Inteligencia artificial en monitoreo y fiscalización laboral
La inteligencia artificial ha cobrado rápidamente relevancia en el área laboral debido a su utilidad para distintas áreas del trabajo, por ejemplo, como apoyo en el monitoreo y fiscalización de la labor de los trabajadores por el empleador.
Existen varios programas con inteligencia artificial capaces de fiscalizar la actividad laboral de los trabajadores, como el tiempo en pantalla, las páginas web y aplicaciones visitadas, los clicks ejecutados y capturas de pantalla, entre otros.
En Costa Rica, el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnologías y Telecomunicaciones, en su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2024-2027, menciona que parte de su marco legal se basará en la “Artificial Intelligence Act” de la Unión Europea, cuyos capítulos I y II ya se encuentran vigentes desde el 02 de febrero de este año.
Esa normativa tiene un enfoque basado en riesgo y establece categorías de riesgos de los usos y aplicaciones de la Inteligencia Artificial. Define los riesgos inadmisibles, el riesgo alto y el riesgo mínimo. El parámetro con que se confronta el nivel de riesgo es el respeto a los derechos fundamentales, de tal manera que constituyen un límite y se entiende que todos los derechos fundamentales deben de ser respetados por la inteligencia artificial.
Justamente, la AI Act de la Unión Europea, en el Anexo III, “Sistemas de IA de Alto Riesgo”, en referencia al apartado 2 del artículo 6, en su punto 4 Empleo, inciso b) estipula lo siguiente:
(b) Sistemas de IA destinados a ser utilizados para tomar decisiones que afecten a las condiciones de las relaciones laborales, la promoción o la finalización de relaciones contractuales laborales, para asignar tareas basadas en el comportamiento individual o en rasgos o características personales o para supervisar y evaluar el rendimiento y el comportamiento de las personas en dichas relaciones.
Se considera de alto riesgo porque la inteligencia artificial en estos casos tendría incidencia en el entorno laboral de los trabajadores, lo cual podría afectar su situación laboral. Por consiguiente, teniendo como referencia la clasificación de la Unión Europea y la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2024-2027, observamos que señalan como de alto riesgo las herramientas de inteligencia artificial que tengan entre sus objetivos la supervisión y evaluación del rendimiento e intervención en las relaciones laborales, por lo que se debe ejercer un especial cuidado en su aplicación.
Cuando se van a utilizar herramientas de IA para la supervisión y monitoreo, debe ponerse en conocimiento de las personas trabajadoras la mayor información sobre los alcances de esas herramientas, cuáles son, cómo funcionan, qué clase de información recopilan. Expresamente deben saber que así se les va a monitorear. Este conocimiento puede lograrse por medio de una comunicación escrita o una política de la empresa que sea de conocimiento de las personas trabajadoras. En este sentido, podemos afirmar que la jurisprudencia de la Sala Segunda sobre el monitoreo es aplicable al monitoreo mediante IA.
En el artículo 14 de la AI Act y también entre los principios rectores de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2024-2027 del Micitt, destaca el principio de supervisión humana. Esto significa que, los empleadores deben contar con el factor humano en el uso de una herramienta de inteligencia artificial para el monitoreo de su rendimiento y trabajo.
Por más eficiente y buenos resultados puedan brindar las herramientas de inteligencia artificial en el monitoreo, sin la supervisión humana la inteligencia artificial podría transgredir normas o derechos de los trabajadores. Por eso la supervisión humana es un pilar fundamental para la aplicación de dichas herramientas tecnológicas en los centros de trabajo.
La supervisión humana equivale a un mecanismo de control y auditoría del software utilizado para así evitar posibles sesgos y discriminaciones, entre otros efectos negativos. El fin es lograr un uso de la inteligencia artificial ético y responsable, resguardando la dignidad de los trabajadores monitoreados por ese medio.
Interesa destacar que existen sistemas de monitoreo inaceptables en los centros de trabajo pues se consideran invasivos hacia la persona trabajadora. Entre ellos podemos citar el monitoreo de pulsaciones de teclas en computadoras, las escuchas telefónicas, las capturas de cámaras web y el seguimiento de ubicación incluso cuando los miembros del equipo están fuera del horario laboral. Esta forma de monitoreo puede ser una causante de estrés y ansiedad, lo cual tiene como resultado el efecto contrario a la productividad, bajando los niveles de rendimiento del trabajador. Las capturas de las cámaras web y el seguimiento de los empleados también pueden violar el área de intimidad del trabajador.
Entendemos la importancia del uso de la inteligencia artificial en el monitoreo, pero corresponde al empleador verificar que los sistemas de monitoreo no lleguen a hostigar o crear un sentimiento de persecución o vigilancia continua hacia los trabajadores. Más bien es recomendable utilizar programas o herramientas tecnológicas con los que los trabajadores se sientan cómodos, que entiendan cómo funcionan los sistemas y que posean una reglamentación interna apropiada para su uso, velando por una armonía entre la fiscalización del patrono y los derechos fundamentales de los trabajadores.
