Juez teme por seguridad de exempleado de alias ‘Sobrino’ y adelanta su testimonio
Testigo clave declara de forma anticipada por temor a represalias contra la organización de alias Sobrino, presunto líder narco con operaciones en el Valle Central y la Zona Norte
Un aparente extrabajador de Edwin Vargas García, alias Sobrino, rinde su testimonio en la causa penal contra el supuesto líder criminal cuya organización opera al este del Valle Central, en cantones como Curridabat y Tres Ríos.
Aunque la investigación sigue en curso y el caso todavía no llega a juicio, el relato se adelantó debido a que existen temores de que la seguridad y la vida del testigo estén en riesgo.
Tal como reveló CR Hoy, se trata de un finquero que, según fuentes judiciales, estaba a cargo de administrar una propiedad de Vargas en Cutris de San Carlos, la cual pertenece al supuesto jefe de una banda narco y que fue allanada meses atrás.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos solicitó, en específico, lo que legalmente se denomina un anticipo jurisdiccional de prueba: una diligencia que se encarga a un juez y ocurre cuando se considera necesario ejecutar un acto definitivo e irreproducible, o cuando debe recibirse una declaración que, por un obstáculo difícil de superar, se presume no podrá evacuarse durante el juicio.
La solicitud de anticipar el testimonio fue apelada por el equipo de defensa legal de Sobrino y la semana pasada se celebró una audiencia en los Tribunales de Goicoechea para escuchar los alegatos.
Tras una consulta de este medio, el Ministerio Público confirmó que el recurso de apelación interpuesto por los abogados del cabecilla contra la resolución que ordenó el anticipo jurisdiccional de prueba fue rechazado, quedando en firme el adelanto.
De esta forma, se ratificó la posibilidad de adelantar el testimonio, diligencia que ya comenzó. Ayer jueves por la tarde se inició la declaración anticipada en el Juzgado Penal del II Circuito Judicial de San José.
Esto permitirá que el testimonio sea completamente válido cuando se llegue a juicio, sin necesidad de que el extrabajador de Sobrino se presente en un eventual debate.
El anticipo jurisdiccional de prueba también puede aplicarse cuando exista probabilidad de que el testigo olvide circunstancias esenciales, o bien, si se trata de personas que deben abandonar el país. En este caso, al estar en riesgo la seguridad del testigo, la Fiscalía optó por solicitar que la declaración se reciba de forma adelantada ante un juez.
Vargas García es perfilado por las autoridades como un cabecilla criminal que, pese a estar asentado en el Valle Central, ya extendía sus tentáculos hacia la Zona Norte.
Aunque cumple prisión preventiva desde enero de este año, por sospechas de narcotráfico y legitimación de capitales, al parecer continúa operando desde los niveles de mayor contención de la cárcel conocida como La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
"Es conocido que hay celulares, y cuando no tienen celulares, por medio de mensajes cifrados hablan desde los teléfonos públicos y dan órdenes", explicó días atrás a CR Hoy el subdirector del OIJ, Michael Soto.
En abril, el finquero testigo fue aprehendido por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) durante un allanamiento realizado con el objetivo de propinar un fuerte golpe económico a la organización criminal dirigida por Vargas.
Operación de sobrino
Sobrino operaba principalmente en la zona de Tirrases de Curridabat, pero había adquirido una extensa finca de varias hectáreas en la localidad de Coopevega, distrito de Cutris, ubicada a menos de una hora por carretera de la línea fronteriza con Nicaragua.
El amplio terreno —presuntamente comprado con dinero proveniente del narcotráfico— era utilizado para mantener más de 90 cabezas de ganado: decenas de vacas, toros y terneros, además de equinos y otros animales.
Entre lo que se encontró en la propiedad también había fauna exótica como pavos reales y ponis —raza de caballo caracterizada por su baja estatura—, así como emús, un ave no voladora originaria de Australia, considerada la segunda más grande del mundo después del avestruz.
Gracias a una investigación de largo aliento, las autoridades judiciales corroboraron que la finca y la vivienda construida en sus linderos pertenecían a alias Sobrino y que, presuntamente, fueron financiadas con dinero proveniente de la venta de estupefacientes.
El hombre, de 31 años, fue capturado a finales de enero mientras transitaba por la vía pública en un vehículo. Para detenerlo, fue necesario un operativo especial del OIJ, que incluyó al comando élite del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT), debido a la peligrosidad del sospechoso.
La detención fue algo atropellada, ya que Vargas, al parecer, maniobró el vehículo para evitar su captura. Por ello, los oficiales del OIJ terminaron colisionando contra el automóvil, lo que provocó lesiones leves a los ocupantes.
Según las autoridades, Vargas García lidera una estructura robusta dedicada al narcomenudeo, es decir, a la venta directa de drogas a consumidores finales. Algunos miembros de esta red están presuntamente vinculados con homicidios.
Los agentes judiciales enfrentan ahora la compleja tarea de determinar si el cabecilla tuvo alguna participación o incidencia en esos crímenes, algo difícil de comprobar mediante pruebas directas.
Parte de las líneas de investigación buscan también establecer si la banda tiene relación con otras muertes violentas, a través de gatilleros que trabajarían para la organización. Se contabilizan al menos ocho casos.
A la agrupación criminal se le venía siguiendo la pista desde 2021. No obstante, Sobrino utilizaba métodos sofisticados para ocultar su paradero y evitar su captura.
Por ejemplo, aparentemente usaba la plataforma Airbnb —que ofrece alojamientos temporales— para alquilar viviendas por periodos cortos, evitando residencias permanentes donde pudiera ser localizado fácilmente por las autoridades.
Además, el día de su arresto no se movilizaba en un vehículo vistoso o de lujo, como suele ocurrir con otros narcotraficantes. En su lugar, conducía un pequeño automóvil compacto, marca Suzuki, lo cual le ayudaba a pasar desapercibido.
Debido a su perfil escurridizo, las autoridades decidieron ejecutar su captura apenas lo localizaron, aunque el resto de diligencias y allanamientos no se habían realizado aún. Consideraban que podrían perder la oportunidad si esperaban más tiempo.
Durante su arresto se le decomisaron ₡10 millones en billetes de curso legal, además de dólares y euros. También se confiscaron un arma de fuego, joyas y otros objetos de alto valor.
La detención tuvo lugar frente al condominio Monte Alto, en Granadilla de Curridabat, a unos 200 metros del residencial Monterán, donde se ubica la casa del presidente Rodrigo Chaves Robles.
Junto a Vargas fueron detenidos otros dos sospechosos: uno viajaba con él en el vehículo, mientras que el tercero fue localizado en otro sector. Uno de ellos es de apellido Espinoza, de 46 años y nacionalidad nicaragüense; el otro se apellida Portuguez, de 28 años.
Las investigaciones continúan en el caso "Granero", como fue bautizado por las autoridades judiciales.