resultados de la Enaho generaron distintas impresiones en el país.
Causaron euforia en el presidente Rodrigo Chaves y su gobierno que no dudaron en aprovecharlos para atribuirse la caída en los niveles de pobreza a sus políticas económicas y sociales, apoyándose en indicadores de crecimiento de la producción, baja inflación y menor desempleo, entre otros.
Sorprendieron a economistas y técnicos, algunos de ellos puntualizaron limitaciones metodológicas en la encuesta. En círculos políticos de oposición, la reducción de la pobreza se consideró algo “ficticio” que se apoya en cifras que no reflejan el verdadero rostro humano de quienes están en esa condición.
Pero, sin lugar a dudas, en hogares como el de Yogebeth solo generaron incredulidad.
“Lo que quieren es quedar bien como país, la pobreza disminuyó y a la vez no”, manifestó esta mujer.
¿Cómo se mide?
La línea de pobreza es el umbral establecido para clasificar un hogar como pobre o no pobre, representa el monto mínimo requerido para que una persona pueda satisfacer las necesidades básicas “alimentarias y no alimentarias”.
Para su cálculo se requiere contar con el costo de una Canasta Básica Alimentaria (CBA) y una estimación del costo de las necesidades básicas no alimentarias.
Para realizar las estimaciones del nivel de pobreza por ingresos de la población, el INEC utiliza la metodología de línea de pobreza.
En este método se compara el valor de la línea de pobreza extrema y la línea de pobreza con el ingreso per cápita del hogar.
Esto permite clasificar a los hogares en tres grandes grupos: hogares no pobres, hogares en pobreza no extrema y hogares en pobreza extrema.
- Hogares en pobreza extrema: son aquellos con un ingreso per cápita igual o inferior al costo per cápita de la CBA, que para junio de 2024 se estimó en ¢60.697 para la zona urbana y en ¢50.905 para la zona rural.
- Hogares en pobreza no extrema: son aquellos que tienen un ingreso per cápita igual o inferior a la línea de pobreza, pero superior al costo per cápita de la CBA o línea de extrema pobreza.
- Hogares no pobres: son aquellos con un ingreso per cápita que les permite cubrir sus necesidades básicas alimentarias y no alimentarias. Es decir, su ingreso per cápita es superior al valor de la línea de pobreza. Para junio de 2024, este valor fue de ¢127.324 para la zona urbana y de ¢98.673 para la zona rural.
Si se comparan los resultados de los límites de pobreza extrema y pobreza total, según zona de residencia, entre 2023 y 2024 medidos por el INEC, las disminuciones reflejadas el año pasado en el costo en colones de las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias per cápita son mínimas, entre los ¢1.000 y los ¢2.000.
Zona urbana:
- Línea de extrema pobreza: Pasó de ¢62.635 en 2023 a ¢60.697 en 2024.
- Línea de pobreza: Bajó de ¢129.038 en 2023 a ¢127.324 en 2024.
Zona rural:
- Línea de extrema pobreza: Se redujo de ¢51.930 en 2023 a ¢50.905 en 2024.
- Línea de pobreza: Disminuyó de ¢99.537 en 2023 a ¢98.673 en 2024.
¿Menos pobres?
Dos economistas, Luis Vargas, del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), y Leiner Vargas, del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA), plantean sus hipótesis para explicar las conclusiones del INEC, señalan limitaciones de la encuesta y ven con reservas que la pobreza realmente haya cedido en los niveles que mostró la encuesta en 2024.
Ambos reconocen que un hogar pudo “haber dejado la pobreza”, tan solo por una diferencia de unos cuantos colones, aunque su calidad de vida no haya mejorado.
El primero de ellos admite que “lamentablemente” las metodologías para medir la pobreza -como la línea de pobreza o la pobreza medida por ingreso- tienen esa limitación. Para mayor claridad, se puede tener un grupo muy significativo de personas alrededor de ese umbral, pero la diferencia para ubicarse por encima del mismo es poco significativa y no es reflejo de una buena calidad de vida ni les asegura ser beneficiarias de las políticas sociales del Gobierno.
Luis Vargas explicó que lo que se observa de las cifras es que el valor de la canasta que mide la línea de pobreza pudo disminuir en 2024 frente a la escalada de precios en los años anteriores y, en consecuencia, la línea de pobreza se redujo en su valor. En otras palabras, más personas pueden haber quedado por encima de los umbrales respectivos, pero por diferencias exiguas.
Además, el costo de los alimentos de consumo más básico no siempre disminuyó y los hogares lo sienten en sus bolsillos.
Mi hipótesis es que mucha gente más se sumó en ese grupo vulnerable (en el cual ahora está Yogebeth) muy cerca de la línea de pobreza, pero por encima. Uno lo que esperaría es que haya habido un efecto de desplazamiento. Quienes antes estaban por debajo del umbral, igual muy cerca del valor, ahora se pasaron al lado de arriba, pero igual quedaron muy cerca de ese umbral, solo que del otro lado, con diferencias de ingresos que no son sustantivas.
Leiner Vargas, por su parte, explicó que la metodología que mide la pobreza y la pobreza extrema, a partir de tales límites de ingresos, canastas de consumo promedio en la zona rural y urbana y asociados al Índice de Precios al Consumidor (IPC), es muy vulnerable y ha sido criticada incluso en foros internacionales.
Una de las varias razones es porque es muy susceptible a los cambios en el nivel de ingreso real de las personas. Por ejemplo, una persona puede disponer de un mayor ingreso real cuando hay deflación, como ocurrió en el país en 2023 y 2024, pero no sucede lo mismo al contrario.
El ingreso real es aquel que refleja la cantidad de bienes y servicios que un consumidor puede adquirir con los ingresos que recibe después de ajustar por inflación.
Este economista mencionó que la Encuesta Nacional de Hogares 2024 plantea situaciones polémicas:
- La pobreza disminuyó de forma muy abrupta, de 21,8% a 18%. “Eso nunca había pasado en condiciones normales. Son saltos muy fuertes entre un año y otro. ¿Nos equivocamos con las mediciones en el pasado o en el presente?”, cuestionó.
- El censo hecho durante la pandemia pudo haber enfrentado limitaciones que no se corrigieron. Lo cual podría abrir la duda de que las mediciones en el pasado reciente “no fueron tan solventes”.
- Hay tres regiones donde la pobreza cayó fuertemente a tasas que son poco creíbles: Pacífico sur, Pacífico Central y Huetar Atlántica.
Prefiero pensar que alguien se equivocó o algo está mal hecho. Me causa una suspicacia enorme la disminución de la pobreza en esas regiones a las que no llega ni siquiera Inversión Extranjera Directa (IED) de Zonas Francas. ¿Qué pasó en la Zona Sur, por ejemplo, que explique semejante salto en el nivel de ingreso?
Sostuvo que se debe esperar a la próxima encuesta para determinar si hubo errores en las anteriores a 2024 o validar los resultados arrojados en 2024. Pero mientras tanto reconoce que llegar a la conclusión de que personas, como Yogebeth y su hogar, ya no son pobres, por escasos colones, es debatible.