Informe de fiscal estadounidense ratifica que Celso Gamboa participa en narco desde 2017
Documentos y testimonios de la DEA y el FBI revelan que exmagistrado coordinaba envíos de cocaína hacia Estados Unidos y tenía vínculos con cárteles de México y Colombia
Una declaración jurada firmada por M. Wesley Wynne, fiscal auxiliar del Distrito Este de Texas, quien presentó la documentación ante los tribunales costarricenses para acreditar la solicitud de extradición hacia Dallas, Estados Unidos, ratificó que las operaciones criminales del exmagistrado Celso Gamboa Sánchez, en apariencia, se remontan a años atrás, incluso cuando ocupaba ese puesto.
Ese fue el último cargo público que ostentó el hoy extraditable, quien también fue subjefe general y fiscal adjunto del Ministerio Público en varias zonas, exviceministro y exministro de Seguridad Pública, así como exdirector de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), durante distintas administraciones.
Fue miembro de la Corte Suprema de Justicia hasta el primer cuatrimestre del 2018, cuando la Asamblea Legislativa lo destituyó por una serie de escándalos que arrastraba.
De acuerdo con la solicitud formal de extradición en manos de CR Hoy —un amplio expediente presentado en días recientes por las autoridades estadounidenses para finiquitar la remisión de los extraditables—, el fiscal Wynne aseguró que, desde su época como alto juez, Gamboa ya estaba inmerso en negocios ilícitos.
"He revisado exhaustivamente la ley de prescripción correspondiente y el procesamiento por las imputaciones en este caso no ha prescrito. Debido a que la Acusación Formal fue emitida y presentada el 9 de julio de 2025, y las violaciones penales ocurrieron desde 2017, o alrededor de dicho año, y continuaron desde entonces hasta la fecha en que la Acusación Formal fue presentada, GAMBOA SÁNCHEZ fue imputado formalmente dentro del periodo de cinco años especificado en la ley de prescripción", señala el documento.
Tal como reveló CR Hoy a mediados de julio, la acusación formal contra Celso Gamboa Sánchez —firmada y sellada el pasado 9 de julio por el fiscal federal de Texas— confirma que se investiga la presunta participación del costarricense en una red internacional de narcotráfico desde 2017, cuando todavía ejercía como magistrado de la Sala Tercera de Casación Penal.
Desde esa fecha y hasta ahora, se vincula a Gamboa como miembro activo de un grupo transnacional de trasiego de cocaína, ligado a los cárteles del Golfo y de Sinaloa, en México, y al Clan del Golfo, en Colombia.
Los cargos
Celso Gamboa afronta dos cargos vinculados con narcotráfico internacional. El primero corresponde a asociación delictuosa para la fabricación y distribución de cocaína, con la intención, conocimiento y causa razonable para creer que sería importada ilegalmente a los Estados Unidos.
El segundo se denomina fabricación y distribución de cocaína, con la intención, conocimiento y causa razonable para creer que sería importada ilegalmente a los Estados Unidos. La acusación cita:
"Durante o alrededor del año 2017, y continuamente desde entonces hasta la fecha de esta Acusación Formal, dentro de la jurisdicción extraterritorial de los Estados Unidos, incluidos lugares ubicados en y adyacentes a Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México y diversos países a lo largo y ancho de Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica, y otros lugares, el acusado, CELSO MANUEL GAMBOA SÁNCHEZ, con pleno conocimiento e intencionalmente se unió, se juntó en una asociación delictuosa, se confederó y acordó con otras personas conocidas y desconocidas para el Gran Jurado, para cometer el siguiente delito contra los Estados Unidos: fabricar y distribuir, de manera intencional y con conocimiento, cinco o más kilogramos de una mezcla y sustancia con un contenido detectable de cocaína, una sustancia controlada categoría II, con la intención, conocimiento y en violación de las secciones 959(a) y 960 del Título 21 del Código de los Estados Unidos. Todo esto en violación de la sección 963 del Título 21 del Código de los Estados Unidos."
