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Gerente de Diablo que estaría tras ola de violencia en Guácimo fue investigado por uso de niños para vender droga

Es mencionado como pilar en la organización de Alejandro Arias Monge.

Por Carlos Castro | 29 de May. 2025 | 1:15 pm

Ronnie Ríos Oconitrillo alias "Coco".

El supuesto líder criminal que opera y domina la venta de droga en Guácimo, Limón, con el apoyo de Alejandro Arias Monge, alias Diablo, figuró como investigado en el caso Valle, una operación ejecutada por la policía judicial para desarticular a un grupo que utilizaba a niños de 10 años para vender droga en el Caribe Sur del país.

Ronnie José Ríos Oconitrillo, conocido como Coco, es uno de los sujetos que están en la mira de la policía como sospechoso de estar detrás de los violentos crímenes perpetrados en los últimos días en ese cantón limonense.

Coco es un viejo conocido de la policía, pues ya había sido seguido por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como parte del trabajo realizado para culminar el caso Valle, en el cual se detuvo a más de 50 personas en Valle La Estrella y comunidades cercanas.

En el expediente de este caso se menciona que Ríos "representa uno de los eslabones más fuertes y de mayor rango" en el grupo de Diablo, ya que dispone de una gran cantidad de personas para la comisión de diferentes delitos en las distintas partes del país donde opera su clan.

"(…) dentro de la organización liderada por Alejandro Arias Monge, existe una persona de gran poder, a quien policialmente se tiene plenamente identificada como Ronnie José Ríos Oconitrillo, alias "Coco", uno de los pilares en cuanto al funcionamiento de la organización y a quien se le atribuye el uso de un vehículo marca Toyota, estilo Land Cruise, año 2008, con blindaje y que además posee direcciones de residencia en la localidad de Guácimo, Limón", apunta el documento judicial.

Policialmente, se le considera un elemento de alto rango dentro de la estructura de Arias Monge, líder absoluto de la organización macro para la cual operan Ríos y otro sujeto de apellido Ruiz, jefe de la venta de droga en el Caribe Sur dentro de esta agrupación.

En el documento judicial se destaca que Coco utiliza varias propiedades en la zona de Guácimo, inmuebles en los que tiene viviendas y donde varía, cada cierto tiempo, sus estadías y movimientos.

También lo califican como un sujeto con rango gerencial dentro de la organización criminal de Diablo, y, para efectos de la investigación del caso Valle, se le vinculó directamente con Ruiz, conocido como Guato, quien domina la célula de Arias Monge en esa zona de Limón.

"(…) se dedica a la venta de drogas y se encuentra operando en el sector de Limón, Valle La Estrella y alrededores", explica el expediente.

Michael Soto, subdirector del OIJ, confirmó este lunes la policía judicial se encuentra rastreándolo y esperan dar pronto con su captura tras relacionar los casos de Guácimo con su banda.

"En el sector de de Guácimo, ahí tenemos un sujeto que es el principal cabecilla conocido como "Coco, que estamos buscándolo para detenerlo.

Presumimos que su estructura criminal —quizás no él directamente pero su grupo— podría estar en algún tipo de disputa con algunas otras personas ahí de la zona, o eventualmente conflictos internos", explicó el jefe policial.

En junio del año pasado, el OIJ ejecutó una serie de allanamientos para intentar capturar a alias Coco. Aunque lograron golpear a su banda, no se consiguió el arresto de este escurridizo sujeto.

Según el OIJ, "Coco" está encasillado como uno de lo sujetos que se encarga de proveer droga a diferentes células de Diablo por todo el país, sin embargo, su área de acción más fuerte es Guácimo y Limón.

Pese a que la policía no lo vincula con una relación de subordinación, el expediente lo menciona como gerente de zona, por la forma de operar y generar remuneraciones para Diablo, el criminal más buscado en Costa Rica, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de 500 mil dólares a cambio de información que permita su captura o condena.

Precisamente en el caso Valle se desmanteló búnkeres que generaban hasta ₡95 millones mensuales.

A esta organización se le vinculó con 11 homicidios: siete en la provincia de Limón, dos en San Ramón de Alajuela, uno en Liberia y otro en Cañas, Guanacaste.

En ese momento, las autoridades explicaron que existía una relación de proveeduría entre la agrupación de Arias Monge y ese grupo desmantelado, en la que el capo suministraba la droga que luego era distribuida a través del narcomenudeo.

Repunte de homicidios en Guácimo

Alejandro Arias Monge, alias Diablo y Ronnie Ríos Oconitrillo alias Coco.

El supuesto cabecilla criminal es señalado por los hechos violentos que han ocurrido en los últimos días en el cantón de Guácimo y el OIJ confirmó que lo tiene en la mira.

Solo el pasado fin de semana se registraron tres homicidios en esa zona, las víctimas eran tres jóvenes a quienes atacaron a balazos en hechos sumamente violentos.

El primero ocurrió la noche del viernes, en la urbanización La Perla. Allí, un menor de 17 años fue atacado directamente por dos sujetos que se desplazaban en motocicleta. El joven murió en el sitio tras recibir múltiples disparos.

Horas después, la tarde del sábado, se perpetró otro asesinato. En el sector de Los Geranios, un joven de 23 años, de apellido Ávila, fue ultimado mientras se encontraba en la parte trasera de su vivienda.

En el mismo ataque, un menor de 17 años resultó herido y fue trasladado al hospital de Guápiles en condición estable. Según las primeras versiones, un sujeto en motocicleta habría llegado al sitio y disparado en múltiples ocasiones contra ellos.

El hecho más reciente ocurrió la mañana del domingo, en el sector de La Selva, cuando un hombre fue asesinado a balazos alrededor de las 11:00 a. m. La víctima recibió múltiples disparos y fue declarada sin signos vitales en el sitio por socorristas de la Cruz Roja.

Por ahora se desconocen las circunstancias o motivaciones de los crímenes, así como la identidad de las víctimas y de los responsables.

Estos casos elevan a 12 la cifra de homicidios en Guácimo en lo que va del año. De ellos, ocho serían ajustes de cuentas, uno se atribuye a una riña, y tres están aún por determinar. En la última década, el cantón acumula ya 140 asesinatos.

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