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Ignorantes, torpes e inexpertos: así describe el OIJ el perfil de los sicarios del país

Tienen una "vida útil" de un año una vez que entran a operar en las estructuras criminales.

Por Carlos Castro | 25 de Nov. 2023 | 1:01 pm

"Son gente tonta, torpe…", así resume Michael Soto, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a la mayoría de asesinos a sueldo que operan en el país y que son los responsables de disparar el número de casos de homicidios que tienen a Costa Rica sumida en una crisis.

Hasta el 22 de setiembre se registraban 824 asesinatos, siendo Limón (201), San José (199) y Puntarenas (130), las provincias más críticas y los lugares donde las autoridades identifican como los de mayor circulación de sicarios que operan para grupos criminales.

Pese a que muchos los sujetos a cargo de asesinar por órdenes de cabecillas de organizaciones, tienen noción de la ejecución y logística que implican estos actos que siguen sin control en el país, la policía judicial identifica que la mayoría son personas que no tienen ninguna experiencia en manejo de armas.

"Todos son muchachos muy jóvenes, tenemos menores de edad y tenemos más adultos, pero están en esa franja. Aunque ubicamos sicarios en casos con alguna habilidad para manejar las armas, la mayoría de las veces son gente torpe, incluso inclusive se disparan entre ellos. Hemos tenido casos como uno en el Pacífico Central, donde empiezan a disparar y se cruza el fuego y uno de los sujetos le dispara un compañero y eso lo hemos visto varias veces, o cuando van en una motocicleta, se estrellan.

Pero también hemos visto casos donde disparan con muchísima precisión donde actúan con relativa calma es decir, gente con experiencia, esto quiere decir que algunos sujetos han empezado a adquirir experiencia, pero bueno la mayoría son bastante torpes", explicó Soto.

Como parte de un perfil que moldeado por el funcionario, en razón de lo que han visto en los últimos meses, describen a los gatilleros como personas expuestas a morir rápido, oriundos de zonas de miseria urbano-marginales y sin educación formal finalizada.

"Un gran porcentaje importante acaba en la cárcel si no terminan muertos. Ven como exitoso el contarle a sus parejas que son sicarios, son peones de sujetos más astutos, que son los líderes de las estructuras que los ven como elementos de cambio, es decir, cumplen una función y si los matan no pasa nada, porque absolutamente sustituibles", dijo.

Sin horario ni restricciones

"Para ellos no hay horas, no les importa si solo es de noche, no respetan si hay escuelas. Yo considero a esta gente como personas con una ignorancia muy alta y con una idolatría importante a sus jerarquías, que lo hace todavía ser más ignorante y con el único objetivo de matar a una persona, ya bien sea para ganar un dinero, o para quedarle bien a su liderazgo", expresó el jerarca judicial.

Una muestra de esa inexperiencia es que muchas veces para acabar con la vida de una persona disparan 30, 40 o hasta 50 veces, lo cual a criterio de expertos es innecesario para impactar un solo objetivo.

"Ahí tenemos un montón de vídeos acumulados a lo largo del tiempo, donde se puede ver donde se estrellan, se disparan entre ellos, hay momentos donde han querido matar a un sujeto y más bien terminan muertos los sicarios, porque son gente torpe, gente tonta", indicó Soto.

Pese a que recientemente se ha hablado de la posible participación de mujeres como perpetradoras del hecho de sangre, el OIJ no tiene registrado este año algún caso que indique esa línea, Soto dijo que son realmente pocos los casos donde se identifica que ellas disparan.

Eso sí, las han ubicado en otras labores de mayor peso dentro de las estructuras de narcomenudeo.

La cantidad de mujeres que mueren aumentó este año, según la policía judicial, pero siguen siendo más los hombres las víctimas de ataque armados, pues superan el 92% de los casos.

"Vida útil" de 1 año

Soto comentó que debido a que siguen siendo eslabones muy rasos en las estructuras, son fácilmente reemplazables, por lo que han notado que tienen una "vida útil" de un año, pues terminan muertos o en la cárcel en ese lapso luego de entrar en las operaciones.

"Empezamos en el 2022 a revisar casos y vemos que el sospechoso es A, a este lo vinculamos con hasta cuatro homicidios y el quinto homicidio, eso es un ejemplo, al sospechoso lo matan. Luego este otro que lo mató se logra vincular con otros tres o cuatro homicidios y luego a este segundo lo matan, y así van, es una cadena de muerte y violencia, donde prácticamente cuando una persona empieza en esa estructura criminal, normalmente en esa posición de sicario, a la vuelta un año termina muerto", explicó Michael Soto, subdirector del OIJ.

El jerarca explicó que una vez que tengan más información detalla de la mayoría de los casos, podrían exponer un estudio formal para visibilizar esta situación que encierra a muchos jóvenes del país que terminan sin vida por su ambición monetaria y de visibilidad social.

"(…) básicamente la vida útil de un sicario en Costa Rica podría andar rondando el año, como le digo hay que profundizarlo. Es decir que el que se mete a eso termina muerto con mucha rapidez y van esa escalada de violencia, muerte, muerte, muerte o cárcel. Pareciera increíble, pero muchas veces al meter a alguien a la cárcel vinculado a este tipo de actividades, casi que lo estamos salvando", añadió.

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