Javier Rojas: “Me hubiera gustado ser dictador”

En mayo de 2017, Javier rojas González concedió esta entrevista a CRHoy. Este miércoles, tras el anuncio de su muerte, la compartimos de nuevo con usted como homenaje póstumo al "Capo", como cariñosamente se le conocía en el campo del deporte.

Dispara sin pelos en la lengua. Toda su vida ha dicho lo que piensa sin dejarse amedrentar por el qué dirán, pero a estas alturas del partido, con 78 años y una brillante carrera en el micrófono, el periodista Javier Rojas González se considera más libre aún de estereotipos y aseveró: “Me hubiera gustado ser dictador”.

Sentado en una mesa del restaurante La Criollita, en el centro de San José, donde regularmente emite su programa “Actualidad”, El Loco -como cariñosamente se le conoce-, entabló una conversación Crhoy.com en la que repasó su legado en el periodismo costarricense.

Demostró, una vez más, gran capacidad de síntesis, imensidad de memoria, claridad en el discurso y, ante todo, esa característica tan suya de no se complaciente y lanzar dardos que provocan reflexión.

Javier Rojas, ese que ha deleitado a los oyentes durante décadas en deportes y en política, no se cansa de lanzar retos a la sociedad costarricense, esa que tanto quiere y que desea cambiar para bien de todos.

Don Javier, si pudiera cambiar algo de su vida, ¿qué escogería?

Me hubiera gustado ser dictador, pero un dictador democrático, no el que se apodera, y pongo un ejemplo, tipo (Manuel Antonio) Noriega, quien fue un dictador (de Panamá) que se lucró él. Por cierto, gran cantidad de personajes costarricenses estuvieron involucrados con los manejos de Noriega.

¿De verdad?

Incluso, Noriega fue un patrocinador de campañas políticas en Costa Rica, con gente que llegó hasta la Presidencia de la República gracias a ello.

¿Cómo sería la Costa Rica con usted de dictador?

Sería muy lindo, primero porque le diría la verdad a pueblo, y segundo, yo cortaría con tijeras los cánceres que están azotando este país.

¿Mandaría a fusilar a alguien?

No, porque en Costa Rica no hay pena de muerte, eso lo quitó Tomás Guardia (Presidente de la República de 1870 a 1876). Pero no solo no hay pena de muerte, sino que no hay ninguna necesidad de ella, pues  hay otros castigos peores.

¿Cómo cuáles?

Que le impidan a alguien salir de la casa y que los vecinos lo vean.