Intel ante el desafío de la Inteligencia Artificial ¿qué pasa con el gigante de los chips?
En su más reciente informe trimestral global, Intel anunció un recorte en su meta de gastos operativos como parte de su reestructuración.
Golpeada por la pérdida de liderazgo en microprocesadores, la caída en ventas y la salida de talento, Intel atraviesa uno de sus momentos más críticos. Este 24 de abril, la compañía presentó su informe financiero trimestral, en el que anunció una fuerte reducción en los gastos operativos como parte de una reestructuración en marcha.
En una carta enviada a sus empleados, el CEO Lip-Bu Tan indicó que los cambios "innegablemente reducirán la planilla".
¿Cómo llegó hasta aquí una de las empresas más emblemáticas de Silicon Valley? A continuación, repasamos algunas claves que lo explican.
Crisis en números
En el segundo trimestre de 2024, Intel registró pérdidas por 1600 millones de dólares y una caída del 1 % en sus ingresos interanuales, resultados que la propia compañía calificó como "decepcionantes".
La caída en las ventas responde a varios factores. Intel ha perdido competitividad frente a rivales como AMD y Nvidia, en parte por retrasos tecnológicos. A eso se suma una menor demanda global de procesadores para computadoras, uno de sus principales mercados.
El balance negativo vino acompañado de anuncios de recorte en gastos operativos y una proyección pesimista para los trimestres siguientes. Al día siguiente, las acciones de Intel se desplomaron casi un 30 %.
Poco después, Intel fue excluida del índice Dow Jones, que reúne a 30 de las principales compañías que cotizan en la Bolsa de Nueva York. La empresa había formado parte del selecto grupo durante 25 años, pero su pérdida de valor bursátil la dejó fuera. En su lugar ingresó Nvidia, impulsada por el auge de la inteligencia artificial (IA) y su liderazgo en el mercado de chips diseñados para esa tecnología.
Cambio de CEO: adiós Gelsinger, hola Tan
En diciembre de 2024, Intel anunció la salida anticipada de su entonces director ejecutivo, Pat Gelsinger. Aunque oficialmente se trató de una jubilación, medios internacionales apuntaron a que fue presionado a dejar el cargo tras una serie de resultados financieros negativos y el estancamiento de su plan de recuperación.
La salida de Gelsinger marcó un nuevo capítulo en una serie de turbulencias internas que Intel arrastraba desde hacía años. Sobre la reducción de la plantilla y los cambios durante su gestión, Gelsinger envió una nota a los empleados:
"Más allá de nuestros costos, necesitamos cambiar nuestra forma de operar (…) Existe demasiada complejidad, por lo que necesitamos automatizar y simplificar los procesos. Las decisiones tardan en concretarse, por lo que necesitamos eliminar la burocracia".
Gelsinger, quien fue nombrado en 2021 con la misión de estabilizar la empresa, impulsó la estrategia IDM 2.0, basada en inversiones para nuevas fábricas en Arizona, la creación de Intel Foundry Services para ofrecer manufactura a terceros y una mayor colaboración con fundiciones externas. El objetivo era recuperar terreno frente a competidores asiáticos como TSMC y Samsung.
En marzo de 2025, la junta directiva nombró como sucesor a Lip-Bu Tan, veterano de la industria y exmiembro de la propia junta de Intel. La reacción del mercado fue inmediata: las acciones de la compañía subieron más de un 10 % tras el anuncio, por la esperanza de una reestructuración.
Tan había abandonado la junta meses antes por diferencias con la estrategia liderada por Gelsinger, según reportó Reuters.
Al asumir el cargo, Tan planteó como prioridades mejorar la atención al cliente y reforzar la excelencia en ingeniería. Su enfoque incluye perfeccionar la estrategia de Intel Foundry y avanzar hacia un diseño de sistemas optimizado para IA.
Microprocesadores para IA: Nvidia al frente
Los microprocesadores, o chips, son clave en el desarrollo de la IA. Dentro de ellos, las GPU (un tipo de procesador diseñado para tareas en paralelo) son fundamentales para entrenar modelos de Inteligencia Artificial. Nvidia domina este terreno gracias a sus GPU, muy demandadas por su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos de forma simultánea.
Gigantes como Google, Microsoft y OpenAI (la creadora de ChatGPT) utilizan sus procesadores en centros de datos, consolidando a Nvidia como líder en el mercado de hardware para IA.
En el ámbito de la IA de alto rendimiento, la apuesta de Intel ha sido por aceleradores como Gaudi. En 2024 lanzó Gaudi 3, aunque compite con los procesadores de Nvidia y de otras empresas.
Intel había proyectado ingresos superiores a los 500 millones de dólares por ventas de chips Gaudi en 2024, pero anunció en noviembre que no lograría alcanzar esa meta.
El futuro de Intel
En su más reciente informe financiero trimestral, Intel anunció un recorte en su meta de gastos operativos como parte de su proceso de reestructuración. La compañía proyecta ahora un gasto de 17.000 millones de dólares para 2025, por debajo del objetivo anterior de 17.500 millones, y estima reducirlo a 16.000 millones en 2026.
Estos gastos abarcan áreas estratégicas como investigación, desarrollo, marketing y administración. Intel también anticipa costos adicionales vinculados a la reestructuración, aunque todavía no ha estimado su impacto total.
"Estoy tomando medidas rápidas para impulsar una mejor ejecución y eficiencia operativa, impulsando a nuestros ingenieros para crear grandes productos. Estamos volviendo a lo básico: escuchar a nuestros clientes y hacer los cambios necesarios para construir la nueva Intel", aseguró el CEO, Lip-Bu Tan