Mis enseñanzas en el ROP de la crisis de 2022
Soy afiliado al Régimen Obligatorio de Pensión Complementaria (ROPC) desde que comenzó el sistema de capitalización individual en Costa Rica, creado por la Ley de Protección al Trabajador No.7983, en el que mi patrono aporta el 3.25% del salario y como trabajador contribuyo con el 1%; lo que, en suma, hoy me ha generado un capital importante, que difícilmente lo habría reunido de forma voluntaria.
A la fecha, dicho ahorro se compone de un 30% de los aportes y 70% de los rendimientos generados por las inversiones. Este monto será para complementar mi pensión básica (en mi caso del IVM), durante mis años de pensionado, estimo por alrededor de 20 años.
Durante el 2022, noté que en el estado de cuenta se reportaron disminuciones en el saldo que venía acumulando, producto de rendimientos negativos, lo que me generó gran preocupación. Consulté a mi operadora de pensiones (OPC), y me explicaron que se trataba de minusvalías, no pérdidas, y me explicaron la diferencia entre ambos conceptos; aquello explicaba lo que sucedía, pero no evitaba que mi saldo si siguiera viendo afectado.
En varias ocasiones escuché a los expertos en pensiones y a la superintendente de SUPEN, manifestar esas pérdidas contables se recuperarían en el largo plazo, y, por lo tanto, tomar decisiones de retiro y/o traslado podría generar que esas minusvalías se convirtieran realmente en pérdidas para mi cuenta individual.
Los expertos también manifestaron que la crisis de 2022 no era la primera, pero si la de más tiempo, y que los fondos de pensiones de capitalización individual ya habían sobrevivido una crisis mundial en 2008, y se habían recuperado las minusvalías de aquel año. Tal vez en 2008 no tuve la misma percepción, intranquilidad o preocupación que en 2022, básicamente porque el monto del ahorro en el ROPC no era tan evidente entonces, pero el año pasado reflejaba un ahorro importante para mí.
Hoy, transcurrida la mitad de 2023, reviso mi estado de cuenta del ROPC, y observo que el monto reportado actualmente ya está cercano al monto que tenía en mi cuenta individual en enero de 2022. Si bien me angustié por lo sucedido el año pasado, he aprendido respecto a las inversiones que hacen las OPC´s.
Es cierto que el valor de las inversiones se recupera, NO es cierto que eran pérdidas en mi cuenta individual; las inversiones que la OPC realizó NO estaban malas, la crisis sufrida NO tenía relación directa con la calidad de las inversiones, sino estaba relacionada con un conjunto de factores externos e impredecibles (la pandemia Covid-19, la crisis de contenedores, presiones inflacionarias y la guerra Ucrania-Rusia, entre otros).
A algunos lo sucedido les pudo generar desconfianza, yo en cambio valoro el haber recibido información frecuente del valor de mi cuenta durante los meses críticos, así como asesoría; le da transparencia a la gestión de las OPC´s, lo que me habla de un sistema de pensiones complementarias confiable.
Después de esta experiencia, teniendo claro en el futuro se podrían presentar situaciones similares a las de 2022, confiaré en el sistema de pensiones de capitalización individual, consultaré a mi operadora y daré el respectivo seguimiento a mi estado de cuenta individual. Además, combatiré la desinformación y a todos aquellos que quieren dañar el sistema.