Logo

La administración Solís castiga a los partidos alternativos

Por Claudio Alpízar | 11 de Nov. 2016 | 2:17 pm

Sostengo la tesis que la factura política deficitaria del actual gobierno del Presidente Luis Guillermo Solís y el PAC será pagada injustamente por los partidos alternativos, esos que nunca han logrado gobernar desde el Poder Ejecutivo, que seguramente deberán conformarse con una representación en la Asamblea Legislativa.

La percepción ciudadana de falencias y dudas sobre la Administración PAC se concentran en dos temas. Uno, la falta de experiencia para gobernar y la carencia de gente para conformar un buen gabinete; y dos, la percepción de ausencia de un plan. Temas determinantes que estarán presente en el votante, que seguramente no querrá repetir la experiencia de un partido novato en el poder.

El Frente Amplio (FA) en 2014 se encontró en una situación de protagonismo que nunca imagino, cuando no se había preocupado lo suficiente por la selección de sus candidatos a diputados. Logró nueve, pero muchos de ellos generan dudas sobres sus capacidades y conocimiento del Estado y los problemas nacionales. Además, el FA con más diputados no tiene el protagonismo que tuvo con un solo diputado en periodos anteriores: José Merino (2006-2010) y José Ma. Villalta (2010-2014).

El ligamen del FA con el PAC en su gestión -aunque la nieguen- es una relación de cogobierno que ve el ciudadano y que les pasará factura. Villalta deberá saber que le es más factible volver a la Asamblea Legislativa que tener el impacto que tuvo en la campaña presidencial 2014. Empero, hay otros que hacen fila por llegar al parlamento y buscarán la alternancia de esa oportunidad, pero, puede que Villalta encabezando sea quien le asegure al FA una fracción importante.

Sin Villalta, la alternativa de candidato a la presidencia del FA sería para el diputado Edgardo Araya o para su par Patricia Mora. El primero percibido como más equilibrado ideológicamente y ella con mayor pureza para representar al FA. El gran reto de este partido será mantener una representación significativa, pues aun con su buena estructura territorial parece que repetir 9 diputados es tarea harto difícil.

Por su parte el Movimiento Libertario (ML) ya no tiene "monopolio" ideológico y padece constante fugaz. En el primer caso con la aparición del Partido Liberal Progresista (PLP), más representativo que el ML en relación al pensamiento liberal y con la bandera de la independencia de fuerzas exteriores a la agrupación, las que condicionan y limitan al ML; inclusive con la criticidad de su presidente Eli Feinzaig sobre esas fuerzas, algo a lo que Otto Guevara no se atreve.

Las fugas de la maltrecha estructura del ML hacia el PUSC, el PLP y un tanto al Partido Republicano Social Cristiano (PRSC) ligan su sobrevivencia a la búsqueda de una fracción similar a la actual. En el plano presidencial, de insistir en la candidatura

de Otto Guevara le apostarán a otra derrota. Con la diputada Natalia Díaz no la evitarían, pero darían una señal significativa de renovación y nuevos liderazgos, algo que va más allá de un relanzamiento concentrado en el mercadeo y en la repetición de actores.

El PRSC con Rodolfo Hernández, de quien ya nadie duda "que no es político" y que no se podrá vender como figura nueva -más cuando sigue cometiendo los mismos errores de bulto y mal discurso- no tendrá ninguna opción a la Presidencia de la República. Su apuesta real deberá concentrarse en lograr una representación legislativa pequeña que le permita al partido sobrevivir. Es una agrupación que compite por la clientela electoral tradicional del PUSC, pero con la dificultad que el actual PUSC se ha renovado y va en alzada, lo que limita al PRSC a "pellizcarle el queso".

Por su parte, los mal llamados partidos cristianos -Renovación Costarricense, Restauración Nacional y Alianza Demócrata Cristiana- no tienen más opción que mantener su representación legislativa, el reto sería aumentarla, tarea nada fácil.

Atención especial merece el Partido Nueva Generación, quienes sin descanso han desarrollado un trabajo tesonero y emprendedor a nivel nacional, que no llevará a la Presidencia a su candidato Sergio Mena, pero que muy posiblemente le lleve a la Asamblea Legislativa en compañía de uno o dos compañeros de partido.

Esta "lejos" febrero 2018, sin embargo, hay "pintas" que permiten ojear lo que pudiera pasar, sin ignorar la sorpresa política que siempre está presente y en manos de un ciudadano.

Claudio Alpízar Otoya
Politólogo.

Comentarios
6 comentarios
otras columnas