“La próxima gran decisión es abolir los combustibles fósiles”
Para la economista que en el país exista una ley de transporte eléctrico es prioridad
Es economista y directora de Costa Rica Limpia. Se ha hecho conocida por la convicción con la que le dice al mundo que no use combustibles fósiles. A Mónica Araya el tema le apasiona, lo ha estudiado, es parte de su trabajo, cree en lo que dice y hace.
Sin duda, esta tica casada con un noruego, posee conciencia ambiental de verdad, sin falsas poses. Por eso no es de extrañar que fuera invitada por TED Global en junio de este año a dar una charla en Canada. La temática fue sobre la transición a sociedades sin combustibles fósiles y por qué Costa Rica debe ser pionero y dejar el petróleo atrás.
Al preguntarle cuándo fue la primera vez que se cuestionó el tema, piensa un segundo y responde que fue hace mucho tiempo, cuando que era muy joven y escuchó el ruido que provoca una tala de árboles.
"Ese día me cuestioné -por primera vez- si estábamos haciendo las cosas bien en materia ambiental. Influyó mucho también una generación mayor que la mía que estaba haciendo cosas. En esa época fue muy inspirador ver que había personas en este país determinadas a proteger las áreas nacionales y la biodiversidad", dice.
Y añade: "Eso caló muy fuerte en mi porque me di cuenta que no hay que proteger el ambiente por una cuestión abstracta, sino porque vivimos mejor si protegemos el aire y los bosques. Ahora nos toca que esa visión que tuvimos por lo verde, lo traigamos a la ciudad, esa la gran tarea pendiente".
-¿En qué momento surgió la idea de que Costa Rica pueda usar solamente energías limpias?
"Nací en un país que no tiene ejército y estoy muy consciente que eso es un privilegio, porque vivimos en un mundo donde los ejércitos han hecho cosas que no siempre han estado del lado de los ciudadanos. Entonces, crecer pensando que Costa Rica es un país especial resulta muy importante, porque se crea una responsabilidad, ya que si esto lo hicieron los que estuvieron antes y tomaron una decisión tan importante como deshacerse del ejército, ¿cuál es la gran decisión que debe tomar nuestra generación para beneficiar a los costarricenses? Esa decisión el ejército se tomó hace casi 70 años y todavía vivimos de sus beneficios. Esto ha sido algo importante en mi trabajo, por eso la próxima gran decisión que debemos tomar es abolir los combustibles fósiles".
-Considerando el caos vial que vive Costa Rica actualmente, ¿cuál podría ser una solución?
"Costa Rica, lo primero que debe hacer, es invertir en más infraestructura para transporte público. Eso no significa que la gente no tenga carro, el punto es que tenemos que tener la visión de poder darnos cuenta que las distancias que tenemos son muy cortas y no podemos perder la vida en las presas. Y esto no se va a solucionar con más carreteras.
Por eso tenemos que ponernos de acuerdo en que el modelo que tenemos es obsoleto. No se va a solucionar con remiendos, que son expandir los caminos para más carros, más gasolina o más carreteras. Ese ciclo hay que romperlo".
-¿Qué ocurre con las nuevas generaciones respecto al temas de las energías limpias?
"Algo fascinante está ocurriendo y es que los mileniales ya no están tan encantados con tener carro, ellos quieren ciclovías y si uno los escucha dicen, ¿cuándo nos vamos a poder bañar en un río urbano? Son amigos de las energías limpias. Ahí tenemos una agenda muy bonita de salud, bienestar, país visionario que no va solamente con un tema de transporte, sino de calidad de vida".
-¿Qué se está haciendo para cambiar el escenario actual?
"Esto hay que dividirlo en tres bloques. Lo que haga el gobierno, el sector privado y la sociedad civil, porque no es solo responsabilidad del gobierno de turno. Lo que vemos desde el lado institucional –al menos en la Asamblea Legislativa- es el impulso de crear una de las primeras leyes de transporte eléctrico del continente. Eso lleva en discusión casi dos años, no hay una oposición abierta, pero sí hay una gran discusión sobre qué transportes de buses y de carros es considerado eléctrico. Lo otro es que la meta que se puso Costa Rica de bajar emisiones de carbono para el Acuerdo de París en diciembre pasado, es una meta grande y no se va a cumplir sino dejamos de quemar petróleo. Ahí ya tenemos elementos para decir cómo vamos a hacerlo. En relación al sector privado existe una apertura de las empresas, donde ven el tema verde como una marca de diferenciación".
-Los colectivos urbanos han proliferado, ¿cómo apoyan esta iniciativa?
"La sociedad civil ha sido campeona en este tema. Los colectivos urbanos son un fenónemo nuevo en Costa Rica. Desde hace unos cinco años han empezado a aparecer. Están Chepecletas, Movete por tu ciudad, Rutas Naturbanas, Costa Rica Limpia que es donde trabajo y el Centro para la sostenibilidad urbana. Esta es la nueva generación que dice: "puede ser que no me compre el problema país, pero sí me compro el problema de la ciudad y por eso quiero que haya más bicicletas, ríos limpios, aceras dignas y paseos peatonales. La actitud de estos colectivos es muy liberadora, porque no esperan que llegue la solución mágica desde el Estado, ya que ellos hacen lo suyo".
-Por último, ¿qué debemos saber de los buses eléctricos?
"Es vital hablar de ellos porque necesitamos que sean lo más atractivos posibles. La idea es que cuando contemos con ellos, la gente deje de usar el carro y lo use solo el fin de semana. Se trata de un transporte sin muflas, donde el pasajero pueda conectar su celular al asiento, que es menos ruidoso que los convencionales, ya que tienen cuatro mil piezas menos, donde ni siquiera se le hace cambio de aceite. Por eso, cuando el sector de buses se dé cuenta que a pesar de que son más caros en la vida útil se ahorran 365 mil dólares, este tipo de razonamiento económico puede ayudar a que en Costa Rica se comiencen a comprar estos buses. Esto va a llevar un tiempo, pero estoy optimista".