Hace 28 años, “Juana” alarmó al país con su llegada
Zona Sur fue la más afectada, se reportaron más de 23 muertos
El pronóstico era claro. El huracán Joann -mejor conocido como “Juana”- llegaría al país el jueves 20 de octubre de 1988. Específicamente afectaría la costa del Caribe costarricense por lo que la provincia de Limón emprendió un éxodo hacia San José, Heredia y Cartago.
Alrededor de 30 mil personas fueron evacuadas. Se ordenó el desalojo del Hospital Tony Facio, asilos de ancianos, albergues de niños, y hasta la prisión. Además se pidió suspender lecciones y en las pulperías de todo el país se vendían masivamente alimentos enlatados, baterías y focos.
Al Valle Central también llegó la alerta. Las personas empezaron a colocar “masking tape” y tablillas de madera para proteger los vidrios de las ventanas. El servicio de buses y el tren a la Zona Atlántica estaban prácticamente colapsados, así como las líneas telefónicas.
Y cuando se esperaba lo peor, el huracán Joann tomó una posición semi estacionaria por 36 horas frente a las costas costarricenses; es decir se “parqueó” en un punto, esperando un cambio de la presión atmosférica que determinaría dos caminos: Limón o Bluefields, Nicaragua.
“Eso fue un fenómeno normal que genera una gran incertidumbre porque no hay una continuidad. Los modelos numéricos dan una tendencia que en ese momento no es clara precisamente por la condición semi estacionaria que sucede”, comentó Juan Carlos Fallas, actual director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Afectación en la Zona Sur
Al final Joann se dirigió hacia Nicaragua, en donde provocó una devastadora afectación en la ciudad de Bluefields.
Por su parte, en el Pacífico Sur costarricense en total se contabilizaron más de 23 fallecidos y se estimaron pérdidas por cerca de 5 mil millones de colones.
Según explicó la periodista Pilar Cisneros, quien entonces cubrió el fenómeno, la mirada mediática estaba puesta sobre la provincia limonense y las afectaciones en la zona Sur tomaron por sorpresa a la prensa, la cual se había enfocado en cubrir Limón.
“Lo que pasó en la Zona Sur fue muy triste, porque las comunicaciones estaban cerradas, hubo avalanchas, casas destruidas y las personas que murieron”, señaló la comunicadora.
>-->¿Joann o Juana?
A nivel científico, el huracán llevó el nombre oficial de Joann mientras estuvo en el Mar Caribe, posteriormente tras su paso por Nicaragua se movilizó hasta el Pacífico donde cambió de nombre a Miriam, según el sistema de nombres que utiliza el Centro de Huracanes.
No obstante, en el país Joann fue bautizado como Juana, por un tema de traducción y de facilidad para los medios de comunicación. Además durante esa época una de las canciones del momento era “Juana, la cubana” por lo que popularmente se asociaba con la traducción.
Fallas señaló que para las entidades de servicios meteorológicos no se debe traducir los nombres de los huracanes, por ejemplo en uno de los casos más recientes Matthew, nadie lo llamó Mateo. “A los nombres se les debe respetar el idioma, porque en la región se maneja el inglés, el francés y el español”, dijo Fallas.
Aprendizaje en emergencias
En el IMN nombres como Eladio Zárate, Patricia Ramírez, Jorge Barrantes, Álvaro Brenes fueron los que llevaron el peso de la jornada y la sede de la Cruz Roja prácticamente se convirtió en una casa, mientras que los encargados de pronósticos se ubicaban en el aeropuerto Juan Santamaría laborando 24/7.
“Ninguno de los que estábamos ahí, por más años de experiencia dentro de la institución, habíamos experimentado la presencia de un fenómeno tan cercano que nos hizo madurar desde la perspectiva de comunicación y formación como personas y ver la necesidad de poder contar con mayor cantidad de instrumentos tecnológicos”, señaló Fallas.
El director del IMN aseguró que el huracán Joann dejó un legado importantísimo en el manejo de emergencias a nivel institucional y de medios de comunicación. Los especialistas aseguran que a pesar de que Costa Rica nunca ha sido afectada directamente por un huracán, en cada temporada, el país tiene un 6% de posibilidades de verse afectado.