Íngrid Betancourt afirma sentirse “burlada” tras el fallo contra sus secuestradores de las FARC
La dirigente colombo-francesa Íngrid Betancourt, símbolo del secuestro en Colombia, aseguró este martes a la AFP sentirse "burlada" por la sentencia del tribunal de paz contra sus captores de la guerrilla FARC porque excluyó la cárcel como castigo por miles de secuestros cometidos.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), surgida del acuerdo de paz de 2016, ordenó a siete excomandantes rebeldes reparar a sus víctimas mediante acciones sociales como participar de la búsqueda de desaparecidos y en jornadas de desminado.
Al escuchar la sentencia "me sentí indignada, me sentí humillada, burlada", dijo a la AFP la política de 63 años en una videollamada desde Francia.
Desde la firma del pacto las partes acordaron que las penas serían alternativas a la cárcel a cambio de que los rebeldes depusieran las armas, repararan a las víctimas y contaran la verdad sobre sus crímenes.
Los cabecillas guerrilleros tendrán restricciones a la movilidad bajo "monitoreo permanente mediante un dispositivo electrónico", indicó la sala sin ahondar en detalles. Estas penas han sido blanco de críticas de sectores más conservadores por supuestamente promover la impunidad.
Para Betancourt, fuerte opositora al acuerdo, la JEP "benefició" a los exjefes guerrilleros con su "desconcertante" decisión. La política aspiraba a que los guerrilleros cumplieran prisión domiciliaria.
La JEP encontró culpables a los jefes rebeldes por más de 21.000 secuestros, entre ellos el de Betancourt, raptada en una carretera de una zona selvática en 2002 cuando hacía campaña para ser presidenta.
Tras la revelación de fotografías en las que se veía demacrada y raquítica, la dirigente se convirtió en el rostro más visible de este flagelo. Fue liberada después de seis años de cautiverio en una operación del ejército.
En 2022 volvió aspirar a la presidencia pero antes de las elecciones renunció a su candidatura para apoyar a un magnate que perdió en el balotaje ante el actual mandatario, el izquierdista Gustavo Petro.
Betancourt representa un sector de las víctimas que ven con recelo el acuerdo, que contó con el respaldo de la mayor parte de la comunidad internacional.
En la entrevista asegura que si se encuentra con sus captores les diría "que se salieron con la suya, que ellos realmente doblegaron al Estado".
"Los magistrados de la JEP tiene un sesgo a favor de las FARC, esto es muy grave", sostiene.
Betancourt, que reside la mayor parte del tiempo en Francia, anunció que acudirá a instancias internacionales como la Corte Penal Internacional para intentar tumbar la sentencia.
"Esta no es una historia que se cierra aquí", aseguró.