Leche de cabra hace “milagros” en muchas mujeres

Rosella Selmi, es la gerente de la empresa La Pequeña Granja, ubicada en San Ignacio de Acosta. CRH.
En una pequeña fábrica en San Ignacio de Acosta, con un calor fulminante, en un camino de difícil acceso, un grupo de mujeres se desempeñan como operarias y gerente en una microempresa, que también tiene como proveedores a madres de otras regiones que cumplen sus sueños teniendo como aliada a la leche de cabra.
Roselli Selmi, vino desde Italia hace 29 años y se dio cuenta que en esta zona había poco trabajo.
Compró una propiedad muy grande, junto a su esposo e inició la crianza de cabras. Hace seis años comenzó a producir jabones, gel íntimo y cremas faciales a base de leche de cabra, producto que cataloga como "milagroso".
Ahora, comercializan esos productos a China, Canadá y próximamente a Panamá. Desde que ingresaron al mercado internacional sus ventas han crecido.
También, venden a nivel local, en ferias nacionales y otros establecimientos comerciales como Automercado, Walmart y en las tiendas de Café Britt ubicadas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y Liberia.

Al día se producen 250 jabones de 13 diferentes tipos. CRH.
"Lo más importante de todo es que me pude realizar como persona. Sentirme útil y aplicar todos los conocimientos que aprendí en Italia y enseñárselas a otros costarricenses.
Ella llevó un curso en la Alianza Francesa sobre cosmetología y aprendió hacer cremas, desmaquillantes y gel íntimo. Al tiempo, alcanzaron la certificación de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR) para poder exportar.
En la actualidad, trabajan cuatro mujeres, las cuales, únicamente laboren 6 horas y esto les brinda la posibilidad de atender a sus hijos y estar pendiente de los quehaceres de las casas.

Las cremas cuentan con el respaldo de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica. CRH.
"Les estamos dando la opción para que ellas hagan pequeñas sociedades y trabajen desde sus casas y nos vendan el producto terminado… así ganamos todos", dijo.
Yendry Prado Chinchilla es una de las colaboradoras y aseguró que ha aprendido muchas cosas.
"Antes me daba hasta miedo encender la computadora y ahora soy la encargada del facebook de la empresa, además de participar en la producción de los jabones".
"No es fácil"
La microempresaria dijo que esto ha sido una realización personal porque está dedicada a algo que la apasionaba, pero que no ha sido fácil.
"Tuve que cambiar la mentalidad de que hay que invertir… invertir e invertir y que esa inversión se recupera en un corto plazo".
Al principio, criaban sus propias cabras y de ahí, extraían la leche, pero luego por falta de tiempo debieron dejar la producción y primaria y comenzaron a buscar proveedores.
Agregó que la leche de cabra tiene propiedades regenerativas, nutritivas, hidratantes y antinflamatorias que provocan diferencias en la piel, incluso con personas alérgicas.

En la empresa trabajan cuatro mujeres de la zona. CRH.
Hoy, compran leche a pequeñas empresas de Puriscal, Desamparados y Ciudad Colón que son administradas también por mujeres.
Una de ellas es una abuelita que se dedica a comercializar queso de cabra y otros productos caseros.
"Esta es la principal satisfacción que tengo porque la empresa le ha dado la posibilidad a otras personas de tener su propio ingreso", acotó.
Al día, se producen 250 jabones de 13 tipos diferentes, con un 30% de leche de cabra.
La ambición de esta italiana es seguir contratando más mujeres costarricenses y seguirles dando la posibilidad de que se realicen como personas.