La odisea de un paciente que tuvo COVID-19… Por 411 días
Científicos estudiaron el caso y sacaron conclusiones del por qué ocurren este tipo de infecciones
(CRHoy.com/Medios internacionales) Al inicio de la pandemia, dos semanas de aislamientos por ser positivos al nuevo coronavirus, llenaba de desesperación a los pacientes que no podían salir de sus sitios de resguardo.
Ahora imagine pasar 411 días con la infección del SARS-COV-2 activa en nuestro cuerpo. Aunque parece una falacia, no lo es. Es el caso de un paciente británico al que la ciencia ya la encontró una respuesta a su afección.
De acuerdo con el informe, el hombre tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un trasplante de riñón, por lo que recibió una combinación de anticuerpos conocida como Regeneron, que también se administró al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2020.
El análisis genético del virus fue importante para el tratamiento del hombre. El contagio fue provocado por la cepa original que provocó los primeros contagios en Wuhan, China.
Según los científicos, la inmunodepresión de este paciente de 59 años provocó que el cuerpo del hombre no pudiera eliminar al virus y, al tener solo síntomas leves e intermitentes, no podía optar a los tratamientos utilizados para prevenir o tratar los casos graves de COVID-19.
Las conclusiones de los expertos, publicadas en la revista Clinical Infectious Diseases, detallan que los sistemas inmunitarios deprimidos dejan a los pacientes en mayor riesgo para que enfrenten este tipo de casos.
"Algunas personas con el sistema inmunitario debilitado siguen corriendo el riesgo de padecer enfermedades graves e infecciones continuas", explicó Luke Blagdon Snell, del King's College de Londres.
El científico le dijo al prestigioso diario Washington Post que: "Cuando examinamos su virus, era algo que existía hace mucho tiempo, mucho antes de ómicron, mucho antes de delta e incluso antes de alpha. Así que era una de esas variantes más antiguas y tempranas del comienzo de la pandemia".
Hasta ahora solo se conocen dos casos de este tipo. El británico, que, dicho sea de paso, ya se curó, y otro hombre que fue tratado en el Guy's and St Thomas' Hospital y que antes de morir batalló contra el COVID-19 por 505 días.