Gamboa también habría violado la sección 959 del Título 21 del Código de los Estados Unidos y la sección 2 del Título 18 del mismo cuerpo normativo.
Tal como reveló CR Hoy apenas 24 horas después de su captura, la Administración para el Control de Drogas (DEA) lo perfila como coordinador regional del Cártel del Golfo, con conexiones en Colombia, Panamá, Guatemala, Honduras y México.
Según informó este medio, en septiembre de 2023 Gamboa aseguró a dos supuestos socios —que en realidad eran informantes de la DEA— que el gobierno actual le permitía introducir cocaína al país.
Ascenso y descenso
Gamboa Sánchez pasó de ser una figura de renombre en la función pública a quedar marcado por escándalos de corrupción y narcotráfico.
Su carrera comenzó en la década de 1990 como asistente del fiscal general y luego como fiscal en Siquirres, Limón y la Zona Sur. También fue fiscal adjunto en Cartago, Alajuela, San José y Limón, donde consolidó nexos con el Caribe costarricense.
En 2004 intentó ser juez penal, pero no completó las evaluaciones. El 3 de mayo de 2011 salió del Poder Judicial y se incorporó al gobierno de Laura Chinchilla, designado como viceministro de Seguridad Pública por el entonces ministro de Seguridad, Mario Zamora, quien hoy ocupa nuevamente ese cargo.
Dos años después, en mayo de 2013, fue nombrado director de la DIS, donde permaneció casi un año. El 8 de mayo de 2014, el presidente Luis Guillermo Solís lo designó ministro de Seguridad, pero renunció menos de un año después, el 3 de febrero de 2015.
Regresó a la Fiscalía como subjefe nacional del Ministerio Público, con apoyo del entonces fiscal general Jorge Chavarría, quien lo consideraba como un hijo.
Su ambición lo llevó más alto: el 10 de febrero de 2016 fue electo magistrado propietario de la Sala Tercera con 43 votos legislativos, sin haber sido juez previamente, un hecho inédito. El 2017 marcó el inicio de su declive con el caso Cementazo, uno de los mayores escándalos de corrupción en Costa Rica.
El 11 de septiembre, CR Hoy reveló un viaje suyo a Panamá junto con el empresario Juan Carlos Bolaños, principal sospechoso del caso. Posteriormente, se comprobó que los boletos de ambos fueron comprados el mismo día y con la misma tarjeta.
La Corte Plena lo suspendió y abrió investigaciones administrativas por presuntas irregularidades, entre ellas presionar a subalternos para excluir a Johnny Araya de un proceso penal y desestimar causas contra diputados.
También enfrentó cuestionamientos por un video en el que aparecía en estado de ebriedad en el aeropuerto de Ciudad de México. El 27 de febrero de 2018, los diputados le levantaron la inmunidad con 39 votos.
El 10 de abril de ese mismo año, la Asamblea Legislativa aprobó su destitución como magistrado, provocando un terremoto en el Poder Judicial. Minutos antes de su salida definitiva, intentó aferrarse al cargo alegando que tenía una oferta laboral en Google México, lo cual fue desmentido por la propia compañía.
Así terminó la carrera de quien alcanzó la cima de la Corte sin haber sido juez, y cuya estrella se apagó entre escándalos y señalamientos. Actualmente, Gamboa cumple dos meses de prisión provisional —con posibilidad de extensión tras solicitud del Ministerio Público— mientras se resuelve la extradición.
Operaciones y ayudas
La organización criminal de trasiego internacional de droga que, en apariencia, dirigía Celso Manuel contaba con numerosos locales para almacenar cargamentos en el Caribe costarricense.
Así lo detalló un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigación (FBI), quien investigaba al extraditable desde años atrás y entrevistó a un testigo colaborador (identificado como TC-2) que formó parte de la estructura criminal del exmagistrado.
Este testigo conocía la logística de la agrupación, pues trabajó con Gamboa y presenció cómo movían la droga entre distintas locaciones para evitar su decomiso.
