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Madonna y Michael Jackson: los hijos del agosto más pop

La Reina y el Rey del Pop nacieron hace 67 años, con apenas 13 días de diferencia. Sus vidas se cruzaron entre películas, cenas, un beso y la colaboración del casi, casi… 

Por Víctor Fernández G. | 23 de Ago. 2025 | 2:33 pm

Michael Jackson y Madonna en la gala de los premios Óscar de 1991. Fue su encuentro público más notorio.

Agosto de 1958. Dwight D. Eisenhower estaba en la Casa Blanca, en plena Guerra Fría. La carrera espacial tomaba velocidad: apenas un año antes, la Unión Soviética había lanzado el Sputnik y Estados Unidos respondió creando la NASA (julio de 1958). En los estados del sur, la lucha por los derechos civiles crecía, mientras en el resto del país norteamericano se vivía una economía boyante marcada por el consumo masivo y el "American way of life".

Desde las radios, los primeros ídolos del rock enloquecían a la juventud: Elvis Presley, Chuck Berry, Little Richard y Jerry Lee Lewis provocaban escenas de histeria adolescente y conflictos en los hogares conservadores. En un legítimo signo de los tiempos, ese mes, el Billboard Hot 100 se inaugura oficialmente; la primera canción número uno fue "Poor Little Fool" de Ricky Nelson.

El 16 de ese agosto de1958, una familia italo-estadounidense de Bay City, Michigan, daba la bienvenida a la tercera de sus ocho hijos. Trece días después, el 29 de agosto, un hogar afroamericano de Gary, Indiana, recibió al séptimo de sus nueve hijos.

El mundo no lo sabía, pero en aquella quincena de 1958, el pop encontró a su realeza.

Ella y él

Con apenas cinco años, Madonna Louise Ciccone experimentó la primera de muchas pruebas que la vida le lanzaría, pues perdió a su madre a causa del cáncer. En medio de un hogar católico que se afincó en Detroit, la rubia chiquilla aprendió pronto a valerse por sí misma y destacó en danza y expresión corporal, más no en la parte académica.

A menos de 500 kilómetros de distancia, Michael Joseph Jackson asumía, apenas con 8 años, el rol central de The Jackson 5, el grupo musical familiar ideado por su despótico padre, Joe. Una década después, los Jackson ya eran una de las joyas de Motown y para 1970, todo Estados Unidos estaba encantado con aquel chiquillo que cantaba y bailaba como los dioses.

Michael Jackson ya era millonario (o más bien su padre) cuando, en 1978, Madonna se subió en un bus con destino a Nueva York, con solo $35 en la bolsa. Iba empeñada en lograrlo, en estudiar danza moderna, en ser alguien.

Amamos los 80s

Madonna, Michael Jackson y Prince son el triunvirato definitivo de la música pop de la década que va de 1980 a 1989.

Michael Jackson y Madonna se conocieron a mediados de los años 80, cuando ambas estrellas del pop compartían el mismo mánager.

Michael arrasó con Thriller (1982), que todavía hoy es el álbum más vendido de la historia, y después con Bad (1987), del que salieron cinco sencillos número uno. Madonna no se quedó atrás: Like a Virgin (1984), True Blue (1986) y Like a Prayer (1989) la convirtieron en icono global, con más de 300 millones de discos vendidos a lo largo de su carrera.

Fue en esos años cuando empezaron a conocerse. Ambos tuvieron como mánager a Freddy DeMann y compartían círculo social. "Éramos los dos más famosos del mundo en ese momento, así que tenía sentido que nos juntáramos", diría Madonna años más tarde.

Cruces en las listas

Aunque fueron símbolos de la misma era, coincidieron pocas veces directamente en los listados pop. En octubre de 1987, Michael alcanzó el #1 con Bad mientras Madonna estaba justo detrás, en el #2 con Causing a Commotion. Fue el momento más cercano a un "cara a cara" en la cima del Hot 100 de Billboard.

