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Fotos y Video: Costa Rica y un tico fueron el refugio de Shawn Mendes en un momento difícil

Por Argerie Vargas | 5 de Abr. 2025 | 10:27 pm

El 5 de abril del 2025 quedó grabado en la memoria de miles de personas. Por primera vez, el cantante canadiense Shawn Mendes se presentó en Costa Rica, y su show fue más que un concierto: fue una noche de amor, conexión y mucha emoción.

Desde minutos antes de las 7:30 p.m., los gritos de “¡Shawn! ¡Shawn!” se escuchaban fuerte en el Anfiteatro Coca-Cola del Parque Viva.

Las luces bajaron, las pantallas mostraron imágenes de perros, seguido de la salida de su banda, para después salir él: vestido todo de negro, con su guitarra al hombro y su característica sonrisa.

Abrió el concierto con There’s Nothing Holdin’ Me Back, y la euforia del público fue total. En medio de la canción saludó con un “¿Cómo están?” y luego soltó un “¿Están listos?” que conquistó por completo a los ticos.

Durante toda la noche, Shawn se esforzó por hablar en español, usando frases como “Gracias”, “Te amo”, “Muchísimas gracias” y “Me encanta”, lo que hizo que el público se sintiera aún más cercano a él.

Acompañado por su banda de seis músicos —dos de ellas mujeres—, tocó varias de sus canciones más queridas como Señorita a las 8:03 p.m., que fue una de las más coreadas.

El show incluyó violines, guitarras, piano y batería, y en uno de los momentos más llamativos, una de las violinistas tocó un solo instrumental que dejó a todos impresionados.

A las 8:10 p.m., Mendes bajó del escenario para interactuar con su público. Se acercó, saludó, y los gritos subieron aún más. Había personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos… todos compartiendo la misma emoción.

Uno de los momentos más especiales llegó a las 8:20 p.m. cuando, en medio de la oscuridad, empezó a cantar Mercy, otra de sus canciones más emocionales. El anfiteatro se iluminó con los flashes de los celulares, creando un paisaje visual lleno de magia.

Pero a las 8:24 p.m. ocurrió algo que tocó los corazones de todos: en las pantallas aparecieron imágenes de Shawn en Costa Rica, junto a la bandera, playas, montañas, animales, personas con carteles de “Costa Rica te ama” y hasta las mascotas de equipos como Saprissa.

Visiblemente conmovido, habló con lágrimas en los ojos sobre su conexión con el país. Recordó cómo, hace dos años, en un momento difícil de su vida, viajó a Nosara, donde conoció a Heiner, un fotógrafo costarricense que lo trató con cariño y amabilidad.

“Cada vez que necesito descansar, vengo a Costa Rica. Este país tiene una energía que sana”, dijo. “Heiner me mostró lo hermosa que es la gente de aquí. Desde entonces, confío en todos los costarricenses”.

El público lo escuchaba en silencio, emocionado. Después, interpretó Youth, y luego, a las 8:30, sacó una bandera de Costa Rica.

El público cantó “Ticos, ticos, olé, olé”, y él lo repitió sonriente. Volvió a hablar de Heiner y expresó su admiración por el talento costarricense, reconociendo las dificultades que muchos enfrentan para salir adelante. “Ustedes son mágicos”, dijo.

A las 8:38 se puso un chonete mientras cantaba It’ll Be Okay, con la bandera tica sobre sus hombros. Fue un momento muy simbólico que desató aún más aplausos. Ya en la recta final, a las 8:50 cantó Why Why Why y, tras varios minutos de música, energía y luces, llegó el gran cierre.

A las 8:55, tocando el piano, interpretó In My Blood con mucho sentimiento. Luego corrió por el escenario, pidió palmas, saltó de una tarima, y fuegos artificiales y confeti acompañaron el cierre.

Pero lo mejor fue que bajó una vez más a abrazar a sus fans, darles la mano y despedirse uno a uno. Muchos lloraban de emoción. Él dijo un último “¡Muchas gracias!” y desapareció entre aplausos y lágrimas.

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