La mitad de costarricenses tuvo que ajustar sus finanzas para adquirir nuevas tecnologías
Al menos la mitad de los costarricenses afirman que tuvieron que ajustar sus finanzas personales para tener acceso a las nuevas tecnologías.
Así se desprende del Estudio Percepción de la población costarricense y residente en el país sobre ciencia, tecnología e innovación a cargo del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) y la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional (UNA).
Un aspecto que se quiso relevar en la encuesta es la relación entre acceso a nuevas tecnologías y condición socioeconómica, por ello se les consultó a los entrevistados si durante el último año, para adquirir nueva tecnología, habían tenido que realizar cambios o restricciones a nivel económico.
"Prácticamente, la mitad de los entrevistados (49,9%) dijo que sí tuvieron que ajustar sus finanzas o enfrentar restricciones económicas para adquirir más o nueva tecnología, mientras que la otra mitad (50,1%) dijo que no tuvo que hacer este tipo de ajustes o enfrentar estas limitaciones", señala la investigación.
Para las personas que dijeron que sí tuvieron que hacer cambios o enfrentaron restricciones económicas para adquirir más y nueva tecnología, en el caso de los hombres, el 54,8% de los más jóvenes, de 18 a 25 años, reporta haber tenido que hacer ajustes en su economía para adquirir nuevas o más tecnología.
El grupo de 25 a 35 años muestra una tendencia menor, pues entre estos solo el 38,7% tuvo que enfrentar estas situaciones. El reporte de ajustes se eleva en el grupo de los hombres de 36 a 50 años, pues 60,2% de estos sí tuvieron que aplicar cambios en sus economías.
Finalmente, entre los hombres de más de 50 años, el 50,8% de ellos se vieron constreñidos a ajustar sus presupuestos para adquirir tecnología actualizada o aumentar el consumo de ella.
Entre las mujeres, el patrón parece invertirse, pues entre las más jóvenes, el grupo de 18 a 25 años, el 48,3% dijo que sí enfrentó ajustes económicos para adquirir más y nueva tecnología. Esta percepción baja a 35,1% de las mujeres de entre 25 a 35 años, pero vuelve a subir a 53,2% en el caso de las mujeres de los grupos de 36 a 50 años y de más de 50 años.