En álbumes, sí se toparon más seguido: en 1987, Bad y la banda sonora de Who's That Girl compartieron el Top 10; en 1992, Dangerous coincidió con Erotica; y en 2001, Invincible e GHV2 estuvieron al mismo tiempo entre los más vendidos.

La cita de los Oscar (y algo más)

El momento que todos recuerdan llegó el 25 de marzo de 1991. Madonna apareció en los premios Óscar con un vestido inspirado en Marilyn Monroe y cantó Sooner or Later, tema de su más reciente película, Dick Tracy. Al terminar, en la primera fila la esperaba Michael Jackson, impecable de blanco. Caminaron juntos por la alfombra roja, se dejaron fotografiar y al día siguiente fueron portada de People como "The Oddest Couple".

La decisión de ir juntos a la gala más importante de Hollywood surgió de la forma más casual. En una entrevista con VH1, Madonna recordó la conversación telefónica con Michael: "Michael me dijo: 'Bueno, ¿con quién vas a ir?' Y le respondí: 'No sé. ¿Quieres ir tú?' Y él contestó: 'Sí, sería genial'". Así, casi como un juego, quedó pactada la cita que inmortalizó a la Reina y al Rey del Pop en su encuentro más visible.

Pero aquello no fue un gesto aislado para las cámaras. Ese mismo mes, el 18 de marzo, habían cenado en el Ivy de Beverly Hills, y en los meses siguientes tuvieron varias salidas. Años más tarde, en el 2016, Madonna confirmó públicamente que sí hubo besos entre ambos. 

Portada de la revista ‘People' de abril de 1991, con Madonna y Michael Jackson en su cita para los premios Óscar.

"Hubo un período en el que salíamos… Él quería trabajar conmigo, creo que quería conocerme, y yo también quería lo mismo. Así que eso hacíamos: ver películas, cenar, pasar el rato, ir a los Óscar, ser tontos, ver si podíamos trabajar juntos".

Pero no todo fue sintonía. Michael recordaba que ella tenía un estilo de humor que lo incomodaba: "Madonna puso las reglas antes de salir. Me dijo: 'No vamos a Disneylandia, ¿ok? Vamos a un restaurante. Y después, a un bar de striptease'. Yo le respondí: 'No voy a un bar de striptease'. Después escribió cosas feas de mí en la prensa. Y yo escribí que era una bruja desagradable, después de que yo había sido tan amable con ella". En otra ocasión, él se molestó porque, durante una cena, Madonna supuestamente desairó a un niño que se les acercó.

Michael confesó que Madonna lo incomodaba con sus bromas. "Quería que me vistiera como una mujer, me decía cosas rudas… yo no estaba feliz con eso", contó. Ella, en entrevistas posteriores, lo definió como alguien "muy tímido y dulce, pero en una burbuja".

Hubo también un intento de colaboración musical. Madonna escribió letras para él y se habló de que participaría en In the Closet (1992). "No le gustó lo que propuse, pensó que era demasiado provocador", explicó. Finalmente, la canción se grabó sin ella y el video lo protagonizó Naomi Campbell.

En su discurso de homenaje en los MTV VMAs de 2009, Madonna resumió aquella breve etapa: "No puedo decir que fuéramos grandes amigos, pero en 1991 decidí que quería intentar conocerlo mejor. Lo invité a cenar. Sentí que buscaba más una amistad que un romance, y yo estaba feliz de complacerlo. En ese momento no se sentía como una superestrella. Se sentía como un ser humano".

"Salimos algunas veces más y luego, por una u otra razón, dejamos de vernos".

Vidas turbulentas

Lo personal siempre fue parte de la historia, y en eso Madonna y Michael se parecían: relaciones intensas, breves y marcadas por la inestabilidad.

