Ocultó su deseo de ser actor pero conquistó su sueño
Desde muy pequeño nació el gusanito por la actuación
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(CRHoy.com) Andy Gamboa es sinónimo de versatilidad en el mundo de las tablas. Así, de esta manera ha sabido surgir en el mundo artístico en el que se desenvuelve.
Desde muy pequeño hacía su propio telón con telas y ponía a sus familiares a caracterizar personajes. Incluso les pintaba las caras con el fin de ponerlos a personificar, tal y como si fuera un director. Desde allí comenzó a desarrollarse en él el gusanito por esta profesión.
Sin embargo, por un tiempo tuvo que ocultar a sus padres y abuelos que estudiaba actuación, ya que ellos querían que cursara una profesión que ‘dejara plata', por ejemplo derecho o medicina". Pero él, para "medio calmarlos" se decantó- inicialmente- por aprender Inglés. Así los mantuvo tranquilos mientras también se formaba en la industria de la interpretación. Andy se "escogió" a sí mismo, priorizó su felicidad ante todo y persiguió su sueño.
El actor tocó puertas en el Taller Nacional de Teatro, donde hizo la primera audición. Días después llamó a la producción para ver si había sido aceptado como parte del elenco, ¿y adivinen qué? Se le habilitó un lugar para demostrar la destreza y talento con el que nació. Desde allí el sueño se iba materializando.
Gracias al crecimiento alcanzado, Gamboa recibió asesoría por profesionales de la actuación de México quienes se encargaron de convencerlo para que viajara hasta tierras aztecas y mejorar su profesión.
Dicen que nadie es profeta en su propia tierra. En la tierra del mariachi, Gamboa "pulseó" en cuanta oportunidad le aparecía, con el fin de siempre tener ingreso. Con esas vitrinas logró abrirse camino, forjó a un profesional con un gran camino prometedor.
Al llegar a Costa Rica, se ha abierto camino ante distintas marcas comerciales, teatros urbanos en la capital e incluso elaboró su propia obra llamada "Memorias de pichón", una oda a la relación que mantenía con su padre con quien, según narra, nunca mantuvo una buena comunicación. "Era algo que debía hacer, algo inconcluso y que debía presentar", contó.
Para las nuevas generaciones aconseja que "no se enfoquen en que si alguien ingresa a algún proyecto por argolla, más bien impulse su trabajo y busque proyectos propios, para que en los momentos de vacas flacas tengan como subsistir".