Los aciertos y desaciertos de la administración Solís Rivera
Gobierno exalta crecimiento económico y alto a la corrupción como sus pilares
Después de 29 meses de gestión, los aciertos y desaciertos que ha tenido la administración de Luis Guillermo Solís pueden ser muy fáciles de palpar, aunque muchas veces la población carece de esa certeza del trabajo que hacen desde los altos mandos del Poder Ejecutivo.
Críticas van y vienen en redes sociales sobre el papel del Presidente y su equipo. Ese cambio anunciado en campaña que convenció a un millón trescientos mil costarricenses no se ven reflejados en el sentir de la gente hoy día.
La encuesta de la Universidad de Costa Rica presentada semanas atrás mostró ese descontento. Más del 60% considera que se está haciendo una mala gestión y que no hay un rumbo claro.
Desde el Poder Ejecutivo, el Ministro de la Presidencia Sergio Alfaro hizo un balance de los hechos de ésta administración, puntualizando los temas positivos y reconociendo donde se ha fallado.
Crecimiento económico, combate a la pobreza y lucha contra la corrupción son los tres pilares donde consideran que se han hecho bien las cosas y que los resultados están a la vista. Esos tres elementos están incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo.
“En el sentido económico hemos podido mantener un crecimiento más o menos sostenido del 4% hacia arriba en los dos años y medio que llevamos de Gobierno. Este año se espera que sea un poquito más alto que el anterior, lo que implica un crecimiento de los más altos de América Latina”, explicó Alfaro.
En este apartado coinciden analistas políticos, enfatizando que ha sido uno de los principales aciertos. Así lo creen Francisco Barahona y Constantino Urcuyo.
“En general la conducción de la política macroeconómica ha producido estabilidad económica en el país. Ese es su gran acierto”, considera Urcuyo, quien cree que el Gobierno tuvo una gran ayuda en la baja del precio internacional del petróleo y el de las materias primas.
En cuanto al combate de la pobreza se resalta el manejo del plan Puente al Desarrollo, que permite ayudar a los más necesitados de manera más eficiente. Según Alfaro, las familias que pensaban atender en dos años, lograron hacerlo en uno, lo que les da la oportunidad de duplicar la cantidad de ayuda a las familias en el año que se viene.
Eso sí, el jerarca de Presidencia no tiene claro el porcentaje que ha bajado la pobreza hasta el momento.
Disminuir la corrupción es otro de los temas que resalta la administración Solís como acierto y que resaltan los analistas.
“Creo que comparativamente a los escándalos de la administración Chinchilla, ha mejorado claramente”, señaló el politólogo Francisco Barahona.
Tarjeta roja en obra vial y desempleo
Analistas y Gobierno coinciden en algunos de los desaciertos que ha tenido la actual administración: desempleo e infraestructura vial son dos problemáticas que tiene Costa Rica que no se han podido resolver.
“Uno de los principales desaciertos fueron las promesas en materia de obra pública, principalmente carreteras y puentes, y ligado a ello, nombrar a un ministro del MOPT que no hizo nada durante año y medio y que renunció”, consideró Willy Soto, doctor en ciencias políticas, y quien es profesor de política global en la Universidad Nacional
“En cuanto al desempleo, si bien es cierto que es algo que se heredó, en su gestión ha crecido y se ha sido incapaz de formular políticas públicas que solo no lo disminuyan sino que sobre todo promuevan fuentes de trabajo”, añadió sobre el otro gran problema.
El Ministro de la Presidencia reconoce la falla en ambos sentidos. Del primero asegura que no han podido realizarlo a la velocidad que quisieran y sobre la falta de empleo el fallo viene al no poder conectarlo con el crecimiento de la economía.
“Hay proyectos importantes que es muy posible que empiecen a ver la luz en esta administración y reactivarán la actividad constructiva de la obra pública”, dijo Alfaro, esperando que con estos proyectos que tienen por delante se empiece a generar un impacto positivo en las carreteras nacionales.
Un año y ocho meses tiene por delante este Gobierno para mejorar su gestión en esos dos temas y en otros que requiere el país para mantenerse a flote.