Además de ratificar la existencia de varios centros de almacenamiento, relató cómo Gamboa ofrecía ayuda a los líderes de grupos criminales como La H o Los Hondureños, que operaban en Limón, incluso consiguiendo compradores para la droga.
La investigación del FBI ratifica la estrecha relación del exfuncionario con Zacarías Herrera Hernández y Guillermo Gilberto Herrera Hernández, nicaragüenses que se hacían pasar por hondureños y líderes de la peligrosa banda La H.
Uno de los testigos colaboradores (identificado como TC-1) aseguró haber estado presente entre 2020 y 2022 cuando Gamboa y sus socios recibieron varios cargamentos marítimos de cocaína en Limón, por un total de varias toneladas.
En varias ocasiones, este testigo —exmiembro del grupo criminal— presenció cómo G. Herrera o A. Herrera entregaban a Gamboa pagos correspondientes a su parte de las ganancias por el transporte de cocaína, con montos que oscilaban entre 200.000 y 500.000 dólares.
Según este confidente, Gamboa coordinaba con sus contactos en el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) y con funcionarios del orden público para asegurar el paso seguro de los cargamentos en Costa Rica.
El exministro, exmagistrado y hoy extraditable negociaba cada kilogramo de cocaína en montos que oscilaban entre 13.000 y 20.000 dólares, con destino a grandes ciudades de Estados Unidos como Miami, Nueva York, Las Vegas y Los Ángeles.
La documentación oficial, a la cual tuvo acceso CR Hoy, señala que durante un encuentro realizado el 20 de septiembre de 2023, dos fuentes confidenciales de la DEA se reunieron con Gamboa en San José.
Uno de los informantes era un agente encubierto del FBI, quien grabó en audio y video el encuentro. Los supuestos socios le indicaron que buscaban a alguien que brindara seguridad para el transporte de cocaína en Costa Rica y para las ganancias obtenidas de su venta.
Gamboa preguntó si la droga ingresaba por el Pacífico, a lo que respondieron que lo hacía por el Caribe. El exmagistrado aseguró entonces que podía garantizar la recepción del cargamento sin importar la ruta.
Durante la conversación grabada, consultó a sus contactos cuál era el destino final de la droga. Le respondieron que debía llegar a Miami, aunque, dependiendo de la ruta, también podría dirigirse a Nueva York.
Las fuentes de la DEA explicaron que los cargamentos harían una parada en México, desde donde serían trasladados hacia destinos finales como Los Ángeles, Las Vegas, Boston, Chicago, Atlanta y Nueva York.
El 7 de noviembre de 2023 se produjo una segunda reunión, también grabada, en la que discutieron el precio de la cocaína en Costa Rica, Guatemala y México, así como las rutas de transporte. Sin embargo, tras ese encuentro, los agentes encubiertos intentaron contactarlo para continuar las negociaciones, pero el exmagistrado no volvió a responder.
Las nuevas pruebas que presentó la Corte del Distrito Este de Texas en los Estados Unidos revelan a detalle la reunión que sostuvieron el extraditable Celso Gamboa, dos narcotraficantes e informantes de la DEA y un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por las siglas en inglés).
En dicha reunión, que se realizó el 20 de setiembre del 2023, Gamboa utilizó las palabras producto y cocaína durante la reunión, además insistió en sus contactos con el gobierno para garantizar el ingreso de los cargamentos.
El agente especial con 20 años de experiencia destacó que no era causal cuando Gamboa destacaba su trayectoria como funcionario público.
"Durante la reunión del 20 de setiembre del 2023, dijo que su nombre completo era Celso Gamboa Sánchez y que solía ser comisionado antidrogas del país, pero que renunció a dicho cargo. Celso Gamboa también dijo: yo era director de inteligencia en Costa Rica, y ministro de Seguridad y control de drogas. Basado en mi capacitación y experiencia estoy convencido de que Gamboa Sánchez mencionó esto porque Gamboa Sánchez tiene numerosos contactos en el gobierno costarricense y agencias del orden público costarricense para adquirir información con el fin de asistir y facilitar sus actividades de tráfico de narcóticos".