Informe de Competitividad advierte retroceso de Costa Rica en salud y seguridad
La competitividad nacional depende de pocos motores y enfrenta múltiples frenos estructurales.
El crecimiento sostenido en digitalización es una fortaleza, pero el deterioro en instituciones, seguridad y salud limita su impacto en la productividad y el bienestar.
Así lo señala la quinta edición del Índice de Competitividad Nacional (ICN), elaborada por el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC).
"Entre 2021 y 2025, el país avanzó 1,5 puntos en competitividad digital, pero perdió 13 puntos en seguridad. Costa Rica necesita una estrategia integral que combine inversión tecnológica con desarrollo humano", detalla el análisis.
En un horizonte cercano (2025-2030), los expertos proponen pasar de una condición emergente en competitividad, con un indicador de 56,2 puntos, a una condición competente, con un indicador de 61,2 puntos.
Las metas al 2030 deben centrarse en recuperar lo perdido y reactivar lo estancado.
En ese contexto, se plantea revertir los retrocesos en seguridad y salud, consolidar los avances en educación y telecomunicaciones, y reactivar sectores que muestran estancamiento, como infraestructura vial, energía y gestión municipal.
Las metas se agrupan en tres niveles de política:
- Universales: incluyen áreas clave como seguridad, salud, educación y agua potable.
- Sectoriales: abarcan ámbitos como conectividad vial, telecomunicaciones, empleo y energía.
- Locales: contemplan áreas como transformación digital, red vial cantonal, gestión de residuos y servicios municipales.
"Si el país cumple las metas propuestas para el 2030, el ICN nacional alcanzaría 61,2 puntos, es decir, cinco puntos adicionales respecto al ICN 2025. El crecimiento será sostenible solo si se avanza de forma coordinada en los tres niveles", sostiene el informe.
El enfoque territorial es clave: las regiones costeras y fronterizas concentran las metas más ambiciosas en educación técnica, conectividad, seguridad y acceso al agua potable.
Cumplirlas significaría acortar brechas históricas y sentar las bases de una competitividad más equitativa.
En total, la propuesta plantea mejoras en 71 de los 125 indicadores del ICN, entre los cuales destacan: reducir la tasa de homicidios, disminuir la mortalidad infantil y aumentar los porcentajes de estudiantes de preescolar que reciben inglés, de primaria que completan el currículo y de secundaria que asisten a colegios técnicos.
Además, se busca incrementar el porcentaje de hogares con acceso a agua potable, aumentar las suscripciones a internet de banda ancha fija respecto al total de viviendas, así como el porcentaje de centros educativos que disponen del ancho de banda requerido.
También se pretende elevar la participación de las mujeres en el mercado laboral con respecto a los hombres y aumentar el porcentaje de trabajadores independientes con seguro.
El análisis plantea metas a largo plazo (2050):
- Seguridad y convivencia: homicidios de 5,6 por cada 100.000 habitantes; delitos contra la propiedad reducidos en 40 %.
- Salud: esperanza de vida de 84 años; mortalidad infantil de 4 %; embarazo adolescente de 4,6 %.
- Educación: cobertura universal en preescolar y secundaria; currículo completo al 100 %; educación técnica en el 50 % de la matrícula.
- Servicios esenciales: agua potable y electricidad universales; conectividad del 100 % en escuelas.
- Trabajo y protección social: participación femenina de 79 mujeres por cada 100 hombres; aseguramiento de trabajadores independientes en un 70 %.
- Energía limpia y competitiva: interrupciones anuales menores a cinco horas; tarifas reales reducidas.
Sin mejora estructural
La calificación global de Costa Rica en competitividad mostró un repunte moderado en 2025 en comparación con el año pasado.
Sin embargo, ese avance no representa una mejora estructural y sostenida, sino un ajuste coyuntural impulsado por las tecnologías de información y comunicación (TIC).
Según el estudio, el puntaje nacional en competitividad pasó de 54,5 en 2024 a 56,2 en 2025, un incremento de 1,7 puntos.
"El repunte de 2025 refleja una recuperación estadística, no una transformación estructural. El país sigue mostrando un nivel de competitividad bajo, con un puntaje global apenas superior a la mitad de la escala", aclara el documento.
El ICN es un instrumento independiente que mide la capacidad de los cantones costarricenses para generar prosperidad, atraer inversión, retener talento y garantizar oportunidades de bienestar.
