Lanamme diagnostica rezago en 5 áreas del transporte público; autoridades hablan de “punto crítico”
El transporte público en Costa Rica muestra cinco áreas en las que tiene rezago y que se convierten en desafíos que el país debe solventar para modernizar este sistema.
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) presentó los resultados de su informe Modernización del Transporte Público en Costa Rica: conclusiones de mesas de trabajo. En este proceso, la entidad realizó mesas de trabajo, grupos focales y entrevistas con instituciones públicas, cámaras de transporte, universidades y usuarios para diagnosticar cuáles son los principales retos y establecer una estrategia.
El resultado de este estudio multisectorial evidenció cinco áreas críticas para mejorar el sistema de transporte público.
Institucionalidad
En Costa Rica existen varias instituciones que realizan diferentes tareas sobre transporte público. El Consejo de Transporte Público (CTP), la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y las municipalidades son algunas de ellas.
Esta fragmentación institucional genera competencias traslapadas y, con frecuencia, existe poca comunicación entre las entidades.
Siguiendo el ejemplo de otros países, el informe recomienda crear un ente centralizado metropolitano, así como reformular el marco regulatorio.
Débil infraestructura
La infraestructura, junto con la electrificación de buses, es una de las dos claves que el Lanamme considera esenciales para mejorar la experiencia de los usuarios en el transporte público.
Esto incluye tener aceras adecuadas, especialmente para personas con discapacidad. También las mismas paradas de bus deben tener una estructura para esperar bajo la lluvia.
Otro elemento son los carriles exclusivos. Aunque se han señalizado varios, en la práctica no funcionan por el escaso control y el irrespeto de los conductores.
"Tenemos que tener un bus que vaya rápido", comentó Jaime Allen, ingeniero investigador del Lanamme.
Tener corredores exclusivos permitiría aumentar la velocidad de tránsito de los buses, que actualmente es de entre 6 y 8 kilómetros por hora en las franjas pico.
Muchas rutas en mismas calles
El Lanamme señala que existe una concentración de rutas de buses en ciertos corredores viales en específico. Esto genera que haya muchos buses en circulación que se dirigen casi todos a un mismo lugar.
Un ejemplo es la vía entre San José y Desamparados. Por esa carretera circulan decenas de buses de diferentes barrios de ese cantón, pero también de lugares como Aserrí o Acosta.
Todas salen del centro de San José y pasan por las mismas calles hasta sus destinos específicos. Esto responde a que la ciudad tiene aún un sistema radial, en el que las rutas de buses llegan y salen del centro de la capital.
La sectorización de buses sería una solución a esta esquema anticuado, pero aún no se pone en marcha.
Poca tecnología en el transporte público
La tecnología está ausente del sistema de transporte público costarricense. El país apenas hace unos años inició el pago electrónico, algo que todavía cubre algunas rutas, pero no todas.
Para el Lanamme es un error extender la vida útil de los buses por más años. Por el contrario, piden buses más modernos y eléctricos.
En Costa Rica los buses eléctricos son inexistentes. Hace unos días se dio a conocer la noticia de la primera empresa que incorporará de forma permanente los primeros buses eléctricos en una ruta de transporte público.
En otros países está demostrado que la electrificación mejora la experiencia del usuario. Estos buses son menos ruidosos, suelen tener piso plano y contar con aire acondicionado.
Falta de datos
A diferencia de otros países con sistemas más avanzados, los usuarios en Costa Rica no tienen a mano una aplicación con información en tiempo real de los buses.
Aunque ha habido intentos por crear una, aún no se concreta. Una aplicación de este tipo mostraría al usuario por dónde viene el bus que espera y a qué hora llegará a la parada.
Punto crítico
Con base en estas falencias, el Lanamme propone una estrategia de cuatro pilares: crear una autoridad única de transporte, generar un plan integral de transporte público, reactivación ferroviaria para que haya intermodalidad y transición energética.
Esta estrategia se compone de acciones de corto, mediano y largo plazo, pero el Lanamme recalca que el compromiso político es vital para transformar el sistema en los próximos 15 años.
"Queremos que esto trascienda lo político", comentó Ana Luisa Elizondo, coordinadora del Programa de Ingeniería de Transporte (Pitra) del Lanamme.
Las autoridades presentes en la exposición del informe reconocieron que el estado del transporte público en el país es crítico. Entre los diferentes actores existe consenso de que el sistema actual no responde a las necesidades de los usuarios.
"Hay muchos síntomas de la situación crítica del transporte público". Paolo Varela, intendente de Transporte de la Aresep.
Más de 100 rutas han sido abandonadas por sus concesionarios por la baja en la demanda. La Cámara Nacional de Transportes (Canatrans) insiste en la necesidad de mantener este servicio, especialmente en zonas rurales.
"Estamos en un punto crítico, pero creo que todavía podemos reencauzar la situación", declaró Carlos Ávila, viceministro de Transportes.