Frágil tregua entre Tailandia y Camboya persiste entre tensiones y recriminaciones
(AFP) La frágil tregua entre Camboya y Tailandia se mantenía este martes pese a las acusaciones mutuas de haber violado el alto el fuego, que puso fin a casi una semana de enfrentamientos en varios puntos fronterizos.
El ejército tailandés acusó a sus adversarios de haber violado la tregua acordada el lunes en dos localidades, con ataques que terminaron de madrugada. Pero Camboya lo desmintió y desde entonces no se han registrado combates. También hubo reuniones entre responsables militares de ambos lados.
"Hubo una escaramuza pero todo se resolvió cuando los comandantes se reunieron", afirmó el martes el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, que actuó como mediador en el acuerdo de paz.
La disputa territorial, cuyos orígenes se remontan a la época colonial francesa, sigue vigente y se ha visto agravada por el reciente episodio de violencia que empezó el pasado jueves, de una intensidad excepcional.
Los enfrentamientos tuvieron lugar en varios frentes separados por cientos de kilómetros y dejaron al menos 43 muertos, provocando además el desplazamiento de unas 330.000 personas, según un último balance el martes.
El primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai, y su homólogo camboyano, Hun Manet, acordaron el lunes una tregua a partir de medianoche, tras una mediación de Malasia con apoyo de Estados Unidos y China.
Según Phumtham, los ataques de Camboya son "un acto deliberado o una falta de disciplina militar". "Nuestro ejército es disciplinado, y creo que hemos cumplido con nuestra parte", añadió.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Defensa camboyano, Maly Socheata, aseguró que "no ha habido ningún enfrentamiento armado (…) en ninguna región". "Las fuerzas camboyanas han respetado el alto el fuego", insistió.
Y el primer ministro camboyano, Hun Manet, dijo en Facebook que "el frente se está calmando".
A pesar de las acusaciones mutuas, comandantes militares de ambos bandos se reunieron este martes tal como estipula el acuerdo, informaron ambos países.
Las relaciones entre Tailandia y Camboya, que tienen importantes vínculos económicos y culturales, atraviesan su peor momento en décadas.
Antes de que estallaran los enfrentamientos, varias medidas adoptadas por ambos gobiernos redujeron drásticamente la circulación de mercancías y personas, en un contexto de auge del nacionalismo.
Mediación
"Vi las fotos de los dos dirigentes [tailandés y camboyano] dándose la mano. Solo espero que no sea una operación de marketing con sonrisas falsas, y que esas manos no se usen luego para clavar puñaladas por la espalda", dijo a AFP Kittisak Sukwilai, de 32 años, un empleado de una farmacia en la provincia tailandesa de Surin (noreste), cerca de la frontera.
La tregua fue posible gracias a la mediación de Malasia, que ocupa la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que Tailandia y Camboya son miembros.
Bangkok y Phnom Penh también agradecieron a Estados Unidos y China su implicación.
"¡Felicidades a todos!", escribió el presidente estadounidense Donald Trump en su red Truth Social tras el anuncio de la tregua, señalando que había hablado con los líderes de ambos países. "He dado instrucciones a mi equipo comercial para reanudar las negociaciones sobre comercio", añadió.
El republicano había exigido el sábado a los dos países que llegaran a un acuerdo, bajo amenaza de congelar las negociaciones en curso sobre los aranceles del 36% que en teoría deben aplicarse a partir del 1 de agosto.
"Aún estamos esperando que Estados Unidos decida si acepta o no nuestra propuesta", declaró este martes el ministro de Finanzas tailandés, Pichai Chunhavajira, encargado de liderar las negociaciones.
La Unión Europea y China también celebraron el lunes el anuncio del alto el fuego.
Los enfrentamientos han dejado oficialmente 30 muertos del lado tailandés, entre ellos 15 soldados. Camboya anunció 13 muertos, incluidos cinco militares.
Más de 188.000 tailandeses han tenido que evacuar las zonas de riesgo, según el gobierno de Bangkok, y más de 140.000 camboyanos han hecho lo mismo, según Phnom Penh.