(FOTOS) Las huellas de la lluvia ácida en el volcán Poás
Impactos por condiciones ácidas se incrementan en época lluviosa
(CRHoy.com). Los tonos anaranjados evidencian el impacto más inmediato de la constante actividad que el volcán Poás tiene desde hace más de dos años.
Las estructuras existentes en el mirador, incluso los refugios protectores construidos en 2018, sufren los embates de los gases y la acidez del material que expulsa el coloso alajuelense.
Imágenes compartidas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) muestran las repercusiones sufridas por las estructuras metálicas y de hierro que conforman el mirador principal del cráter activo.
Guillermo Alvarado, geólogo y vulcanólogo de esa entidad, explicó que los impactos vistos obedecen a la intensa lluvia ácida que se incrementó en las últimas semanas.
Según un informe emitido por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), elaborado por el vulcanólogo Eliécer Duarte, la ecuación de la lluvia ácida en el volcán Poás se compone de algunas variables:
- Presencia de lago caliente.
- Presencia del domo (y otras estructuras que aportan gases y vapor).
- Carácter cambiante del foco de mayor actividad volcánica en la gran caldera.
- Patrones meteorológicos que se encargan de la distribución de los gases (como vientos y precipitaciones).
"La evaporación sobre la superficie del lago se tiene también como un elemento de aporte a la atmósfera contribuyendo con indicadores de mayor acidez. La tendencia de los vientos alisios a soplar del Caribe hacia el Pacifico hace que el área de mayor devastación vegetal se encuentre hacia el oeste y suroeste de la cima, caracterizando un callejón de acidificación", citó el vulcanólogo, en el documento publicado a finales de setiiembre de 2019.
Reaparición del lago
Las fuertes condiciones lluviosas de las últimas semanas también provocaron que el lago cratérico del volcán Poás “reapareciera”, sin embargo podría ser por muy poco tiempo.
Paulo Ruiz, geólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), explicó mediante un reporte oficial que en razón de los intensos procesos de evaporación producto de la actividad del sistema hidrotermal, el líquido podría desaparecer o reducir su tamaño en los próximos días.
La explicación fue acompañada con una imagen captada este martes 22 de octubre.
Hay que recordar que el pasado 30 de setiembre ocurrió una importante erupción de gases, ceniza y fragmentos de roca que mantuvo cerrado el acceso al parque nacional por espacio de 2 días. De hecho, desde entonces el coloso registra una constante y considerable salida de gases.
La laguna, cuyas temperaturas en ocasiones rondan los 60ºC, desapareció a mediados de 2017 tras el incremento de la actividad eruptiva ocurrida en abril de año. Desde entonces, se ha formado, y también desaparecido, en reiteradas ocasiones.
"Debido a las lluvias de los últimos días se ha recuperado el lago cratérico, sin embargo los procesos de evaporación son intensos por sistema geotermal y podría reducir su tamaño o desaparecer otra vez en los siguientes días", detalló Ruiz.
Ese tipo de formaciones termo-minerales están allí desde hace –al menos- mil millones de años sostenidas en gran parte por el agua de lluvia.