La pequeña Astrid necesita de su ayuda para comprar silla especial
La pequeña pasó por duras pruebas desde que nació.
(CRHoy.com) Astrid Gutiérrez, una menor de casi 3 años que fue diagnosticada con parálisis cerebral, necesita de su ayuda para comprar una silla especial que tiene un costo de más de 3 millones de colones.
Aury Duarte, mamá de Astrid, le explicó a CRHoy.com que la silla ortopédica fue recomendada por los expertos para que su hija pudiera estar en una buena postura sin correr el riesgo de tener otra luxación en la cadera.
La madre de la pequeña contó que una vez le dio una luxación en la cadera izquierda por estar en mala postura; sin embargo, fue corregida con ayuda de unos aparatos y ejercicios.
Además, la silla ayudaría a evitar que la menor de 2 años tenga problemas en la columna.
Duarte, quien dedica el 100% de su tiempo al cuido de la pequeña, buscó soporte en organizaciones dedicadas a ayudar a personas o familias con necesidades; la Fundación RN abrió una campaña para recoger dinero para comprar dicha silla.
Astrid, un milagro de vida
Duarte describió a su hija como un milagro de vida, ya que la pequeña pasó por duras pruebas desde que nació.
La joven de 29 años y vecina de Liberia contó que su hija nació muerta debido a la falta de oxígeno durante las contracciones y el parto.
"Cuando tenía 38 semanas de embarazo, comencé a tener contracciones en la madrugada", dijo Duarte.
"Pasé mal la madrugada, como a las 8 a.m., me daban cada cinco minutos las contracciones, entonces decidí ir al hospital (…) como estaba lo del COVID, la doctora me dijo que me iba a mandar de vuelta para la casa porque tenía solamente dos centímetros de dilatación", añadió.
"Yo le expliqué a ella que yo sentía contracciones y estando ahí, me daban cada dos minutos las contracciones", señaló.
Duarte luchó para quedarse en el centro médico hasta que le dieron un espacio en la sala de emergencias; sin embargo, la situación se complicó.
El corazón de la pequeña dejó de latir tres veces.
"La primera, llegó la enfermera y me dijo que me pusiera del lado izquierdo, entonces lo hice y volvió a sonar el corazoncito. Como a los 5 o 10 minutos, otra vez dejó de sonar", recordó.
Después de haberle puesto suero en la segunda vez, el corazón de la bebé paró de nuevo.
Una enfermera tomó el tiempo por un buen rato y de repente, salió corriendo.
"Cuando yo me di cuenta, en menos de tres minutos, tenía siete personas a la par mía, cortándome el vestido, poniéndome sonda, oxígeno y bata. Entonces yo me asusté y les pregunté qué pasaba", contó.
Le dijeron que la bebé no estaba recibiendo oxígeno y la llevaron a la sala de operaciones.
Los médicos no lograron dormirla, ya que no le hizo efecto y sacaron a la bebé, Duarte recordó que ella lo sintió todo desde el momento que le cortaron la piel hasta que la sacaron. La bebé no lloró.
Las siguientes semanas fueron un calvario para la familia, ya que la pequeña pasó 40 días entre diferentes hospitales en cuidados intensivos.
Astrid pasaba conectada a máquinas que la mantenían viva.
El milagro le llegó a la familia cuando Astrid fue trasladada al Hospital de los Niños después de que le concedieran un espacio, a pesar de lo saturado que estaba el centro médico. Allí la pequeña no necesitó más estar conectada a máquinas.
Actualmente, la pequeña no tiene problemas de salud que podrían acabarle la vida, a pesar de los criterios de los médicos, quienes creían que no iba a sobrevivir.
Cuando Astrid nació, los médicos le detectaron una hemorragia en el cerebro y además, un riñón y un pulmón no le funcionaban. También tenía un problema en el corazón.
No obstante, esos problemas se desaparecieron. La pequeña tiene parálisis cerebral, presión arterial y epilepsia.
Astrid utiliza una silla ortopédica que el Centro de Enseñanza Especial de Liberia (CEELI) le prestó; sin embargo, necesita tener una propia y adecuada a sus necesidades.
"Ella significa mi vida entera, un angelito que Dios envió a mi vida, la persona que más amo en este mundo y por la cual daría todo con tal de darle calidad de vida, de no verla sufrir. Ella es mi todo", expresó Duarte.
También necesita ayuda para otras necesidades
Debido a que Duarte debe dedicar el 100% de su tiempo en cuidar a Astrid, dándole comida cada tres horas y llevarla a las terapias tanto de lenguaje como física, no puede trabajar para ganarse un sueldo y pagar todo lo que su hija podría necesitar.
La vecina de Liberia contó que el alimento de Astrid es especial y costoso.
"No puedo trabajar porque estoy al cuidado de ella 24/7. Soy mamá soltera. Ella tiene una alimentación especial que come cada tres horas, entonces tiene una dieta estricta que sale demasiado caro porque son frutas, verduras, carnes, galletas, aceite de oliva, avena", indicó.
Además, vive en una casa prestada por la abuela del papá de Astrid; sin embargo, le notificaron que debe desalojar la vivienda antes de diciembre.
Por ello, Duarte vive con la preocupación de qué pasará con ella y la pequeña, ya que no puede pagar el alquiler en alguna casa, especialmente cuando las necesidades de Astrid son costosas.
Asimismo, Astrid aún no cuenta con pensión, ya que todavía no ha sido aprobada.
Si usted quiere ayudar a Duarte y su hija, puede donar por medio de Sinpe móvil al 6230-7471, a nombre de la Fundación RN.
También por medio de transferencia bancaria IBAN CR26015118610010003289, a nombre de la organización mencionada anteriormente.
"… nos hemos enfocado muchísimo en la silla de ruedas para la niña ya que esto mejoraría la calidad de vida de ella y facilita su traslado a la citas y escuela de enseñanza especial, sin dejar de lado la necesidad de alimentos. Este es uno de los tantos casos que nos ha tocado el corazón, doña Aury es quien se encuentra a tiempo completo con su hija asistiéndola en todo lo que requiere, para ellos la ayuda es urgente", dijo Glenda Calderón, presidente de la Fundación RN.