En 1985, Madonna se casó con el actor Sean Penn, entonces uno de los rebeldes de Hollywood. Su matrimonio fue tan apasionado como tormentoso: peleas públicas, acusaciones de violencia, reconciliaciones fugaces y titulares constantes en la prensa. Cuatro años después, en 1989, firmaban el divorcio. "Fue como un huracán, Sean era un tipo brillante pero también destructivo", reconocería ella tiempo después. Más adelante, la cantante intentó una vida más calmada con el cineasta Guy Ritchie, con quien se casó en 2000 y tuvo a su hijo Rocco, pero aquella unión también terminó en divorcio. En medio de todo, Lourdes, su primera hija, fruto de su relación con Carlos León, y más tarde cuatro adopciones en Malawi completaron una familia tan diversa como su carrera.

Michael, por su parte, protagonizó en 1994 una de las bodas más mediáticas de todos los tiempos: se casó con Lisa Marie Presley, la única hija de Elvis. Para muchos fue la "boda de dos tronos", el Rey del Pop y la heredera del Rey del Rock. Sin embargo, la incredulidad rodeó la relación desde el principio: ¿era un amor verdadero o una maniobra de relaciones públicas? Duraron poco más de un año y se divorciaron en 1996. Más tarde se casó con Debbie Rowe, madre de Prince y Paris, y tuvo a Blanket (hoy Bigi) por gestación subrogada, pero ninguna de esas relaciones fue estable ni duradera.

Ambos vivieron la volatilidad de la opinión pública. Madonna fue tachada de blasfema por el Vaticano por Like a Prayer, vilipendiada por su libro Sex y criticada en sus últimos años por romances con hombres mucho más jóvenes. Michael, tras reinar en los 80, fue perseguido por las acusaciones de abuso sexual a menores: en el 2005 enfrentó un juicio del que salió absuelto, pero el daño a su reputación ya era irreparable.

Los años siguientes

En los 90, Madonna se reinventó con Ray of Light (1998), alabado por la crítica y ganador de Grammys, y en 2005 recuperó la pista de baile con Confessions on a Dance Floor. Michael alcanzó otro pico con Dangerous (1991) y HIStory (1995), pero la sombra de las polémicas nunca se alejó.

El 25 de junio de 2009, Michael murió en Los Ángeles a los 50 años. En los MTV Video Music Awards de ese año, Madonna subió al escenario vestida de negro y habló durante más de cinco minutos. Recordó que ambos habían nacido en agosto de 1958 y que, como él, también tenía ocho hermanos y hermanas. "Yo nunca tuve madre, él nunca tuvo infancia. Y cuando nunca tienes algo, te obsesionas con ello", dijo.

La artista habló de la primera vez que lo invitó a cenar en 1991: "Le dije: mi invitación, yo manejo, solo tú y yo". Después fueron a ver una película en su casa. "En medio del filme, su mano buscó la mía. En ese momento no se sentía como una superestrella, se sentía como un ser humano".

También se permitió comparar los momentos duros de sus carreras: "Sentí su dolor. Yo sé lo que es caminar por la calle y sentir que todo el mundo se ha vuelto en tu contra".

Cuando se enteró de la muerte de Michael, dijo haber sentido culpa: "Todo lo que pensé en ese momento fue que lo había abandonado. Lo habíamos abandonado. Habíamos permitido que esta magnífica criatura, que una vez encendió al mundo entero, se nos escapara entre las manos".

El homenaje cerró con humor —"hay mucho moonwalking y agarradas de entrepierna en mi casa gracias a mis hijos"— y con la frase más simple y poderosa que podía salir de la boca de la Reina del Pop: "Long live the king".

Epílogo

Como si el calendario hubiera querido armar la mejor playlist de la historia, aquel agosto de 1958 trajo al mundo no solo a Madonna y Michael, sino también a Belinda Carlisle, voz de The Go-Go's, y a la actriz Angela Bassett, que comparte cumpleaños exacto con la Reina del Pop. Un mes antes había nacido Prince, completando el triángulo perfecto.

Así, en apenas unas semanas, el destino repartió las cartas: la Reina, el Rey… y hasta un Príncipe. Todo en 1958.

 

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