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Gobierno retiró equipo de Guardacostas de Sixaola que protegía al Caribe Sur del narco

A esto se suma retiro del máximo grupo operativo de Guardacostas de Osa, pese a que por ahí ingresa mayor cantidad de droga al país

Por José Adelio Murillo | 16 de Oct. 2024 | 3:37 pm

El viceministro de Unidades Especiales de Seguridad Pública, Manuel Jiménez Steller, ordenó extraer el grupo operativo de Guardacostas que permanecía en el puesto de Sixaola en el Caribe Sur para trasladarlo al centro de Limón, lo que genera retrasos de hasta una hora en los recorridos para combatir al narcotráfico.

Así lo pudo constatar crhoy.com mediante al menos tres testimonios de personas ligadas a la operación Servicio Nacional de Guardacostas (SNG), cuyas identidades se resguardan para evitar represalias.

Según señalaron a este medio, la decisión estuvo a cargo del Jiménez Steller, el cuestionado viceministro que durante el último año y medio ha estado a cargo de Guardacostas, el Servicio de Vigilancia Aérea y la Policía de Control de Drogas (PCD), cuerpos policiales clave para la lucha antinarco.

La determinación se ejecutó entre junio y julio del año 2023: se sacaron de Sixaola y no se volvieron a instalar. Allí en la zona existe un puesto fronterizo que estaba acompañado presencia de Guardacostas, para responder de forma expedita ante alertas de lanchas rápidas que transportaban droga para intentar ingresarla al país.

La presencia policial en mar es clave en esta zona, debido a que el río Sixaola es navegable y por allí pueden entrar embarcaciones con el producto ilícito.

En su lugar, el grupo de Guardacostas que permanecía allí, habría sido movido hacia el puesto de Portete, unos 5 kilómetros al norte del centro de Limón.

Con ese traslado, los tiempos de recorridos se incrementan una hora para atender la presencia de navíos que transporten estupefacientes, dado que el trayecto nuevo tiene una distancia de unas 40 millas náuticas. Esto también pone en riesgo la atención de emergencias como naufragios o extravíos en agua.

Al parecer, la orden fue dada verbalmente por Manuel Jiménez Steller al exdirector de Guardacostas, Martín Arias, quien refutó la decisión y alertó de los riesgos que esto provocaría. Según las fuentes consultadas, esta actitud de emitir disposiciones de forma no escrita y sin fundamento técnico ha sido reiterativa.

Crhoy.com envió una consulta al viceministro de para conocer las razones, el sustento técnico, la justificación y la fecha de la decisión, así como la fecha de ejecución de la orden de extraer el grupo de Guardacostas que permanecía en Sixaola, para combatir la llegada de droga al Caribe Sur.

También se solicitaron los oficios y documentación que respaldan las respuestas a las preguntas enviadas, y los detalles sobre el movimiento a Portete en Limón.

Adicionalmente, se requirió aportar la información de cuántos agentes estaban en la zona, cuántas embarcaciones y qué tipo, y qué ocurrió con todo el equipo tecnológico, recursos, bienes y personal que estaba en Sixaola. Al cierre de esta nota, no se ha obtenido respuesta.

Lucha al narco debilitada

Al destierro de los Guardacostas que estaban en Sixaola, se suma el retiro de la base del Grupo de Operaciones Especiales del Guardacostas (GOPES) desde Bahía Drake en Osa, hacia Quepos, en las instalaciones que anteriormente albergaban la Academia de Guardacostas, que fue llevada lejos del mar a Pococí.

Tal como reveló crhoy.com el pasado viernes, el Ministerio de Seguridad Pública bajo la dirección del jerarca Mario Zamora y el viceministro de Unidades Especiales, Manuel Jiménez Steller, tomó la decisión de alejar el grupo más capacitado de Guardacostas de Drake, disminuyendo los tiempos de reacción para interceptar embarcaciones con droga.

Con esta movilización, los oficiales marítimos tienen menos margen para reaccionar ante las alertas que emiten las aeronaves de los Estados Unidos gracias a los operativos conjuntos. Estas alertan desde el cielo la presencia de lanchas sospechosas y saliendo desde Quepos, ahora durarán hasta 2 horas en llegar. 

En una entrevista con el periodista Edgar Houed, el comisario confirmó constituir el puesto en ese sector específico de la Península de Osa fue un trabajo que tardó 7 años, al conseguir la donación de un terreno y el edificio estaba en ruinas, para luego edificar unas instalaciones que costaron ₡220 millones.

Adicional a estas instalaciones, según Martín Arias se instaló un radar muy potente en Osa, de más de $350 mil dólares y otro que para esta época, ya debería estar instalado cerca de la Isla del Caño. Con la presencia naval y el equipo tecnológico, se permitiría blindar totalmente la zona para impedir el paso al narcotráfico.

En las instalaciones también podían alojar hasta 40 agentes del grupo GOPES, los más especializados en el país, que fueron enviados a Quepos y Golfito. Por eso mostró un gran disgusto con la decisión.

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