¿Lograrán los sindicatos echar abajo el plan fiscal?

Sindicatos anunciaron huelga indefinida por la reforma fiscal. (Imagen: ANDE)
"El lunes no manden a los niños a las escuelas y colegios, porque no habrán (SIC) clases. No vayan a los hospitales a citas médicas ni a realizarse exámenes; porque no los van a atender".
"La mayoría de las municipalidades va a huelga, entonces no habrá servicios de recolección de basura, aseo de vías, cobros administrativos, pedimos la comprensión para que la gente no saque la basura para no generar un caos demasiado rápido".
Estas fueron las advertencias lanzadas el viernes anterior por los sindicatos, que dejan ver un posible caos en todo el país; un caos social. La molestia por el proyecto de reforma fiscal que busca más impuestos es tal, que los sindicalistas utilizan este tipo de medidas de presión para que el Gobierno desista de esa iniciativa y más bien escuche sus propuestas.
La lucha en las calles apenas va a iniciar, a pesar de las batallas ya acontecidas en la Asamblea Legislativa a través de la Comisión Especial de Plan Fiscal, entre vaivenes de mociones, negociaciones, señalamientos y cambio de votaciones.
Se espera que el lunes, cuando la huelga arranque, la discusión sobre el tema termine en el foro legislativo, con lo cual quemaría esta etapa, catalogada como desgastante por el socialcristiano Pedro Muñoz, debido a la votación de 873 mociones más las que han sido reiteradas.
Es a partir de este lunes cuando los sindicatos medirán si realmente tienen el peso necesario para traerse abajo todo el trabajo hasta ahora logrado por diputados y el Gobierno de la República.

Unión sindical brindó detalles sobre la huelga general del próximo 10 de setiembre. CRH
¿Lograrán que el Poder Ejecutivo dé marcha atrás en el proyecto?
El sociólogo José Carlos Chinchilla considera que eso dependerá de la cantidad de personas que se sume al movimiento huelguístico y su permanencia a lo largo de los días, pues de ser suficiente, eso se podría sumar a la ausencia de un posicionamiento sólido de los partidos políticos.
Pero, no solo lo anterior, sino que según Chinchilla el Gobierno no ha mostrado un músculo político suficiente pues a pesar de las negociaciones para la aprobación o rechazo de mociones, no ha logrado amarrar los votos en el Plenario Legislativo.
También, Chinchilla considera que al Poder Ejecutivo le falta garantía de que, si ese proyecto se convierte en ley, sea suficiente para dar buenas señales a los mercados internacionales e inversionistas de modo que pueda obtener préstamos, pues la recaudación sería de unos 600 mil millones de colones.
Por su parte, el politólogo Francisco Barahona considera que puede ser viable que los sindicatos echen abajo el plan fiscal, pero considera que eso no es lo recomendable. Barahona asegura que todo dependerá de la fuerza en las calles desde el lunes, pues esto podría hacer ceder al Gobierno para retirar la iniciativa y planear una nueva estrategia en busca de tener nuevos recursos económicos.
"Los sindicatos se están aprovechando, en el buen sentido, del sentimiento generalizado de no querer pagar impuestos y menos si no es (producto) de un diálogo amplio", señaló el politólogo.
José María Villalta, legislador del Frente Amplio, tiene un criterio parecido al de los analistas porque señala que todo dependerá tanto de la presión en las calles, como de la depositada sobre cada congresista.
"La presión es más fuerte en el Plenario que en las comisiones, porque los diputados (en las comisiones) se animan a hacer cosas que en el Plenario no, porque sienten más exposición pública. La presión va a ser fuerte y va a ser una votación dividida (cuando así sea en primer y segundo debate) aunque no me aventuraría a decir si ese proyecto tiene o no los votos", consideró.
Silencio pasaría la factura
Tanto Chinchilla como Barahona consideran que la huelga es producto de que el gobierno no haya tomado en cuenta los planteamientos de los sindicatos ni mediante el texto sustitutivo ni vía mociones. Eso pasará la factura en las calles.
Gilberto Cascante, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (Ande), lo dejó claro el viernes anterior en conferencia de prensa, cuando dijo que "nada" del proyecto valía la pena pues golpeaba a la clase trabajadora.
"Tenemos propuestas y no nos han escuchado", sentenció el representante de los maestros.
Ante una posible caída del plan fiscal, el Ejecutivo tiene que sentarse a negociar con empresarios y sindicatos si es que quiere llegar a buen puerto, pues a criterio de Barahona, pudieron haberse sentido engañados y merecen respeto debido a que representan a un gran número de trabajadores.

Para el sociólogo, el presidente de la República y su equipo deben identificar algunos puntos en los cuales los sindicatos se sientan reconocidos en sus intereses. En las negociaciones, el Gobierno se centró en los diputados y empresarios.
"Si algo positivo tendría esa huelga sería abrir un nuevo espacio para plantear -en otros términos- del financiamiento del Estado y para que también sea más inclusiva (la reforma)", consideró Chinchilla.
Reforma urgente
Hay algo en lo que coinciden los diputados y analistas consultados: es necesaria una reforma fiscal que le suministre al Ministerio de Hacienda más dinero para poder hacerle frente al déficit fiscal y a los gastos del Gobierno.
La Ministra Rocío Aguilar fue clara en que, para el próximo año, de los 10,9 billones de colones requeridos para el ejercicio económico del 2019, el 53,5% se sufragará con deuda, es decir, el país tiene que salir a pedir prestado. Ese porcentaje de deuda podría llegar a ser del 78% en el año 2022 si no se presta atención a esa urgencia de tributos así como de reformas estructurales.
Enrique Sánchez, diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), reconoció que hay una conciencia generalizada sobre la reforma fiscal por lo cual, en este momento, líderes sindicales no pueden priorizar sus privilegios sobre los intereses del país.
"Eso es muy lamentable, eso habla mal del rol que está asumiendo el sindicato de este país que además, ha cerrado las puertas del diálogo que el presidente les ha abierto constantemente para dialogar y construir propuestas de consenso", señaló.

A la huelga se sumarán docentes, sector salud, trabajadores de Japdeva, ICE y Recope, autobuseros, entre otros.