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Lago del Irazú vuelve a presentar burbujeo con olor a “huevo podrido”

Visita científica comprobó existencia de fenómeno tras varios años sin constatarlo

Por Pablo Rojas | 8 de Mar. 2019 | 9:38 am

Una visita realizada por científicos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) al lago frío del volcán Irazú comprobó que luego de varios años de ausencia, vuelve a presentarse el burbujeo en el llamativo cuerpo líquido del cráter.

Eliécer Duarte, vulcanólogo de esa institución, realizó junto a otros geólogos el ingreso a las zonas más cercanas al coloso cartaginés y documentó el fenómeno detectado en décadas anteriores.

El burbujeo es evidente cuando el lago sube de nivel hasta ocupar un espacio que posiblemente posee –al menos- una grieta subacuática.

De hecho, la grieta no se pudo observar cuando el fondo del cráter se secó. Incluso, en esos momentos se ha mantenido una exhalación constante de gases.

"El burbujeo encontrado se mantiene en el mismo sitio que se observó en décadas anteriores. Como un alineamiento, noroeste-sureste, de unos 30 metros a partir de la orilla con puntos activos que parten desde la misma orilla del lago. Es constante y despide un ligero olor a huevo podrido, lo que es completamente normal dado su origen magmático.

"Al menos se observan unos 8 puntos ‘burbujeantes' que se pierden conforme se adentran en mayores profundidades del lago, el cual podría alcanzar una profundidad máxima de unos 10 metros. A pesar del oleaje constante, sostenido por viento fuerte, los puntos se notan a simple vista y en el futuro requerirá técnicas más sofisticadas para el muestreo de sus gases", expuso el reporte facilitado por Duarte a CRHoy.com, tras la visita hecha el miércoles 6 de marzo.

Al paladar, el agua del lago se percibe 'potable' y al estar dentro de una botella es incolora. Según lo descrito por el experto, "el color celeste claro obedecería al efecto de los rayos del sol y al substrato de la cuenca. Un futuro trabajo debería contemplar una batimetría (tipo de estudio), tal y como se realizó hace unos 18 años, con el fin de conocer los cambios de la forma y profundidad del lago".

De igual forma, las orillas del lago están rodeadas de una capa fina de arcilla amarilla, documentada en visitas anteriores que no parecen manchar ni alterar el color o características generales del agua.

La principal conclusión a la que permite llegar el burbujeo, radica en que el fondo del lago sigue siendo permeable y eso faciita el ascenso de los remanentes gaseosos tras la actividad eruptiva experimentada a mitad de la década de 1960.

¿Y la actividad volcánica?

No hay actividad magmática lesiva (que daña) que afecte el crecimiento de arbustos dentro del cráter, pero sí algunos elementos que generan efectos negativos en la vegetación. Por ejemplo, la gravedad, el clima o deslizamientos.

"En años recientes se ha notado como  en aquellos sectores donde el material acumulado permanece relativamente suelto el avance del crecimiento de hierbas, gramíneas y arbustos es notable. Hasta hace unos pocos años no se advertían arbustos en el cráter y en esta visita se encontraron arboles de hasta 6 metros de altura con buen desarrollo radicular", detalló Duarte.

Es común observar especies como la conocida 'sombrilla de pobre' en zonas como el sector norte, el cual parece haberse beneficiado del efecto fertilizante de las cenizas emitidas por el volcán Turrialba. Al menos en los últimos 3 años, la vegetación se nota más verde y nutrida en este punto.

"En general el perímetro de este cráter se mantiene relativamente estable, en ausencia de actividad volcánica, sin embargo los sectores desnudos de vegetación mantienen una tasa de erosión alta y que no promete reverdecer a corto plazo. Por el contrario las paredes que ya sostienen vegetación pareciera que serán capaces de mantenerse en el tiempo, conforme el sistema radicular progrese y el área foliar se desarrolle. Tales plantas podrían en un futuro sostener sectores importantes que darían sustento a mayor número de individuos de mamíferos, insectos, aves, anfibios y reptiles", concluyó el científico.

La actividad volcánica en el macizo cartaginés es escasa, según los monitoreos recientes.

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