Hospital de Juguetes: Tica restaura los bienes más preciados de niños y grandes
Todo inició para arreglar los juguetes de su hijo.

(CRHoy.com) Hace algunos días, "Carlitos" llegó al Hospital de Juguetes con la pierna y el brazo colgando. Fue tanto lo que su dueña se divirtió con él que, terminó un poco lesionando, entre aventuras y juegos.
Afortunadamente, una intervención de la doctora juguetes, Fabiola Porras junto a su equipo, lo dejó como nuevo para volver con su amiga a casa.
Esta es una de las muchas historias que atesora en su corazón la vecina de Curridabat, quien desde hace 3 años decidió fundar su propio "hospital", para restaurar los bienes más preciados de niños y grandes.
"Soy mamá y tía. A mi hijo de repente se le quebraba un juguete o se le dañaba y uno ve que muchas veces, para un niño no es nada más de cambiar o comprar el mismo juguete, sino que se repare, porque hay un sentimiento detrás, un apego o cariño. Yo le decía ‘vamos a llevarlo al hospital'. Empecé a investigar un poco más de qué materiales usar, que no fueran tóxicos", expresó.
Hace varios años, ella había ido de intercambio a Estados Unidos, donde una señora que también tenía un taller de muñecas. Fue precisamente esa amiga quien la guio con proveedores y materiales para darle forma a su emprendimiento.
"Yo le dije qué me recomendaba ella, dónde comprar los materiales y los productos de limpieza para los muñecos. Me dio una lista de sus proveedores, empresas y suministros. Empecé a hacer los contactos, empecé a traer cabello, los ojitos, los materiales para limpiarlos, que no destiñen", explicó.
Fue así como hace 3 años, en plena pandemia, dio rienda suelta a su imaginación y creó el "Hospital de Juguetes", que ya ha recibido a muchísimos pacientes, algunos de gravedad.
Ha sido muy lindo, muy enriquecedor. Cuando vienen los chiquitos, es muy lindo porque quieren conocer a la doctora que va a curar a sus juguetes, conversar conmigo, me mandan audios durante el tiempo de estadía o mensajes de buenas noches para los juguetes. Ha sido una experiencia más allá de lo que yo imaginé en el momento en el que abrí el hospital.
Fabiola tiene muchas anécdotas, de niños que envían sus más preciados tesoros a reparar, algunos sucios que necesitan un baño o una restauración más grande. Sin embargo, también ha recibido a adultos mayores que llevan sus juguetes, que tienen incluso décadas.
"Me han llegado juguetes que tienen 60-70 años, peluches o juguetes que tenían guardados, de papás que ya fallecieron o una muñeca, de una señora que ahora es una viejita muy mayor. Detrás de cada uno de esos juguetes ha habido unas historias que nos han sacado las lágrimas. Es muy lindo esa interacción con los pacientes que vienen de todo el país", afirmó.
Esta "doctora" combina sus labores en el hospital con su trabajo durante el día. Sin embargo, cuenta con todo un equipo que la respalda y le ayuda a cuidar a los pacientes que están internados. Así, fue como nombró a la ambulancia,"Raúl", la payasita "Chispita", quien se encarga de entretenerlos y las "hadas de los juguetes", que los cuidan.
"Yo no los recibo directamente en el taller, por un tema de seguridad, pero los recibo en mi oficina. Eso le da más tranquilidad al dueño del juguete y de seguridad mía. Yo me los llevo conmigo para el taller", aseguró.
Con 45 años, la "médico" reconoce que muchas cosas la han marcado, pero hubo una en especial. Se trata de una perra de peluche que le llevó una joven, que había sido un regalo de su papá cuando era niña.
La perra tenía 3 perritos en su vientre y su dueña le dijo a Fabiola que la restaurara. En media "operación", ella se dio cuenta de que no eran 3, sino 4.
"Cuando el papá se la compró, había varias versiones de perrita y ella quería la que tenía 4 perritos. Ella estaba un poco desilusionada porque la que le compraron solo tenía 3 perritos (…) era una perrita que daba a luz. Ella me empieza a contar la historia, que es muy especial porque el papá ya murió y me dice que cada uno de esos perritos, representan a sus hijos. Yo me encuentro un cuarto perrito y le digo ‘no sé si usted está embarazada, porque la perrita no tiene 3, tiene 4'. Al ratito me escribió y me dijo ‘nunca habíamos visto al cuarto perrito. Yo perdí un hijo'. La perrita siempre tuvo el perrito ahí. Fue una historia que me llenó de muchísima ternura, porque ella tenía más de 20 años de tener a la perrita", recordó.
El precio de los arreglos depende de la intervención que necesita cada juguete. No es lo mismo rellenarlos que tener que pintarlos o reconstruir sus piezas.
Si usted desea contactar a la "doctora juguetes", puede hacerlo a través de Facebook, haciendo clic aquí, o al teléfono 6198-6077.