Informe revela deterioro de taludes en ruta 32 en cuestión de 1 año

Un análisis realizado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR) detectó una desmejora en al menos 5 taludes situados cerca de la ruta 32, San José-Limón, tras comprar inspecciones realizadas en 2022 y 2023.

El señalamiento está contenido el informe EIC-Lanamme-INF-1493-2023 elaborado por la ingeniera Laura Solano Matamoros, del Programa de Ingeniería Geotécnica y con fecha de octubre de 2023.

Se trata de una evaluación preliminar sobre los taludes situados en el tramo comprendido entre los kilómetros 20 y 63 de la ruta.

Históricamente, ante lluvias de variable intensidad, los derrumbes y deslizamientos son sucesos frecuentes en el tramo de montaña del corredor vial, situado a través del Parque Nacional Braulio Carrillo, obligando a suspender el tránsito vehicular. Según el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), durante 2023 el flujo vial se paralizó durante 19 ocasiones producto a la caída de material sobre la ruta.

En total, se evaluaron 34 sitios con evidencias de inestabilidad en el talud, de los cuales 19 se conforman de material rocoso y 15 de material suelto (matriz de suelo). Ya en 2022 se evaluaron 54 taludes inestables a partir de un levantamiento rápido en el que se almacena únicamente la fecha del levantamiento, las coordenadas exactas del sitio y una fotografía de la condición.

El informe de Lanamme detalló que la inspección en el sitio efectuada el 12 de setiembre permitió ubicar los 5 taludes en condición desmejorada. Mientras, otros 2 estaban revegetados y en 11 hubo nuevas evidencias de movimiento.

Uno de los ejemplos de taludes en condición de desmejora fue localizado en las coordenadas 10,1294401, -83,9696604.

“Se observa en las fotografías el incremento en el área deslizada, así como zonas con evidencias de saturación y flujo constante de agua aflorando a media altura en la cara del talud. Desde el punto de vista geotécnico, el sitio presenta evidencias de desmejora que pueden afectar considerablemente la estabilidad. Por lo que, se considera oportuno monitorear el sitio y realizar análisis detallados considerando parámetros geomecánicos específicos del sitio, así como la implementación de sistemas de manejo de aguas de escorrentía superficial”, detalla el informe.

Otro talud que desmejoró está situado en las coordenadas 10,1313263, -83,9699945. Sobre este punto se señaló que persiste la caída de pequeños volúmenes de material acumulándose al pie del talud. Esto, según la evidencia fotográfica, ha ocasionado un incremento en la altura de la zona deslizada.

"Una vez más se considera apropiado mantener monitoreo constante de este sitio", subrayó el informe.

Un tercer ejemplo de desmejora es el talud localizado en las coordenadas 10,1403788, -83,9730353. Ahí no se observa un incremento considerable del área afectada por caídas de material. Pero, el sitio no se ha revegetado, y en contraparte se evidencia que el material deslizado para el 2023, está conformado principalmente por suelo, mientras que en el registro del 2022 se observa mayor cantidad de material vegetal. Por eso, se intuye que en el sitio hay pequeños volúmenes de suelo deslizados que mantienen el talud con evidencia de inestabilidad.

En contraparte, uno de los taludes revegetados está situado en las coordenadas 10,0991296, -83,9777220. Ahí, a pesar de observarse revegetado se identifica un flujo importante de agua que aflora desde la parte alta del talud. Por lo tanto, el sitio debe mantenerse en observación, ya que el flujo de agua constante puede generar erosión del talud, debilitando la estructura, tornándose susceptible a deslizamientos.

La ingeniera Monge Sandí recalcó que el análisis no es definitivo. No obstante, constituye un insumo y una guía que puede ser considerada para llevar a cabo análisis adicionales con un mayor grado de detalle, los cuales deberán ser realizados por el profesional en geotecnia responsable de emitir las propuestas e implementar las obras requeridas si fuese necesario.

"Estos análisis cuentan con respaldo técnico adecuado, existen limitaciones en la exploración geotécnica de los sitios específicos abordados en este informe. Por lo tanto, estos análisis no representan resultados definitivos para tomar decisiones finales o recomendar diseños de obras, si son necesarias. Para ello, se requiere un estudio completo que debe ser realizado por un profesional en geotecnia designado por la Administración para emitir propuestas e implementar obras de estabilidad de taludes, en caso de ser necesarias", explicó Monge.

Durante la visita realizada, se observó que la mayoría de los taludes existentes carecen de sistemas adecuados para el control de la escorrentía superficial. Por ello, se recomienda implementar medidas integrales de mitigación para detener y evitar la erosión de la cara de los taludes, colocar sistemas para el control de la escorrentía superficial y evitar que se magnifiquen los problemas de estabilidad que fueron observados.

Asimismo, se plantea la necesidad de realizar exploraciones geotécnicas en zonas del Parque Nacional Braulio Carrillo (previo la autorización legal necesaria) para definir las intervenciones requeridas en los puntos críticos.

En octubre, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) indicó que la solución requerirá tareas a gran escala. La alternativa más efectiva sería ampliar el tramo entre San José y Río Frío bajo la figura de la concesión. Ya hubo una propuesta inicial entre H.Solís y el consorcio TPF Getinsa Euroestudios que no cristalizó debido al monto de peaje estimado y la incapacidad estatal de dar un aporte a la concesión.

La cartera acordó con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) un financiamiento para efectuar los estudios que indicarán dónde se requieren canalizaciones, drenajes, muros y túneles falsos. Eso sí, en octubre, esta posibilidad estaba pendiente de aprobaciones internas.

El plan inicial propuesto por H.Solís y TPF Getinsa Euroestudios señalaba que la concesión sería por 30 años, con un costo total de la inversión que ascendería a los $796 millones.

El consorcio propuso ampliar los 50 kilómetros a 4 carriles (2 por sentido), con la eliminación de los problemas asociados a los taludes en la parte más montañosa de la vía.

La intención contemplaba un nuevo túnel en el cerro Zurquí, un viaducto de 85 metros para acceder a ese nuevo túnel, un nuevo puente de 187 metros sobre el río Sucio y la construcción de túneles falsos en los tramos montañosos para enfrentar los problemas de deslizamientos.

En agosto de 2022, el MOPT pretendía adjudicar la realización de estudios hidrológicos, hidráulicos, geológicos y geotécnicos para intervenir la zona de taludes inestables que provocan constantes caídas de materiales sobre la ruta.

En esa oportunidad, el jerarca dijo que requerían establecer los puntos para colocar drenajes verticales y encausar las aguas provenientes de la montaña.

También, advirtió un interés de que los estudios los efectúe el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) por ₡2.500 millones (aproximadamente). Pero, nada de eso se concretó.