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Experto asegura que suspensión de clases no bajó los contagios por COVID-19

Por David Ulloa | 29 de Jun. 2021 | 9:01 am

Aulas vacías tras suspensión de curso lectivo. (Foto: Cortesía MEP)

(CRHoy.com) Los centros educativos públicos del país permanecen con las clases presenciales pausadas desde el 24 de mayo y hasta el próximo 12 de julio, fecha para la que se espera que se retome el calendario escolar.

Esta decisión la tomó el Ministerio de Educación (MEP) como medida necesaria para reducir la movilidad y proteger a los estudiantes, así como del cuerpo docente, frente a la emergencia sanitaria por COVID-19.

Sin embargo, el nuevo informe Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), mostró que el efecto que tuvo la suspensión de las clases en el aplanamiento de los casos positivos fue casi nulo.

Según lo explica el reporte, "en las tres semanas previas al cierre de escuelas, la tasa R había disminuido en 16%, mientras que en las tres semanas siguientes aumentó en 4%, por lo que se asegura que el cierre de centros educativos no resultó en una caída de la tasa de contagio".

CRHoy.com hizo la consulta al demógrafo Luis Rosero, especialista detrás de este informe, quien indicó de manera contundente y basado en los datos actuales, que el cierre de centros educativos no tuvo ningún efecto para contrarrestar los efectos de la pandemia.

"Ciertos grupos, como sindicatos de educadores y padres de familia, presionaron para que cierren las escuelas con la promesa o objetivo de que iba a bajar la tasa de contagios; sin embargo, eso no ocurrió, se cerraron las escuelas y la tasa de contagio que venía bajando más bien subió levemente y luego se estancó" explicó Rosero.

Costo social alto:

Según Rosero, el foco de contagio nunca estuvo en las escuelas, y el factor crítico en la ola epidémica no era el contacto ni la movilización a los centros educativos.

Ante esto, el experto aseguró que se cometió el error de ceder ante la presión de los grupos antes mencionados y esto "generó un gran costo social en cuanto al aprendizaje y el rendimiento académico de las poblaciones menores de edad".

Esta sería solo una parte del problema, ya que muchos de los niños volvieron a sus hogares, los cuales desde una perspectiva demográfica, muchos figuran como los más afectados de la pandemia y los recursos en sus hogares se ven limitados.

"Los centros educativos nunca debieron cerrar. El gobierno debió aguantar la presión o al menos, anteponer el bienestar educativo y la preparación de la población joven de Costa Rica, porque podría convertirse en un grave problema generacional", comentó el demógrafo.

La Directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas, también fue enfática en que la gran mayoría de menores se contagian con COVID-19 en sus hogares y debido al contacto con sus padres o el exterior.

"Muchos padres y madres han bajado la guardia y piensan que sus hijos están exentos del virus, pero no es así. Los mayores de la casa son la mayoría de las veces los que  contagian a los chiquitos, por lo cual, deben ser más cuidadosos y extremar medidas, tanto dentro como fuera del hogar", indicó la Directora.

Rosero fue enfático en que las clases presenciales deberían de volver lo antes posible tomando en cuenta todos los protocolos de seguridad y es una decisión que las autoridades deben de valorar inmediatamente.

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